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       Si esas palabras no hubieran sonado tan dulces y no se hubieran combinado con el hermoso marrón de sus ojos, posiblemente JiHoon lo aventaría fuera de la cama para que el Alfa durmiera solo en el frío bosque. Sin embargo, la preocupación que emanaba era la clara prueba de que quería cuidarlo a toda costa, y que lo que menos le apetecía era hacerle daño al pequeño retoño en su vientre.

       Sonriendo le dijo que todo estaría bien, que nada podría hacerle daño al pequeño que fue creado con tanto amor y que le amaba con todo su ser. Fueron aquellas palabras las que sonaron como miel en los oídos de Seungcheol, quien, a pesar de haberse negado en primera instancia por miedo, ahora su cuerpo estaba envuelto en llamas.

        Retiró con sumo amor la ropa de JiHoon, prenda por prenda mientras sus besos, lentos y pausados, hacían un celestial recorrido por la suave piel de su pareja, no había nada que les apurase así que cada lamida y mordida estaban estratégicamente creadas para hacerlo temblar, solo eran ellos en una pequeña habitación con una tenue y cálida luz acompañándolos.

— Cheol... Por favor~ — la voz de JiHoon estaba cortada y agitada, sus manos apretaban la sábana con fuerza cada vez que su alfa le consentía, jamás se había sentido así, nadie le hacía sentir lo que él provocaba.

— Tranquilo, precioso, tenemos toda la noche~— En un grave ronroneo Seungcheol bajó a engullir el necesitado miembro que llamaba por él, estaba brillante por la humedad que él mismo había ocasionado. Ya en su boca no pudo más que sentirse orgulloso, con el pecho inflado por el gran gemido que oyó de su pequeño.

Las mejillas del Omega estaban cada vez más rojas, su cabello (aunque nadie lo había tocado) era un desastre total debido a todas las veces que arqueó su espalda en busca de más de esas placenteras sensaciones. Jadeó fuerte cuando Seungcheol hincó sus dientes en su muslo izquierdo, al paso que dos de sus dedos se encontraban explorando sin pudor su entrada. Desde su posición el Alfa parecía una pantera devorando una deliciosa comida, sus ojos y cabello color negro azabache le daban la imagen de una bestia salvaje e indomable, aunque la verdad es que de eso tiene bien poco.

— No creo poder soportar mucho más...-.

— Yo creo que soportarás más que esto~ —.

Sí, ese lado dominante de Cheol siempre le sorprendía pues acostumbraba ser romántico y muy, muy paciente, pero en estas ocasiones, cuando su lado animal salía a la luz, era una mezcla interminable de pequeños lujos sexuales, que obviamente él podía degustar de primera mano.

Las embestidas comenzaron lentas al momento de entrar, de más está decir que no quería dañar a su retoño, sin embargo, el placer se esparcía por toda su columna vertebral, generando corrientes eléctricas que iban directo a su sexo ocasionando que moviera sus anchas caderas con ímpetu.

La habitación se llenó de palabras de amor que combinaban con los obscenos sonidos que ambos dejaban salir; una sinfonía perfecta producida por una intimidad correspondida y consensuada.

La cama rechinaba por la antigüedad de la madera cada vez que el respaldar chocaba contra la pared, ninguno de los dos parecía sorprendido pues se encontraban absortos por un ínfimo placer.

— Ya casi... Cheol, ya casi~.-

— Hágamoslo juntos~.-

No pasó demasiado tiempo para que el nudo se hinchara y llenara por completo el interior de JiHoon, quien, con un gemido agudo también se corrió manchando el abdomen de ambos mientras su pervertido alfa le apretujaba los "pechos" en crecimiento, lógicamente de allí no saldría leche aún así pareciera que a él no le importaba.

— ¿Qué haces, Cheol? — todo salió en un tartamudeo, su alfa comenzó a moverse nuevamente en su interior explotando todo el erotismo en su cuerpo, y, aunque no podía reclamar por lo rico que se sentía, todo lo hizo saber con su mirada.

— Eres tan hermoso~-.

— Cállate~... -.

El Alfa rió cuando, después de un rato y con una estocada certera, llevó al máximo punto de placer a su pareja haciéndolo correrse nuevamente.

