Aquello era absurdo. Parecía que hubiera retrocedido diez años en el tiempo. Caminaba por las calles siguiendo las indicaciones de su móvil. Caminaba despacio, sin prisas. Por si acaso se arrepentía en el último momento. No se había arreglado demasiado. Últimamente no se sentía cómoda con la ropa que había habituado a llevar antes. Supuso que era por estar llegando casi a los treinta años. El tiempo había pasado demasiado rápido. En algún momento, había dejado de lado los vaqueros pegados a sus piernas y los coquetos vestidos. No le importaba, se sentía más cómoda en su nuevo estilo, sentía que, por fin, después de muchos años, se había encontrado a sí misma.
Le gustaba creer que había llegado el momento de ser feliz, de disfrutar siendo ella misma.
"Ha llegado a su destino" recitó el pequeño aparato. Bajó el volumen rápidamente, avergonzada. Llevaba años viviendo en esa ciudad, toda su vida había estado allí, a excepción de unos años. Pero seguía sin conocer los diferentes lugares. Siempre necesitaba del pequeño dispositivo móvil.
Respiró hondo, tratando de borrar el bochorno, la pena. De evaporarlos de su sistema. No quería entrar ahí toda sonrojada. Tampoco quería que le preguntase el por qué de aquella llegada. No le gustaba admitir su necesidad de recurrir a ese pequeño aparato para todo. Su orientación y memoria tampoco solían ser una carta a su favor. Tardó meses en acostumbrarse a la ubicación de su propio apartamento, en automatizar el camino de regreso desde diferentes lugares.
Observó el lugar por fuera, curiosa por saber que había preparado la contraria para aquella vez. Su sorpresa fue grata al encontrarse frente a una cafetería coqueta. Era tan diferente a la de la primera vez que quedaron. Se rió al recordar el oscuro lugar. Soojin realmente creyó en ese momento que su teléfono le había fallado. Sin embargo, esta vez estaba satisfecha con el estilo del local. Además, parecía simple y detallado. Muy hogareño.
Entró con cuidado. El sonido de una campanita alertó de su presencia al personal y al resto de clientes. La rubia se adentró con cuidado, buscando con la mirada a Shuhua, aunque no la encontró. Comprobó la hora. Ella había llegado a la hora en punto, porque había salido con tiempo. Prefería hacerlo siempre que iba a un sitio nuevo, porque sabía que lo más probable es que se perdiera siguiendo las instrucciones del GPS. De hecho, le había pasado, pero había conseguido arreglar el problema muy rápido.
- ¡Soojin-ah! - la llamó alguien desde el fondo.
Dirigió su mirada hacia el lugar. Shuhua estaba de pie, tratando de llamar su atención. Llevaba un vestido medio arreglado con patrones florales. Se notaba que era bastante suelto, pero ella lo tenía pegado a su cuerpo mediante un cinturón, que se ajustaba perfectamente a su contorno, marcando con agilidad las líneas de su cuerpo.
Le sorprendió ver que estaba con dos personas más. Aunque ellos se levantaron poco después de que Shuhua la llamase. Los escuchó hablar en chino. El chico le dedicó una sonrisa y una educada reverencia. La chica ni siquiera se molestó en prestarle atención a Soojin.
- Lamento esto - habló ella -. Hoy me pidieron que les enseñase un lugar para tomar café, y preferí traerlos aquí. No queda lejos de la empresa y conozco a una de las camareras, es china también. Así que, pueden ser atendidos sin problemas. Pero Renjun no quería dejarme sola hasta que llegases porque bueno, nosotros vinimos muy temprano y...
- No te preocupes - rió Soojin -. No tienes que darme tantas explicaciones - le dedicó una amplia sonrisa -. Entonces, ¿ellos son tus compañeros de trabajo?
- No realmente - susurró -. Estoy haciendo de traductora para ellos porque quienes se encargan de eso en mi empresa no están ahora mismo disponibles. Ellos están siendo como una suma de trabajo a mi jornada normal - bufó -. Hoy no debería haber ido a la empresa, pero ellos tenían sesión y ya sabes. Ellos no hablan coreano, la producción no habla mandarín...

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good, good woman [SooHua]
Fanfic------CANCELADA------ [ellas tenían un pasado en común, ahora, ella se había convertido en una buena mujer ahora, ella tenía alguien de quien cuidar, alguien por quien mejorar... ...