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Para cuando el tipo de la comida llegó JiHoon ya estaba con Cheol en la sala, hablando de las probabilidades que tenían de ser padres, llegaron a la conclusión durante esa plática de que, si bien las estadísticas se inclinaban a su favor, no podían ser demasiado confiados.

— Te faltan mil wons — Dijo el omega de pie firmemente en la puerta, quizá los de la comida rápida sabían que Cheol era un alfa soltero, o aquel otro omega era un simple trabajador, pero su cerebro ya estaba trabajando con paranoias infundadas, es que él no podía permitir que otro chico le quitara a su alfa, por supuesto que no... 

Hizo un alto a sus propios pensamientos todo rojo por la vergüenza, se dijo mentalmente que SeungCheol era su alfa, eso no podía estar sucediendo. 

Debe ser por el celo, él es alfa, acabamos de tener sexo por horas... no hemos comido nada... es eso... simplemente eso, pensó, algo dentro de él le decía que se estaba poniendo excusas ante el inminente enamoramiento, se hizo creer que está deslumbrado por todo lo que ha conseguido a tan corta edad, sí, no es enamoramiento, es admiración y respeto.

— Aquí tienes... muchas gracias... — El pelinegro le sonríe al repartidor, el mismo que sonrojado recibe el dinero y la propina. Un espacio muy privativo en el corazón de JiHoon se rompió sin saber porqué y, en un arrebato descontrolado, tomó el cuello de la bata de SeungCheol y lo besó, su lengua acariciando cada espacio de la cavidad bucal del contrario, haciéndole sentir que estaba en el cielo.

— Entremos... — Cerró la puerta prácticamente en la cara del pobre muchacho que posiblemente estaba siendo amable.

— Esos fueron... ¿celos? — curioseó con mucho tacto, casi inseguro.

— Sólo te estabas demorando demasiado y tengo hambre.

Y sin decirle nada más tomó asiento en el sofá, devorando el jajangmyeon,  que, extrañamente, es una de sus comidas favoritas, no le podía dar el mérito a su compañero, pues nunca le mencionó nada acerca de ello. 

[°°°]

Un par de semanas después (cuando el celo de JiHoon se hubo calmado) SeungCheol llegó con una bolsa de papel de color negro, se la dió al omega y lo metió al baño, sin mediar palabras.

— ¿Qué carajo, imbécil? estaba ocupado...— 

— Sí, sí, señor gruñón, hazte esas pruebas y dime que tienes un bebé mío allí— fue la una respuesta que recibió, estaba molesto, debía terminar ese estúpido informe para mañana, y la parte de finanzas no parecía querer contribuir en su éxito, así que sí, molesto era la mejor descripción.

Tuvo unos momentos los test en sus manos, para proceder a orinar en ellos y que la "magia" sucediera, la molestia se iba disipando poco a poco, dándole paso al nerviosismo y a la intriga, no se sentía extraño, no tenía nauseas, ni mucho menos mareos, se sentía igual que cuando llegó a casa de Choi.

— Déjame entrar, quiero ver que dicen... — Aquella voz lo sacó de sus pensamientos, la voz de un ángel y un demonio, SeungCheol era un extraño e indescifrable conjunto de cosas.

— Está abierto, señor desesperación.—

Sin más entró, mirando fijamente dos de los test, ni siquiera esperando a que pasaran los 5 minutos que se indicaban en el empaque, JiHoon aún no podía entender su exaltación. Los minutos transcurrieron lento, tanto que casi dolían.

— ¿Qué significa eso...? — el alfa preguntó, su cara lo decía todo.

Esa miserable rayita en el test daba cuenta de que no había bebé gestando en su vientre, el omega en tanto acarició su abdomen completamente plano, no quería creer que los días enteros de relaciones sexuales no hayan dado frutos.

— Es mi culpa, quizá... yo no... lo dejé lo suficiente... o... — Sólo estaba buscando excusas.

