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JiHoon tenía la vista nublada por el llanto, tanto así que ni siquiera fue capaz de notar a quién tan diligentemente lo perseguía. Caminó rumbo a la casa de JeongHan, de seguro el mayor ya había llegado con Jisoo, no quería preocuparlos, por lo que simplemente volvió por donde vino.

A Seung Cheol no podía haberle dado una taquicardia más grande que la que le había pegado cuando notó que el pequeño le había visto, aunque al parecer ese no era el caso porque el mismo ni se molestó en pegar una mirada en su dirección nuevamente.

— Me salvé por los pelos del ano de MinGyu... — Experiencia de la que no le apetecía hablar por nada en el mundo.

Ambos llegaron al mismo destino, aunque uno más tarde que el otro, y uno menos cansado que el anterior pero al fin y al cabo estaban a salvo.

Luego de que JiHoon entrase por aquella puerta no parecía tener señales de vida, no se asomó por la ventana y qué hablar de que pudiera hacerlo por la puerta, el alfa comenzaba a desesperarse, ya no soportaba estar lejos de su omega, lejos de su bebé, lejos del amor de su vida, eso Cheol ya lo tenía bastante en claro, que el pequeño sería su única pareja en la vida, porque después de estar con JiHoon no podría hacerlo con nadie más.

Todavía podía apreciar la sensación de su piel contra la yema de sus dedos, el toque dulce de sus labios que, aunque esquivos, eran más cálidos que le sol del verano, JiHoon era todo lo que SeungCheol había imaginado en una persona. Inteligente e independiente, con la pizca suficiente de dulzura, amable y sensible. Nada parecido a un omega promedio. El chico no le pedía lujos, no se fijaba en qué tan grande era su billetera, ni cuánto podía gastar con su tarjeta de crédito.

JiHoon era el mejor escenario que pudo haber imaginado.

[°°°]

Pasadas las doce de la madrugada, JiHoon todavía no podía conciliar el sueño, daba vueltas por la cama como si fuese un pollo en el palo para asar. Algo dentro de él le pedía con suma fuerza ir a buscar a su alfa, y ese algo definitivamente era el cachorro, aunque siendo sinceros su omega también pedía a gritos salir en su búsqueda; no obstante, su orgullo parecía ser inmensamente más grande, y no guardaba ningún ápice de arrepentimiento por haber salido de la casa de aquel alfa irrespetuoso y traidor.

Se encontraba consciente de que su cachorro no tenía la culpa, merecía crecer junto a su padre, o al menos conocer de quién se trata, porque, dándole un fuerte dolor a su presunción, Seung Cheol sí parecía interesado en el bebé, inclusive más que él. Con todos aquellos pensamientos decidió que iría al patio frontal de la casa, el aroma del gran árbol de toronjas del vecino le generaba una indudable paz. 

La noche no estaba fría en lo absoluto, por el contrario, hacía algo de calor, lo que ayuda a estimular a su bebé, el cual se calmaba de inmediato, probablemente ante la idea de que es su padre quién lo cobija con su fragancia. JiHoon estaba extrañado, olía tanto que a él que se comenzó a preguntar si se trataba verdaderamente del alfa; descartó esa idea a los pocos segundos, sería estúpido que ese hombre estuviese aquí, en su mente no cabía la remota posibilidad de que Seung Cheol averigüe dónde se encuentra, no lo considera tan inteligente para tremenda hazaña.

[°°°]

Para Seung Cheol aquel árbol fue su gran defensa, no podía controlar todo el perfume que salía de su cuerpo, tanto su alfa como él estaban desesperados por traer de vuelta a sus brazos al pequeño omega. Podía sentir como su cachorro clamaba por su atención y protección, cosa que puso sus sentidos a tope.

Descendió del vehículo como si cargase tras su espalda un gran tormento; caminó cauteloso por el borde de la calle, agachado, como un león que acecha su presa, llegando a esconderse entre esos bien arreglados arbustos. La oscuridad de la noche fue también otra de sus aliadas, ya no podía más estando lejos de su hijo y de su omega.

