¿Niñero? [Nathan x Edd]

20. Ed no es tan simple

Feliz año, linduras ♡♡♡♡
Que este año la pasen increíble, valen mil, los amito ♥︎♥︎♥︎♥︎

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Pov Kevin

Oh, oh, he ganado la subasta del tonto grande.

Eddy me ve indignado desde ese momento, es muy adorable, ahora que estoy llevándome a Ed no me quita la vista de encima.

Eso, no dejes de mirarme, vamos a ver si soportas el guiño de un tipo guapo.
¡Esa es la reacción que quería ver!

— Te vas a quedar calvo —responde a mi gesto.

— Que gruñón. —respondo con mi mejor cara desinteresada.

— Cuida a Ed, no dejes que se acerque a conejos, gatos, al pudín de caramelo, a dientes de león y sobretodo a las anguilas —mamá Doble D hace un listado en menos de dos segundos.

— No me lo estoy llevando a otro país. Es solo un tarde, Doble tonto.

— Pepinillos.

— Nos vamos ya —tengo que hacer las compras de la comida antes de ver a Nathan.

Hablando del diablo, hoy hablamos por teléfono pero estaba algo distraído, embobado, algo elevado. Me pica la curiosidad, mientras manejo mi moto pienso más sobre el tema.

Veamos.

Hoy supe que Doble D llegó tarde, él jamás llega tarde, siempre ha sido un nerd que prácticamente vive en la escuela... Por otro lado tengo a un Nathan embobado, y siento que hay una relación en esto.

Procesando.

— ¡Oh, por Dios!

— Los ojos en la vía, calabaza.

— Wow, vale, mi culpa.

Lucho por mantener la concentración, todo sale bien con las compras, Ed se tomó muy en serio lo de comida gratis, todo es pagado por Nath así que también meto en la canasta algunas bebidas.
Cuando estamos a punto de llegar a mi casa un recuerdo se me cruza por la mente, un recuerdo fresco, de no más de quince minutos.
Ed se ha portado como todo un adulto cuando estuve distraído manejando, él no ha dicho nada extraño como suele hacerlo, tiene un aire como Doble D, muy interesante.

— Llegamos —como sea, yo quiero comer ya.

Ahora entiendo perfectamente para qué invitó al grandulón.

— Madura, Nath, no lo podrás vencer.

He visto más de cincuenta rondas de papel-piedra o tijera, Nathan tiene el orgullo herido desde el día de la apuesta, pero, ahora está arrastrando su dignidad con cada intento.

— Pan tostado, pan tostado.

— ¡Quiero comer! —gruñí.

— Está bien, solo estábamos jugando.

Ay qué, bueh, no importa, estoy seguro que si le digo que ha quedado como un pendejo se va a enojar y es un verdadero fastidio lidiar con Nath así.

La comida está ingresando en mi sistema, está muy delicioso, todo estaría perfecto si hubiéramos invitado a los otros Ed's.

— ¿Te gusta viajar, Ed? —pregunta mi amigo al grandulón, éste asiente varias veces— ¿A tus amigos también las gusta viajar?

— Eddy se marea fácilmente —aww— Doble D ama los aviones.

No respondió la pregunta pero  básicamente sí.
Conociéndolo desde niño puedo adivinar lo que trata de darnos a entender.

— ¿Qué me dices de los barcos, Ed?

— Boing, boing, boing.

— Significa que ninguno tiene problema con los barcos —traduzco al ver la cara confundida de mi amigo.

Sonrío de pensar en Eddy en un barco, estoy seguro que vomitaría en menos fe quince minutos de viaje.

— ¿Sales con Rolf?

Ok, devolví lo que tenía en mi boca.

— ¿Sales con Doble D?

¡Uhhhhhhhhhh!
¿Qué está pasando aquí?

— No salgo con Doble D.

— Rolf es nuestro amigo de la infancia.

Okaaaaaay, el ambiente se puso algo turbio.

— Pensé que no habías notado lo de Rolf —comento sin darle mucha importancia.

— No lo hago, la pregunta del cabeza de pasto me ha hecho caer en cuenta —responde el gigantesco Ed, al igual que yo, no le da mucha importancia— ¿Son homofóbicos o algo así?

— Para nada —mi amigo vuelve a tener una sonrisa de oreja a oreja— Este Ed no parece el mismo que veo cuando está mi mejillas dulces.

Bingo.

— Pepinillos.

— Nada de eso. Ed, quiero proponerte algo. —Nath va con todo.

— Se acabó el pan tostado.

— Oh, enseguida habrá más.

— Tengo buen ojo, cabeza de pasto —aclara con una sonrisa el gran Ed— Dile a tus hombres de negro que traigan más pan.

¡¿Los vió?!

— No se te escapa nada, no puedo evitar sentir que pierdo por cada minuto que pasa.

— Pan tostado y escucharé lo que tengas que decir.