— Solo un poco más~- con una brillante sonrisa Seungcheol también llegó a su clímax.

— Te detesto...- JiHoon, quién intentaba recomponer la compostura, besó los labios de su amado y le haló un poco el cabello.

— Claro que no lo haces~ ay. - Soltó una leve carcajada. - Bebé, mira, tu madre me está maltratando después de que lo hice sentirse más que bien~ hubieras visto su cara, estaba tan sexy~ — Y nuevamente Seungcheol recibió un golpe en el hombro, y otro jalón de cabello.

— No le digas esas cosas al bebé, pervertido... — dijo, aunque estaba sonrojado y halagado por sus cumplidos.

— Entonces... ¿Prefieres que te los diga a ti?- Choi subió hasta quedar frente a frente con él— que me encanta la forma en que gimes mi nombre, como tus ojos revolotean cuando toco ese punto que tanto te gusta, como aprietas los dientes cuando tomo tus pezones con mi boca o como-- — sus palabras fueron interrumpidas por un apasionado beso.

— Te amo, alfa tonto~ — la adormilada mirada del Omega hizo que Cheol recogiera todo su valor y fuese a la oscura y aterradora cocina por un vaso de agua para él, no quería que se durmiera sin antes haber bebido algo y ahora que pensaba con más claridad podía decir que todo había valido la pena, y que nadie iba a arrebatarle al amor de su vida. Porque eso era JiHoon para él.

Tardó en darse cuenta de sus verdaderos sentimientos, esos que estaban camuflados como preocupación por concebir un hijo, y los que no eran más que amor puro y duro; incluso MinGyu, quién según él es un cabeza hueca, había podido notar que sus cuidados iban más allá de una simple relación de "padres por obligación". Se había sentido impotente ante toda esa información, un completo y total imbécil por dejar ir al pequeño rayito de luz que llegó a su vida para sacarlo de toda la mierda que estaba viviendo.

Absorto dió un valiente vistazo por la ventana de la cocina para quedar algo sorprendido al ver los primeros rayos de sol asomarse por entre las ramas de los árboles, sonriendo ampliamente volvió a la habitación con una toalla húmeda también, limpió a JiHoon y dejó que tomase el vaso con agua.

— Espera un momento... — Abrió sus grandes ojos, más grandes de los que ya los tenía y contuvo la respiración. — Me dijiste que me amas... — Sus labios hicieron una curva ascendente de manera lenta, JiHoon tuvo que apartar la mirada de lo brillante que se veía así de feliz.

— Eres muy lento, Choi...—.

— Me dijiste que me amas~ bebé, ¿Escuchaste? Tu mami me ama, a mí, solo a mí, me ama~— sin esperar mucho más comenzó a saltar de felicidad en la cama, provocando que su Omega riera a carcajadas por lo avergonzado que se sentía.

— Yah~ ven a dormir— invitó riendo y abriendo las cobijas de la cama, el Alfa rápidamente se acomodó a su lado, sin borrar su brillante sonrisa, besó todo su rostro alegremente antes de mirarle a los ojos.

— También te amo, Jihoonie~— Las gruesas cortinas impidieron que ambos amantes pudieran notar la entrada del sol, por lo que ya rendidos por el sueño y el cansancio se acurrucaron el uno con el otro para poder dormir, con sus corazones revoloteando Seungcheol acariciando la pancita de JiHoon y JiHoon sintiendo la calma y paz que su cachorro le transmitía al estar en contacto con su padre.

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[Voy a estar avisando de las actualizaciones por mi tabla de contenidos, así que vayan a seguirme si gustan, para que estén informadxs, no olviden compartir la historia, apoyarla y dejar su hermosa estrellita. Además, hay un OneShot en mi perfil, y próximamente una nueva historia, pueden ir a mirarlas también❤ Les quiero]

[Cuídense mucho, no salgan de casa de no ser estrictamente necesario, laven sus hermosas manitos constantemente, beban bastante líquido y usen su mascarilla apropiadamente, Les amo, y gracias por el amor que le están dando a la historia♡ Besitos en sus ojitos lectores]

필요성- Necessity- JicheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora