¡MI PRÍNCIPE DE NIEVE! - [HyunSaeng] ¡Editando!

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Mientras una hermosa unión acababa de realizarse, en el oscuro mundo de las tinieblas, se encontraba un cierto demonio de tez morena echando chispas de la rabia y frustración dentro de su habitación.

Sus planes malévolos no habían dado resultados como él quería, todo le había salido patas arriba. Agarrando una silla de color negro, la estampó con total brutalidad contra la dura pared de mármol que al contacto esta inmediatamente se quebró.

Eso aún no era suficiente para enervar su ira, tenía acumulado demasiado de ello dentro de su oscuro ser, así que agarrando otro de los muebles que estaban dentro de su habitación, lo lanzó también contra la pared, el pobre objeto estalló en plumas. Inclinando la cabeza hacia atrás, lanzó un grito lleno de euforia mirando al techo de su habitación, esa fue la única manera que encontró para desahogarse de todo lo que ahora le estaba perturbando, desquitarse con sus cosas fue una de ellas, el grito por la rabia que sentía.

Si no lo hacía, estaría por perder la cabeza.

~¿Acaso no es verdad, que mis hermanos giran sobre su propio eje alrededor de la estrella más brillante?

De pronto, el acertijo de su padre hizo eco en su mente, haciéndole volver a la realidad y empezar a caminar en círculos silenciosos por toda su habitación, pensando en ese acertijo, queriendo descubrir que había detrás de esas palabras misteriosas, buscando su significado, hasta que una chispa aclaró su mente maquiabelico.

¿Acaso lo había dejado pasar?

Caminando hasta la puerta, el demonio de tez morena la abrió, encontrándose con Altreal en la entrada que le movía alegremente sus siete colas de color negro.

Inclinandose hacia él, el cancerbero le lamió el rostro de forma cariñosa, estando con él la gran bestia del Inframundo tomaba un tamaño más pequeño, pareciendose a una mascota humana pero sin dejar de lado su lado temible. Altreal se echó de patas arriba deseando que su amo jugara con él, captando la invitación, Kyu Jong le hizo cosquillas en su redonda barriguita.

—Joven amo, debería de quedarse a vivir aquí por siempre. —Escuchó a alguien decirle eso detrás de su espalda con una voz grave pero sutil—. Si sigue desobedeciendo las reglas sagradas del Inframundo, acabará con su vida—, mencionó simplemente.

—Dime, ¿en estos últimos setecientos años me haz visto obedecer esas ridículas reglas que utiliza mi padre?—. Habló sin voltear hacia la persona que le hablaba, mientras ahora le hacía cosquillas a Altreal detrás de las orejas.

El hombre se quedó callado.

Kyu Jong sonrió de lado, el hombre acababa de darle una respuesta más que obvia.