¡MI PRÍNCIPE DE NIEVE! - [HyunSaeng] ¡Editando!

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|HYUN JOONG

Me dio tanta rabia, coraje y furia después de terminar de leer la carta. Todos mis sentimientos de ira se acumularon en un solo punto, queriendo detonarse sobre la cabeza de alguien en específico. Jamás imaginé que me volvería a tropezar con Young Saeng y en ésta época todavía, y en las mismas circunstancias. Parece que el destino siempre jugó a nuestro favor y yo jamás lo noté. No siempre fui ciego, pero hace más de setecientos años atrás, lo fui. Fui un reverendo idiota. Jamás debí de haberlo tratado mal ese día, no lo merecía. Realmente estaba sorprendido, impactado y en doble shock por lo que acababa de descubrir, a mi lindo novio le debo una sincera disculpa. Por lo sucedido en el pasado, y por lo sucedido en el presente.

Retomando el tema que me trajo hasta aquí, a la casa del primer ministro, inconscientemente frunci el ceño mientras en mis manos se formaban unos puños, mi sangre comenzó a hervir de la rabia con todo lo que me fue revelado. Ya tenía más claro lo que buscaba el demonio Kim Kyu Jong de mi pequeño y lindo novio. Inútilmente creí que Kim Kyu Jong era la reencarnación de aquel Duque que una vez conocí en el pasado, pero no, me equivoqué, es el mismo Duque que conocí hace más de setecientos años atrás. Es el mismo hombre despiadado, cruel y frío que se iba a convertir en mi familia.

¡Gracias a Dios que no sucedió!

Haciendo oídos sordos a las palabras de mi canciller, logré percibir su aura de demonio a kilómetros de distancia y usando mi teletransportacion logré llegar hasta él, encontrándolo sentado y rodeado de varias mujeres casi sin ropa que le hacían compañía. Bueno, a los demonios se les puede encontrar en este tipo de lugares.

Y tras mi repentina aparición en medio de la pista de baile en un bar de mala muerte, todos los presentes se asustaron al verme parado en medio de ellos, las mujeres que se deslizaban sensualmente por el tubo dejaron lo que estaban haciendo para girarse y observarme sorprendidas. Lo sé, es algo difícil de explicar y no me tomaré el tiempo en hacerlo, después les borraré la memoria. Observando con detenimiento a mi alrededor, noté que varias chicas me sonreían y me guiñaban el ojo con coquetería, eso no tenía porque impresionarme, simplemente las ignoré como si hubiera visto bichos raros. Estaba más concentrado con el demonio que bebía tranquilamente de su bebida, que prestarle atención a esas chicas y a la gente libertina.

La música del bar sonaba bien alto, sentía que en cualquier momento mis tímpanos estallarian y que pronto terminaría mareado por las luces de colores que iluminaban todo el ambiente. Finalmente, Kyu Jong reparó su atención en mí alzando sus labios en una sonrisa irónica, tomó un último sorbo de su bebida antes de dirigirme la palabra con esa voz de ufano. —¡Así que viniste por más!—. Él escupió con tono frívolo y amenazador.

Así que me estaba retando.

¡Amo los retos!…Y más aún cuando estoy echando chispas de la rabia.