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La verdad es que SeungCheol no estaba pensado mucho las cosas, las personas que pasaban a su lado le miraban de una manera que él no podía entender. JiHoon se había marchado, no por culpa suya, sino por culpa de sus padres... O quizá solo uno de ellos.

Lo más cliché sonaba en su cabeza en momentos como este, el típico "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes". Es que fue un estúpido, debió decir la verdad desde un principio y nada de esto hubiera pasado, también debió decirle a su madre que tenía un Omega embarazado esperándolo en casa, en lugar de decirle que le daría una "oportunidad" inexistente a esa mujer, la que seguramente todavía estaba en su casa muy cómoda.

Al entrar en su morada su sangre hervía, tomó a esa mujer desde el cuello de su blusa, levantándola del mullido mueble.

— Mira, no sé qué fue lo que le dijiste a mi Omega, ni qué tienes allí metido o quién te hizo esa marca. Lo único que sé es que no te quiero ver en frente de mí, ni de él... Lárgate. — Allí sí usó su voz de alfa, las reglas de etiqueta que le fueron inculcadas desaparecieron en cuánto dañaron a JiHoon.

— Si ese chico se creyó todo lo que le inventaron es por algo, ¿No te parece? Puede que no... Confíe tanto en tí como tú crees...—

— Lárgate de aquí. — La corrió casi a patadas de su casa, tendría que cambiar la manija de la puerta.

[°°°]

JiHoon llegó al centro médico dónde se encontraba internada su abuela, ella no pudo reconocerlo, cosa que acrecentó la tristeza que el menor ya estaba sintiendo.

— Soy tu nieto, soy JiHoon... Mírame, abuela...— sollozaba intentando que la mujer mayor le mirase a los ojos.

— ¿A qué hora llegaste, hijo? Había un joven aquí hace un momento... — al pequeño se le partía el corazón, si no estuviera allí internada probablemente no podría reconocerlo tan fácilmente como ahora lo había hecho.

— Acabo de entrar, el joven te venía a decir que yo llegué — Si no le decía eso ella creería que estaba volviéndose loca.

— Pero si ayer viniste, hijo... — Eso no era verdad, llevaba días sin ir a visitarla, ahora se sentía culpable también.

— Lo sé, pero quise venir de nuevo.—

— ¿Qué tal está tu bebé?—

— Mi bebé está bien, yo... — A penas lo notó... Él nunca le había dicho que estaba embarazado.— Yo me siento de maravilla, he tenido muy buenos días — Le mintió sin descaro.

— ¿Y el padre?— Su abuela le miraba con esa curiosidad y dulzura característica de personas de la tercera edad. No obstante, no le quiso responder a ello con completa sinceridad, se estaba convirtiendo en un mentiroso por culpa de ese ingrato alfa.

— Está en casa... — Se limitó a decir.

Dos horas después se despidió de su abuela, tenía que traer de vuelta a sus padres para que pudieran venirla a ver. Sabía que volver a estar frente a ellos sería una experiencia totalmente desagradable, aún así tenía que hacerlo, porque esa enfermedad era ingrata, por lo menos haría que su abuela mantuviera en sus recuerdos a esos seres que después de todo, la habían cuidado durante muchos años.

Tomó el primer bus a su antigua ciudad, la que verdaderamente no estaba muy lejos. Llegó al terminal cuando el sol ya se había metido, uno de los hombres de servicio tuvo que despertarlo; dándole aviso de que arribó a su destino. Agradecido salió de allí, rumbo a un hotel cercano, no tenía mucho dinero del que disponer aunque debe admitir que sacó unos cuantos billetes de lo que le dió el papá de SeungCheol.

Ese dinero cubrió únicamente una habitación de baja calidad, una sopa instantánea y un jugo de naranja en caja; no era lo más recomendado para una persona en el primer trimestre de embarazo, pero si acababa con el hambre y le permitía no pasar la noche en la calle, era más que suficiente. Se acostó a dormir con miedo, sintiéndose solo y vacío, sensaciones que jamás esperó sentir estaban aflorando y no existía más remedio para eso que un (a sus ojos) ingrato y descarado alfa.

Las primeras luces del día se hacían presentes, avisando sin descaro que ya era hora de marcharse; JiHoon tomó sus cosas y la caja de jugo de naranja que no se había tomado la noche anterior, lo bebió reconociendo que quizá esa sería su única comida del día, se sentía mal por su bebé, porque además no había podido dormir como es debido gracias a que el lazo le transmitía toda la angustia que SeungCheol estaba sintiendo.

No quiso pensar en ello, de hacerlo se sentiría mucho más triste; así que rogaba para que esa situación no le afectase a la criatura en su vientre.

[°°°]

En casa de sus padres el panorama no era miel sobre hojuelas, su madre le miraba con un poco más de empatía que su padre, quién no tenía reparos en observarlo con total desaprobación; obviamente se debía a la notoria marca que ostentaba en su cuello.

— ¿Vienes a rogar porque te recibamos de vuelta? — Soltó sin mayores escrúpulos aquel alto hombre.

— Nah, no vengo a eso... Sólo quería decirles que mi abuela está internada en una clínica para el correcto tratamiento de su enfermedad, porque, por si no lo recuerdas, te fuiste dejando abandonada a tu madre. Bueno, los médicos me dijeron que debía informarles de la situación pero como ustedes cambiaron números telefónicos, me tuve que dar la tarea de venir hasta aquí. En fin. — Esa lengua era venenosa.

El hombre mayor se quedó sin palabras, no podía objetar contra una verdad tan tangible como la que estaba escuchando; nervioso salió de la cocina, y por fin, después de meses, JiHoon podía sentir el abrazo materno que tanto le había hecho falta, aunque los de su abuela no tenían comparación.

— Hijo... siento mucho que te hayas tenido que quedar solo y sin nada... sabes cómo es tu padre, yo... no pude hacer más que seguirlo.—  Dice metiendo en la mochila del pequeño un sobre azul con dinero.—  Quise enviarte éste dinero para que cubras tus gastos y los de la universidad pero tu padre me lo impedía cada vez que intentaba depositarlo... tiene conectadas las cuentas, entonces las revocaba. —  susurra acariciando las mejillas de su hijo.

— Mamá... ¿él te ha golpeado?—  la mujer simplemente negó con la cabeza, aunque seguía mirándola intensamente, ella parecía sana y estaba tranquila.— Iré a quedarme en casa de JeongHan... ya hablé con él—.

— ¿Y no quieres quedarte aquí? —

— No, no me quedaré bajo el mismo techo que ese hombre.—  Y así, simplemente se despidió de su madre, dándole la dirección del centro médico en un papel.

— Iré... Iré a verla.—  Su padre sale, con cara de cachorro arrepentido, tomando el papel, sin embargo, su madre volvió a quitárselo.

— Deberías, al menos para limpiar tu consciencia.—  Y así salió de casa, siendo indiferente a los sentimientos del ser que le dió la vida, esperando que un futuro el karma no se lo pagase con el bebé que iba a nacer. 

[Voy a estar avisando de las actualizaciones por mi tabla de contenidos, así que vayan a seguirme si gustan, para que estén informadxs, no olviden compartir la historia, apoyarla y dejar su hermosa estrellita ❤ Les quiero]

필요성- Necessity- JicheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora