Sentía su corazón golpear su pecho con fuerza. Todo aquello parecía irreal, un sueño. Había ansiado ese momento tanto tiempo y ahora, ahora era real. Estaba ahí, donde nunca creyó que lo vería. Parpadeó un par de veces. Las voces se habían vuelto ajenas a su situación. Solo lo reconocía a él. Su sonrisa, sus ojos. Esos brazos que siempre la invitaban a acercarse. A acercarse y nunca más alejarse.
Antes de siquiera pensarlo, su cuerpo ya había reaccionado. Había corrido hacia él. Sentía su rostro acalorado y húmedo, posiblemente estuviera adornado de miles de lágrimas. Cuando la envolvió entre sus brazos, todo se sintió seguro. Entonces, no se molestó en disimular. Lloró, porque ahí estaba él. La persona que nunca más creyó volver a ver, la persona con la que se imaginó toda una vida.
- Te he echado tanto de menos - susurró en japonés sobre su oreja -. Sé que he tardado demasiado, perdóname.
Ella solo asintió. Su mente era incapaz de formular un pensamiento coherente. Él estaba allí. La persona que le enseñó lo que era sentirse amada, apreciada. La persona que se dedicó a reconstruirla. Quien se preocupó por su sonrisa, por su corazón. Todos aquellos recuerdos y pensamientos la golpearon como si hubiera sido ayer.
Pero era consciente que habían pasado cinco años, que las cosas habían cambiado mucho en sus vidas.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó, cuando se sintió lo suficiente preparada para hablar.
- He venido a buscarte, Soojin.
Porque él estaba convencido de que la coreana era el amor de su vida. Ya había sacrificado cinco años, no pensaba esperar ni un día más. Solo esperaba que no fuera demasiado tarde, que ella no hubiera encontrado a nadie en ese tiempo.
La noche había caído nuevamente sobre ellos, como solía hacerlo todos los días. Todo se había vuelto monótono desde aquella noche que selló sus vidas para siempre. Jaemin miraba por la ventana, cigarrillo en mano. Odiaba el tabaco, lo detestaba. Sin embargo, parecía la única salida en aquellos días tan cercanos a su boda. Notó como le arrebataban el cigarro de entre sus dedos. A ella tampoco le gustaba el tabaco. Recordaba cuando le contó que su abuelo había fallecido a causa de una enfermedad pulmonar. No obstante, allí estaba ella. Cigarrillo en mano, como si estuviera dispuesta a darle una calada. Algo que la hiciera olvidar, retroceder en el tiempo.
- ¿Ya están durmiendo? - preguntó Jaemin.
- Sí - suspiró -. Hoy ha sido más difícil que otros días.
- Jeno ha terminado conmigo - confesó Jaemin. Su mirada estaba perdida en la noche. Sus ojos estaban bañados por el anhelo de un amor que se escapaba entre sus manos -. Dice que no aguantaba esta situación. Lo entiendo, no se lo merece. Pero duele igual.
- Jaemin...
Ella buscaba forma de reconfortarlo, pero no podía. ¿Qué podía decirle? Ellos habían sido unos imprudentes. Habían apostado sus futuros en una sola noche y habían salido perdiendo. Ahora debían lidiar con las consecuencias, porque sería una deshonra para sus familias. Se debían casar, debían ser aquella pareja perfecta que había sido sorprendida por sus pequeñas bendiciones.
La mitad de sus amigos ni siquiera sabían de la existencia de Lua y de Mimi. Sus pequeñas hijas eran su secreto mejor guardado, aquel conocido para su pequeño círculo. Las nenas que los habían destinados a estar juntos.
- Está bien - susurró -. Estoy bien, sabía que pasaría tarde o temprano. Jeno se merece a alguien mejor que yo.
- Eres una gran persona - repuso Minnie.
- Soy una mierda de persona - se quejó -. Bebí de más y lo hice con mi mejor amiga, que también estaba borracha. Encima no me cuidé provocando que se quedara embarazada. Nos he obligado a estar juntos.

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good, good woman [SooHua]
Fanfiction------CANCELADA------ [ellas tenían un pasado en común, ahora, ella se había convertido en una buena mujer ahora, ella tenía alguien de quien cuidar, alguien por quien mejorar... ...