¡MI PRÍNCIPE DE NIEVE! - [HyunSaeng] ¡Editando!

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Despertó empapado de sudor y temblando de susto, ¿que fue ese sueño? Se preguntó una y otra vez. ¿Porqué se hundía en lo más profundo de un oscuro abismo? Todo era muy confuso. Se levantó de su cama y salió de su habitación, bajó con cuidado las escaleras y se dirigió hacia la cocina para beber un vaso de agua, tenía mucha sed.

Aún era de madrugada, la espesa y oscura noche se colaba por la ventana. Quizá comió demasiado en la cena, la deliciosa langosta horneada le hizo soñar cosas estúpidas, horribles y sin sentido. Sí talvez eso era, pero, ¿porque Kyu Jong estaba en una parte de sus sueños? ¿Quiénes eran las otras personas? Era el mismo sueño de siempre que lo atormentaba, con sombras oscuras y borrosas que no lograba distinguir nada. Talvez alguien le estaba previniendo de Kyu Jong a través de sus sueños, ¿debía estar preocupado por ello? No lo sé talvez.

Después de ello ya no pudo conciliar el sueño, asi que se puso a limpiar su casa para tratar de olvidar ese mal sueño, seguro se trataba de alguna pesadilla. Cuando terminó de desempolvar la última decoración, se fue a bañar, debía estar listo antes de las siete de la mañana para ir a su lugar de trabajo.

Llegó temprano al restaurante donde trabajaba, se vistió con su atuendo formal de siempre para servir a los clientes. Young Saeng era muy querido y apreciado por los clientes del restaurante, se los había ganado por tratarlos con amabilidad y el debido respeto. Hasta sus compañeros de trabajo le tenían una gran estima por ser el trabajador mas joven. Y por supuesto, el más lindo.

— Young Saeng, el cliente de allí, — una de sus compañeras se le acercó y le señaló una mesa. — Quiere que tú lo atiendas.

— ¿Qué? Pero que cliente más problemático. — bufo fastidiado.

— ¡Hazlo! Se rehúsa a que nosotras le sirvamos…Y nos trató a las patadas. — Dijo la chica algo decepcionada.

Young Saeng respiró profundamente para controlar su enojo, "¿quién se cree ese cliente para tratar mal a mis compañeras?", y a pasos cortos se acercó a la mesa donde se encontraba el hombre problemático.

— Buenas tardes, ¿que va a ordenar? — Preguntó Young Saeng con el debido respeto.

— Mi amor, ¿porque me evitas? — El hombre se quitó las gafas oscuras que traía puesta y le sonrió de lado al muchacho.

Young Saeng se sorprendió al ver quien era y rodó los ojos con indiferencia, estaba disgustado de tan sólo ver a Kyu Jong sentado ahí de una manera prepotente, dándose esas infulas de arrogancia que nadie lo merece. No sabía con exactitud que tipo de rechazo sentía en contra de ese hombre, sólo sabía que un pedazo de ese sentimiento era temor, miedo y pánico.

Cada vez que tenía ese mal sueño se ponía demasiado nervioso y paranoico, por cualquier pequeñez saltaba del susto a causa de que no podía recordar nada. Kyu Jong de alguna manera lo ponía inquieto y sofocado ya que no sólo ahora tenía que lidiar con él en la escuela, porque ahora tuvo la osadía de presentarse en su lugar de trabajo, ¿cuando lo dejaría en paz? Suficiente tenía con aguantarlo en la escuela como para tener que soportarlo también en su lugar de trabajo, Kyu Jong de alguna manera había logrado indisponerlo con su mera presencia.