Mapa del Merodeador

16.8K 1.8K 685
                                    

22

—Harry, querido, pásame los guisantes por favor —me señaló la señora Weasley, sentada a mi lado. Se las alcancé y me sonrió. A veces deseo haber sido Ron, criado en una familia tan amorosa.

En aquella cena estaban todas las personas a las que les confiaría mi vida, excepto una.

Estábamos haciendo todo lo posible para no hablar de la abducción de Draco por parte de los mortífagos. Sobre todo porque, pasase lo que pasase, por el momento no podíamos hacer nada. Sabiendo la inmensa ansiedad que me causaba, hicieron el ambiente lo más calido y acogedor posible, lo que, en cierto modo, me hizo sentir peor en pensar que Draco estaba en el ambiente exactamente opuesto.

Sirius, Lupin y el señor Weasley conversaban sobre sus épocas en Hogwarts, reían sobre anécdotas que iluminaban la habitación de esperanzas y memorias. Las luces parpadeaban con la tormenta, que incluso dos días después seguía cayendo con furia. La pequeña pero cómoda casa de los Weasleys nos atendía con cariño, y yo estaba aliviado de poder estar con Ron y Hermione.

—Y ustedes tenían un... un pergamino con nombres. Sí, ¡lo ví una vez! —exclamó el señor Weasley. Sirius y Lupin palidecieron—. Se escabullían a Hogsmeade utilizándolo. Una vez los seguí y todo, era muy útil.

—Oh, bueno, era... este... actualmente debería tenerlo Harry, ¿no? Lo solían tener los ge... —comenzó a decir Lupin, pero Fred lo interrumpió de inmediato, ojeando a su madre.

—Los Gerons, ¿no? Esos chicos de cuarto año, sí. Creo habérselos visto una vez.

—Claro, claro —agregó George, metiéndose todo el puré de patatas que le podía caber en la boca.

—Ah, lo debo tener aquí —lo busqué en el bolsillo interno de mi chaqueta. Algo pareció iluminar la cara de Sirius, como si hubiese encontrado la solución a la guerra.

—¡Harry, el mapa! ¡debemos quemarlo! —exclamó. Lupin escupió los contenidos de su vaso en sorpresa.

—¿De qué hablas?

—Imagínate que esto cae en manos de los mortífagos. No puede existir. Es terriblementr peligroso —explicó. Tenía sentido. Lastimosamente, asentí, dándole el Mapa del Merodeador. La cara de horror de todos quienes sabían lo que era, describió a la perfección nuestros semtimientos.

—¿Era eso, entonces? ¿Un mapa? —preguntó Arthur. Sirius le mostró brevemente cómo funcionaba, pero apenas terminó, se acercó a la chimenea.

Antes de tirarlo, notó que lo rodearon Lupin y los gemelos Weasley. Yo, Ron y Hermione nos levantamos también. El resto de los Weasley nos miraban con curiosidad. Los ocho habíamos formado un círculo, bajando la cabeza y mirando al fuego en un tono lúgubre.

—Siento que deberíamos decir unas palabras —dijo Fred.

—Muchas gracias por todos tus... servicios —comenzó Hermione, siendo la primera en la ronda—. Has sido muy útil —Sirius le dio el Mapa y ella le besó la punta con delicadeza. Se lo pasó a Ron, que estaba al lado.

—Nos has llevado a lugares que nunca hubiéramos conocido de otra manera —dijo con pesar, y lo besó. Se lo pasó a George.

—Nos has mostrado los mejores lugares de Hogwarts —y lo besó. Me lo pasó a mí.

—Nos has dicho que la rata de Ron era Peter Pettigrew —dije, y todos asintieron vigorosamente. Lo besé y se lo pasé a Fred.

—Nos has avisado cuándo alguien se acercaba a nuestra habitación, evitándonos un robo —dijo, y lo besó. Se lo pasó a Lupin, quien lo observó con cariño.

Detención (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora