|Año 1350Un apuesto príncipe de cabellos castaños, piel blanca y labios rosados cual carmín se encontraba cabalgando su hermoso corcel blanco, mientras perseguía a un ciervo en medio del extenso bosque, sus guardias lo acompañaban en su cacería ese día, jamás salía sólo. Apuntó con su flecha al animal que parecía mirarle directamente a los ojos en forma de súplica, y sin importarle en lo más mínimo los sentimientos de este soltó la cuerda del arco dándole muerte segura, pues la flecha dio a dar en las costillas del ciervo.
Los guardias reales cargaron al animal muerto entre sus hombros, hoy había sido una buena cacería, pues al Supremo Monarca de Francia le encantaba cenar carne asada de ciervo todos las noches acompañado de un buen vino de uva de los viñedos del reino.
De regreso al Palacio Real fue de lo más tranquilo y pacifico, aunque habían algunas doncellas y plebeyas que no dejaban de hacer alboroto cuando veían pasar al príncipe cabalgando su corcel blanco; el hombre con ese porte tan elegante y fino, digno de pertenecer a la familia real dejaba a cualquiera sin aliento y con la boca seca. Hasta se desmayaban de tan solo verlo pasear por el pequeño pueblo en compañia de sus guardias reales que lo escoltaban.
El joven príncipe era sumamente atractivo como la misma divinidad, pero sólo podían admirarlo y observarlo desde lejos, ya que en el corazón del joven existía alguien más, pues estaba enamorado de la hija del primer ministro de la Corte Real. A quien le habían enseñado desde pequeña para la vida real. La joven mosa era admirada y aclamada por su indiscutible belleza y distinción, hasta los príncipes de los reynos más lejanos querían poseerla, pero ella; ella solo tenía puestos los ojos en el apuesto joven príncipe de Francia.
Una vez que pisó el palacio real, el príncipe se dirigió hacia sus aposentos reales, ya que antes de salir de cacería el rey y la reina le dijeron que esta noche le tenían preparado una grandiosa sorpresa, así que debía apresurarse en arreglarse. Le encantaba las sorpresas y más aún, si venía de sus progenitores. Estaba consciente que por pertenecer a la familia real tenía sus privilegios, porque hasta la sirvienta del reino le lavaba los pies y los dientes, así que no se esforzaba en lo más mínimo de hacer las cosas por sí mismo, sólo se ocupada de aprender sus deberes como monarca.
Se metió al enorme cuarto de baño para tomar un relajante baño de flores y espumas en la enorme tina de oro que se encontraba dentro de esta, después de una hora salió del cuarto del baño envuelto en una bata de seda fina y observó que sus criadas se encontraban paradas en fila esperándolo con impaciencia por ayudarlo a vestirse, pero no les dijo nada. Él se tomaba el tiempo necesario para tallar muy bien su cuerpo, pues según él, su cuerpo fue bendecido por los mismos dioses. Era sumamente arrogante, orgulloso y altivo con sus criadas por pertenecer a la realeza, así que por más que quisieras derribar esa puerta y sacar al príncipe a patadas de allí adentro, corrías el riesgo de ser ejecutado ése mismo día. El baño del príncipe era considerado sagrado y por lo cual, no debías importunar.
ESTÁS LEYENDO
¡MI PRÍNCIPE DE NIEVE! - [HyunSaeng] ¡Editando!
Fantasy-¿No tienes miedo de mi apariencia? Acaso, ¿no tienes miedo de que pueda hacerte daño ó quizás...comerte? -¡No me das miedo, Hyun Joong! ✨HyunSaeng ✨Angst ✨Smut ✨Romance ✨Drama ⚠️QUEDA EXTRICTAMENTE PROHIBIDO HACER COPIAS O ADAPTACIONES DE ESTA HI...