Con sutileza se puso tras él, olisqueando su cabello, cualquiera que viera todo lo que acababa de hacer pensaría que estaba completamente desquiciado, o que era un psicópata. JiHoon hizo un ademán en voltearse, pero Choi fue más rápido, le cubrió los ojos con una mano mientras que con la otra sostenía con firmeza su cadera.

— ¿Q-Qué haces aquí? — Preguntó el castaño, obviamente había notado que la persona a sus espaldas era Seung Cheol, después de todo la marca en su cuello y el bebé generaban una conexión intachable.

— Vine por lo que es mío.— Sin más agarró a su omega para arrastrarlo al auto, JiHoon se quejaba e intentaba nulamente zafarse de sus garras, cosa que le resultó imposible, puesto que el susodicho no aparentaba tener intensiones de soltarlo.

Fue puesto en el asiento del copiloto, con el cinturón de seguridad amarrado, el mayor dio la vuelta al auto, instancia que JiHoon aprovechó para volver a tratar de escapar, obviamente fallando a los pocos segundos.

— Seung Cheol, por favor, déjame ir, no tiene caso que me tengas aquí.— Le dijo, persistiendo en su persuación, la cual -sin sorprender a nadie- falló.

— ¿soy un tonto?— acotó mirando el camino, había puesto en marcha el auto, conduciendo hasta un lugar más alejado de todos, dónde nadie pudiera interrumpir en su conversación.

— Lo eres.

— Entonces permíteme informarte que no puedes usar la razón contra un tonto, por lo tanto, es inútil hacerme cambiar de opinión. 

— Jugaste conmigo tanto como quisiste, ¿acaso te aburrió tener a tu amante y por eso viniste por mí? 

— Yo no tengo una amante. Nunca la he tenido y nunca la voy a tener, estoy enamoradísimo de un chico, un omega mañoso y gruñón que me hace perder el control sobre mis sentidos... es tan orgulloso que no me quiso escuchar, y yo soy tan tonto que no pude ir tras él. — Murmuró con profundo pesar.

— No creas que con un par de palabras vacías vas a comprarme. No estoy interesado en un alfa arrogante y mentiroso como tú—.

— Si yo no te importase no estarías tan molesto conmigo, menos hubieses llorado por mi culpa... JiHoon, sólo quiero hacerte entender que nada es lo que tu crees... Por favor, confía en mí, te lo  pido de todo corazón, el mismo que es completamente tuyo y de nuestro bebé...—.

— Lo haces únicamente porque necesitas a mi bebé, de lo contrario no estaría-- 

Seung Cheol no podía escuchar más negativas de su parte, por lo que aparcó a un lado de la carretera para besar sus hermosos y suaves belfos. El omega lucía confundido en un principio, pero con el pasar de los segundos y con la exigencia que imponían los labios del alfa comenzó a relajarse. 

— No te engañé con nadie, fue un malentendido que no fui capaz de resolver hasta que te vi marchar. Mi madre me pidió darle una oportunidad a esa omega porque no sabía que yo te tenía a tí, de hecho cuando mi madre se marchó le iba a pagar a la mujer para que se fuera, la suma que le darían mis padres si me negaba era más grande que la que yo le proponía... Mi padre debió enterarse de mi negativa y la mandó a mi casa... sin saber de tí. Supongo que cuando te vió, y vió tu marca asumió muchas cosas... Tanto él como yo hacemos lo que sea por complacer a mi madre, y como ella eligió una pareja para mí, papá simplemente hizo lo que tenía que hacer. Cumplir su voluntad... — Por fin explicó el pelinegro. — Le hice saber a ambos que yo te quería a tí, que eres lo que yo necesito para ser feliz, y lo entendieron... 

— ¿entonces nunca tuviste nada con esa mujer?— Sus ojitos luminosos eran la perdición de Choi.

— Nada de nada.

— ¿Y la marca?

— A saber quién se la hizo, no es mía.

— Me siento como un estúpido.

— Hiciste lo que tu corazoncito roto te pidió, yo no te juzgo de nada en absoluto.— Dicho eso puso en marcha nuevamente su automóvil, tenía un destino definido.

Por fin podía respirar la paz.



[Comenten aquí abajito a dónde creen que lo lleva SeugCheol :3 Los leo]

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필요성- Necessity- JicheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora