Detención (Drarry)

Por arte de magia, cariño

13

Cerré los ojos. Sentía su cuerpo desnudo contra el mío, golpeándome contra la pared. El sonido de nuestras caderas golpeando. Los sonidos guturales que tratábamos de callar. Su cabello se pegaba sobre la frente transpirada, la cara completamente roja, invadida en placer.

—Harry... —repetía en mi oreja. Me mordía el cuello. Me pasaba su lengua de arriba a abajo. Gemía mi nombre y yo no podía ni gemir el suyo.

—Dra... ah —solté, temblando, sintiéndolo mover sus caderas contra las mías cada vez más rápido, y más, y más, y más.

—¡Harry!

Me levanté, asustado y sudado. Ron, a los pies de mi cama, me miraba con preocupación.

—¿Tú habías dicho mi nombre? —pregunté, confundido, aún agitado.

—Sí, no te despertabas. Parecías estar teniendo pesadillas. ¿Estás bien?

—Ah. Sí, sí... estoy... uf, estoy bien —traté de moverme pero noté que el sueño no había pasado desapercibido para mi cuerpo—. Me voy a cambiar del pijama y voy a desayunar con ustedes.

—¿Necesitas algo?

—No, estoy bien.

Recién cuando salió de la habitación pude procesar lo que había pasado. Me tiré en la cama y miré al techo, risueño, recordando como si hubiera pasado realmente. Como si las memorias de aquel sueño fueran memorias del día anterior. Tuve que deshacerme de la erección que me había dejado y ducharme.

Salí de la Sala Común y me esperaban en la misma mesa de siempre. Hermione me miró, igualmente preocupada.

—Ah, supongo que Ron te dijo —asumí. Ella asintió.

—¿Crees que tiene algo que ver con...? Ya sabes. Las últimas veces que tenías esta clase de pesadillas, ya sabes quién había terminado siendo.

—No, no lo es.

—¿Cómo estás tan seguro? ¿De qué era el sueño? Ron dijo que te escuchó comenzar a decir algo, ¿qué era? Vamos, dínoslo. Quizás podríamos ayudar, o deducir algo. Quizás viene algo terrible. Oh, no. ¿Qué haremos si viene algo terrible de nuevo? —Hermione no paraba de hablar. Revoleé la vista y comencé a desayunar, ignorando que una cabeza plateada me miraba fijamente desde la otra punta del Gran Comedor—. Harry, ¿me estás escuchando?

—Mione, no tiene importancia. Realmente, deja de darle vueltas. Confía en mí. Es insignificante.

—Tiene que significar algo. Todos los sueños tratan de decirnos algo.

—Oh, créeme, este no significa nada. Mi subconsciente está loco.

—¿De qué se trataba?

—¿Y era Bill parte del sueño? —agregó Ron. Lo miré confundido— Comenzaste a decir algo que sólo puedo entender como dragón. No lo entendí, pero comenzaba con Dra.

Oh por Dios, Ron tenía que callarse. Él podía ser muy lento pero Hermione iba a entenderlo al instante.

—Dejen de analizarlo, en serio. ¿Tienen El Profeta de hoy? ¿Alguna novedad interesante?

—¿Por qué hablaría de dragones en el medio de una pesadilla? —le respondió Hermione. Comencé a sudar— En todo caso, estaría hablando de dra... dra... ¿qué comienza con dra con lo que Harry podría haber soñado?

—Tengo unas palabras en mente, si me preguntan a mí —dijo una voz detrás nuestro. Me sobresalté. Al darme vuelta, Draco le daba sorbos al café mirándome fijamente—. ¿Soñaste conmigo, cielito?