Los rumores corrían por todo el lugar. Yves caminó con tranquilidad, estaba acostumbrada a escuchar los chismes circulando de un lado a otro de la academia. Comentarios cargados de envidia o de admiración, comentaban siempre la trayectoria de alguno de los alumnos de la academia. Había decepción e impotencia cuando alguien de una clase avanzaba, volvía a una clase de nivel medio. Mientras que, la gente aplaudía o envidiaba a aquellos que conseguían hacer su camino hasta la mejor clase.
Por suerte, no había un mal ambiente. Todo lo había conseguido el director de la academia. Era un buen hombre, talentoso y amable. Siempre buscaba que todos los alumnos estuvieran en el mejor estado posible. Se preocupaba por ellos, cosa que no se solía ver demasiado por allí. Yves se sentía feliz de trabajar en un lugar como ese.
- ¡Señorita Yves! ¡Señorita Yves! - escuchó que la llamaba alguien.
Se giró para dar con una de sus alumnas. Mako era una chica acostumbrada a esforzarse. Siempre intentaba dar lo mejor de sí misma. Bailaba con confianza, con fuerza. Como si hubiera nacido para hacerlo. Según había escuchado de Chuu, Mako también se esforzaba mucho en las clases de canto. Había conseguido subir algunas clases, pero se había quedado atascada en uno de los niveles y ella, realmente, no sabía cómo ayudarla. Yves no creía que Mako lo necesitase. Era una chica perseverante, que no se rendía por muy difícil que se pusiera la situación. Ella contraría el camino para solucionar todos los problemas.
- Mako, ¿puedo ayudarte? - le preguntó con una sonrisa.
- La señorita Chuu me ha pedido que la mande llamar, dice que es algo importante.
Frunció el ceño. Chuu y ella intentaban no hablar demasiado en el tiempo que estaban ejerciendo su labor dentro de la academia. Nunca habían querido que se supiera su relación, ya que ambas buscaban estar lo más cómodas posible en su entorno laboral.
Caminó con tranquilidad hacia la pequeña sala reservada para la convivencia de los profesores. Quedaba muy cerca del despacho del director, quien era el único que contaba con una sala propia. También, era el único que no enseñaba nada. Aunque de vez en cuando, se pasease por allí para echar un ojo a los aprendices y a los profesores. A veces, cuando se sentía más cordial, solía mantener una pequeña charla, dar algún consejo. Él había sido un profesional en el mundo del entretenimiento. Todos querían recibir, de vez en cuando, halagos y consejos por su parte. Significaba que estaban yendo por el buen camino.
Se adentró en la habitación. Jinsoul, una de las profesoras de rap, se encontraba al lado de Chuu. Ella estaba demasiado pálida, como si hubiera visto un fantasma. Se asustó. ¿Cómo no iba a hacerlo? La sonrisa característica de su novia se había perdido. Se acercó corriendo. No le importó que allí estuviera Jinsoul, o que otros profesores mirasen la escena. No le importaba nada. Necesitaba saber lo que le pasaba a su novia.
Chuu en cuanto la vio, la abrazó fuerte. Murmuraba cosas ininteligibles mientras se aferraba a su cuerpo. Yves pasaba la mano por su espalda, una pequeña muestra de que estaba allí para ella, de que todo saldría bien. No había visto así a Chuu desde su época en la secundaria. De hecho, incluso en la secundaria, Chuu parecía haber podido disimular todo lo que los golpes le dolían.
- Mi amor, ¿qué ha pasado? - le susurró.
Chuu negó.
La puerta de la sala se abrió de nuevo. Yves se separó un poco, solo para poder ver quien acababa de entrar. Era el director acompañado de un hombre alto. Su cara se le hacía familiar, pero no sabía de qué. No quiso darle demasiada importancia, pero ambos se pararon frente a los profesores a la espera de tener su completa atención. Vio al desconocido mirar atentamente a Chuu, antes de sonreír.

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good, good woman [SooHua]
Fanfiction------CANCELADA------ [ellas tenían un pasado en común, ahora, ella se había convertido en una buena mujer ahora, ella tenía alguien de quien cuidar, alguien por quien mejorar... ...