A JiHoon jamás se le pasó por la cabeza que tener dos dedos allí metidos sería algo tan excitante, aún no se hacía a la idea de que él, quién se burlaba de SeungKwan por ser pasivo, llegase a serlo, bueno, también cabe destacar que toda su vida creyó que sería un alfa.
Ya meter el tercer dedo fue más fácil que cortar un pan de mantequilla, SeungCheol estaba conteniendo a su lobo para que no fuera a dañar a su acompañante, pero la vista del omega ya estaba muy nublada, claro síntoma de que él también estaba entrando en celo.
El pelinegro, ya sin poder contenerse por más tiempo entró en el virgen agujero de JiHoon, éste por su parte estaba siendo un gran escándalo de gemidos y jadeos mientras se frotaba para que SeungCheol comenzara de una buena vez con las estocadas.
Nada de lo que decían parecía tener significado, salvo los murmullos que daba el mayor dejando muy en claro que quería tener "cachorros" con JiHoon, el mismo que le arañaba la espalda sin señales de romanticismo.
— Más... — Se le oyó decir al mismo, sus ojos desbordaban de picardía y deseo. Sus instintos más ferales y eróticos estaban a flor de piel, podía sentir, con cada estocada que iba cayendo poco a poco con los encantos avasalladores del hombre que ahora le estaba dando el mejor sexo que alguna vez puedo imaginar.
Sus habilidades de discernimiento se fueron en picada tras las dominantes garras de su poseedor, sus dedos imperiosos recorrían cada hebra de su ser como si fuese propia, abusándola y explotándola tal si fuera una mina de preciosas piedras. Esos voluminosos labios besaban de manera dominante los ajenos, provocando que se abultaran y enrojecieran cual cerezas. Gruñidos y gemidos liquidados entre las blancas paredes y quedando olvidados entre las esquinas eran lo único que podía oírse.
— Dios... — JiHoon enrolló sus blanquecinas piernas en la cadera de Cheol mientras él se preocupaba de bombear su entrada como si no existiera un mañana. Ambos estaban sudados pero sin bríos de detenerse.
El menor sintió como algo estaba creciendo en la base del pene del mayor, no supo a qué se debía hasta que se atrevió a mirar hacia bajo, no pensó que un pene pudiera ser tan grande, y olvidó el propósito por el cual bajó la mirada, se sentía flotando en el cielo. Su lubricante natural ayudaba a que todo se tornara más húmedo y viscoso.
— Ahí, Cheol... ahí...— apretó contra su pecho la cabeza del nombrado, permitiendo que él entornara su lengua alrededor del rosado pezón del omega, haciéndolo gritar más de lo que ya lo estaba haciendo.
Un par de minutos después Cheol intentaba con todas sus fuerzas meter su nudo dentro del de baja estatura, trató pero aquello era demasiado placentero, le costaba mantener el control, hasta que por fin entró, soltando un largo y gutural gemido, acompañado de uno agudo y suave de parte de JiHoon, no se había percatado de que él ya se había corrido.
— Ah... —.
Pasaron bastantes horas de sexo ininterrumpido, era casi como una maratón de lujuría. Tanto JiHoon como SeungCheol perdieron la cuenta de la cantidad de veces que lo hicieron, puesto que éste último ni siquiera se molestaba en salir, una vez acababa volvía a comenzar, lo único que sabían es que afuera estaba oscuro y que sus estómagos gruñían de hambre.
— Voy a pedir a domicilio... — Susurró el mayor, alcanzando su móvil desde el suelo.
— ¿Qué hora es? —inquiere un meloso omega, acariciando su pancita un tanto inflada por las cuantiosas veces que recibió el abundante esperma del mayor, aún no recobraba del todo la capacidad de entender lo que se le decía, pero su cuerpo no estaba pidiendo a gritos ser tomado.
— Las once con dos... — responde, bastante sorprendido también. — ¿cuántas veces lo hicimos? — Preguntó ahora él.
— No lo sé... perdí la cuenta luego de la séptima... — murmura intentando levantarse de la cama, pero sin poder hacerlo, su cuerpo parecía de gelatina.
— Te llevo... ¿vas al baño, no? — recibe un asentimiento en respuesta y le carga, él tampoco tenía mucha fuerza ahora y sus manos se desviaban por los muslos de JiHoon, acariciándolos con dulzura.
— Ve a pedir la comida en lo que me baño — Dice de pie en la ducha, dejando correr el agua.
— Está bien... —
SeungCheol creía que no habían maneras de conquistar a alguien siendo uno mismo, que debía actuar de manera predeterminada mientras esperaba a que la otra persona no se decepcionara por sus accionares. Sin embargo, con JiHoon todo parecía diferente, él era... pues él mismo, no fingía ser delicado, menos decía cosas para impresionarlo, por el contrario, siempre se mostraba sumamente centrado en sus propios ideales, en las metas que quería conseguir sin perder esa ternura que le caracteriza. No dejaba de lado a su responsabilidad como nieto, ni como estudiante. Tenía una sensualidad única que desbordaba cada mañana, un cuerpo que no era menos atractivo que los que suele criticar en la televisión.
Lee JiHoon era alguien tan real, tan auténtico que lo deslumbraba, y estaba perdido, porque era el único que esta interesado en la otra parte, pues, además de todo lo bueno que tiene... el omega jamás se fijaría en alguien como él.
[Voy a estar avisando de las actualizaciones por mi tabla de contenidos, así que vayan a seguirme. Subí un One-shot JiCheol, pueden ir a verlo si gustan <3]
[Espero sigan apoyando la historia y no olviden dejar su hermosa estrellita]
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필요성- Necessity- Jicheol
FanfictionOMEGAVERSE - Por favor, puedo darte lo que me pidas si accedes a ayudarme...- - Yo no soy otro omega que se deja cegar por el dinero de un estúpido alfa como tú.- 🍃 Pareja principal: Jicheol. 🍃 Mención de Verkwan y Meanie. 🍃 Contenido sexual ex...