— No digas tonterías... sólo... fueron un par de días, podemos seguir intentando... — Por primera vez en su vida, Lee JiHoon se puso en el lugar de su amante, SeungCheol necesitaba un bebé lo antes posible, de eso dependía (según él) la felicidad de su madre.— Mira... intentémoslo ahora, ¿sí? — Se posicionó en el regazo del mayor, limpiando las lágrimas que habían caído traicioneramente.

Susurró un par de palabras tiernas antes de chupar los dedos del adverso mientras se ponía en posición. El ambiente se había tornado muy caliente en cosa de segundos, SeungCheol estaba sentado en el inodoro. Metió suavemente un dígito en el pequeño, éste había hecho un excelente trabajo en lubricarlos. Pero dios, cómo le ardió, y se sintió incómodo, de todas formas no hizo nada para sacarlo de allí.

Chilló un tanto sintiendo su cuerpo vibrar, sus sensibles pezones estaban erguidos, avergonzándolo. No tuvo tiempo de pensar en eso, pues un segundo dedo llegó a parar en su entrada, moviéndose en forma de tijeras. Ya sabía a lo que se atenía, así que no se quejó de la preparación recibida, al menos no hasta que el tercer dedo profanó su entrada.

— Ah~ Joder~. 

— Que mal hablado... — Tocó el miembro de quien se burlaba de él ya con más confianza, sacándolo del pantalón y ropa interior, haciendo que abriera las piernas para poder sentarse entre ellas.

— Sostenme...

— Toda la vida...  — Puso sus manos en los pezones del omega mientras éste se sentaba, corrió a un lado el bóxer del pequeño, agradeciendo que solamente traía puesto eso y una camiseta holgada y por fin se deslizó dentro.

— D-Duele, joder... — Sollozó, dios, el pene del alfa es grande, le dolía mucho más de lo que recordaba.

Sin embargo éste soltó un ronco gruñido al sentir como se deslizaba por su agujero tan estrecho y caliente; presionó nuevamente entre sus dedos los pezones del menor, dejando que se acostumbrase a su grosor, ya pasado unos minutos elevó las caderas para entrar más profundo.

JiHoon tiró la cabeza hacia atrás y mordió su labio inferior, desde hace días quería hacer aquello, pero su orgullo era mayor, había tenido muchas ganas. No tomó mucho tiempo para que las embestidas fueran brutales, SeungCheol arremetía contra el orificio como si ya mañana el mundo se fuese a acabar. 

Gimoteos claros se oían en el cuarto de baño, las obligaciones habían sido desechadas junto con la tristeza.

—Muévete para mi...— Ya hasta sonaba como un alfa, sí que sabía ser dominante cuando se lo proponía. Se mantenía pellizcando los tiernos botoncitos rosas; ya se estaba imaginando a JiHoon saltar sobre su pene pero lejos de ver eso, el menor se levantó, dejando a la vista como chorreaba de lubricante.

Dió la vuelta para estar de espaldas y volver a sentarse en aquel caliente falo, mordiendo todavía su labio inferior, rió con suficiencia cuando escuchó cómo Cheol gemía.

— S-Sí...

Saltó rápidamente sobre él, estaba tocando en lugares en los que se sentía muy, muy bien, le hacía temblar con fuerza. El pelinegro apretó su cintura algo fuerte y lo ayudó a acelerar los movimientos.

— Carajo... —  Bajó una mano por su terso muslo, y lentamente la acercó a su intimidad, quería tocarlo y así lo hizo, comenzó prontamente a masturbarlo. Para JiHoon fueron largos y tortuosos minutos de aguantar su orgasmo, hasta que ya no pudo más y se corrió manchando su bóxer.

Cheol llegó un par de estocadas después, chocando contra el estanque de agua del retrete cuando recargó a JiHoon contra su pecho, dejando caer el test de embarazo que no habían mirado. 

Ese que marcaba positivo.



 [Voy a estar avisando de las actualizaciones por mi tabla de contenidos, así que vayan a seguirme si gustan, para que estén informadas ❤]

[Espero sigan apoyando la historia y no olviden dejar su hermosa estrellita]

필요성- Necessity- JicheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora