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— ¿Porqué me mira así? — Musitó el menor un poco incómodo por la manera en que el extraño hombre lo miraba.

Hyun Joong no le respondió ni una palabra al muchacho, sólo se dispuso a observarlo detenidamente por todo lado, ni él tampoco sabía porque le había encantado las facciones aniñadas y delicadas del muchacho. Sí, tenía que admitirlo, el niño frente a él era muy lindo.

— Señor, me está asustando. — Musitó Young Saeng atemorizado.

— Deberías dejar de leer tantos cuentos de hadas y sólo ponerte a estudiar. No debes dejarte llevar de rumores baratos de la gente. — Comentó Hyun Joong con la voz ronca.

Ante lo que dijo, el menor frunció el ceño, el hombre no era nadie para decirle que hacer y que no hacer, sólo era un total desconocido que tropezó contra él. Un desconocido petulante y arrogante, para nada cordial que ni siquiera se disculpó por lo sucedido.

— ¿Porqué? Usted no es nadie. ¡Y ya deje de mirarme como si fuera un extraterrestre! — Exclamó el menor muy incómodo.

Era verdad, Hyun Joong le miraba de una manera muy extraña que lo intimidó. Aunque Young Saeng no supiera a simple vista, Hyun Joong estaba tratando de hipnotizarlo con sus ojos desde hace un buen rato, pero el chico seguía de lo más normal, mirándole con esos ojitos tiernos y asustados, emanando esos destellos de inocencia que lo caracteriza…Hasta había aumentado su temperatura corporal para quemarlo y nada, el muchacho seguía intacto, ni uno de sus cabellos negros se chamuscó. Ninguno de sus poderes parecía afectarle al muchacho.

¿El niño de verdad era su novio?

Hyun Joong observó detenidamente a su alrededor por unos cuantos segundos; las personas parecían estar preocupados y cansados por el trajín del día, algunos corrían como locos para alcanzar el autobús y llegar temprano a su casa, otros conducían sus autos y bicicletas para llegar a su destino, otros hablaban por teléfono y otros robaban a la gente. Cada uno de ellos estaba sumergido en sus propios quehaceres de la vida, disimuladamente detuvo el tiempo. Todas las personas que merodeaban por ahí se quedaron congeladas, hasta el más pequeño insecto quedó suspendido en el aire y congelado. Todo ser viviente sobre la faz de la Tierra quedó inmovilizado, y en completo silencio como la de un cementerio.

— Oiga señor, ¡¿no me va a decir nada?! — se quejó el menor haciendo un pequeño berrinche infantil.

El príncipe brincó del susto y parpadeó varias veces, casi se le paraliza el corazón al darse cuenta que al muchacho no le afectaba en lo más mínimo su poder de detener el tiempo.

Young Saeng le miró e infló sus mejillas por lo disgustado que estaba, el hombre frente a él no le decía ni una palabra. No le gustaba que lo ignoraran como si fuera un fantasma, suficiente tenía con sus compañeros de la escuela que siempre le hacían a un lado.

¡MI PRÍNCIPE DE NIEVE! - [HyunSaeng] ¡Editando! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora