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JiHoon ya se sentía más cómodo con la compañía de SeungCheol, aunque le dolía admitir que le agrada estar a su lado, cocinaba bien, sabía escuchar, era atento y respetaba su espacio.

Con el paso de las semanas se fue sintiendo cada vez más a gusto en la universidad, ya nadie le llamaba para hacer cobranzas, el estado físico y mental de su abuela fue de mejora en mejora, la visitaba todos los días y aunque eso implicara tenerse que levantar una hora y media antes, valía totalmente la pena. Llegó a considerar que SeungCheol estaba pidiendo muy poco a cambio de los sacrificios que hacía, y tenía toda la razón, mientras más conocía al alfa, más se convencía de que en realidad el único beneficiado era él mismo.

El omega no quería pensar en sí mismo como una persona egoísta, así que a cambio de la hospitalidad del alfa se propuso hacer el quehacer del hogar que ambos compartían.

El lavado de ropa había sido una travesía que con los días fue más llevadera, pero su primera experiencia no podía llamarse "buena" mucho menos, "exitosa". El pequeño cuarto de baño terminó lleno de espuma e inundado, con la lavadora estropeada, un cortocircuito en todo el edificio y él, en brazos de SeungCheol, que lo rescató de la feroz bestia llamada "lavado", instancia en la cual pudo apreciar en primer plano los definidos abdominales del alfa. Días despúes volvió a intentarlo, ésta vez con una lavadora nueva que avisaba la cantidad correcta de detergente que se tenía que utilizar. Le fue un poco mejor, al menos la ropa estaba limpia y seca, las camisas blancas de SeungCheol con un leve tono rosa, teñida gratuita por cortesía de una de las corbatas del mayor.

Su segunda aventura fue el aprender a cocinar algo decente y que no engordara, o que al menos no le diera más colesterol del necesario a sus pobres arterias, el alfa a veces no llegaba a cenar (cosa de lo cual JiHoon era dependiente porque era el pelinegro quién cocinaba) o tenía ciertas juntas de trabajo que lo hacían llegar después de las once de la noche, y JiHoon no se moriría de hambre, después de todo sí tenía que aprender, al menos para salvar su existencia. Aquella vez todo salió relativamente decente, nada se había quemado (no más de lo necesario), estaba cocido, el mero detalle fue el sabor, al parecer las medidas de sal no estuvieron de su lado.

Todo lo demás no tuvo mucha relevancia, sabía tomar una escoba y una pala para recoger las basuras que dejaban los zapatos del alfa pues acostumbraba a no quitárselos antes de entrar, esa era una de las discusiones constantes entre ambos. Afortunadamente, y después de que las suelas de sus zapatos lo hicieran resbalar en el piso recién encerado, SeungCheol aprendió, y el moretón en su nalga derecha era un latente recordatorio de ello.

— Dentro de una semana debería venir mi celo, no estoy seguro de si se adelantará o no... —Dijo el menor disfrutando de una exquisita pizza, SeungCheol había conseguido una de su tienda favorita.

— El mío debería ser en unos dos o tres días... tenerte aquí hace que mis hormonas se alboroten un poco, así que no te extrañes si mañana tengamos que ponernos en campaña... literalmente—Se ríe un poco, pero a JiHoon no parece hacerle gracia. — Anda, no es para tanto... — Se resigna.

— Es fácil para tí decirlo, ya diste tu primer beso, ya tuviste tu primera pareja, y ya tuviste tu primera relación sexual, yo no, Cheol. — Esa mirada, SeungCheol no podía creer la cantidad de cosas que el omega le generaba, aparte de su clara atracción sexual, sentía que su corazón y estómago estaban raros, pensó que podía ser arritmia cardíaca combinada con una leve diarrea, pero pronto pudo darse cuenta que no era eso, sino que era algo más parecido al "enamoramiento". Tuvo que buscar en el navegador los síntomas, y cómo se trataba, si era una enfermedad diagnosticada o si era sólo un mito de creencia popular. MinGyu le dijo lo estúpido que se veía buscando acerca de esas cosas, que estaba siendo paranoico, incluso se rió de él en su cara. Y tenía razón, pero le aterraba pensar en que JiHoon no se sentía de esa manera, que era solamente él quién estaba comenzando a sentir esa clase de cursilerías románticas que no experimentó jamás. Después de todo, no sería extraño que lo rechazara, él no mostraba interés físico, era como una estatua, así que se convenció, de que debía mantener las distancias, dejar que el tiempo pasara y poder tener al bebé que su madre quería.

— Sí, hice todo eso... todos tienen sus primeras veces, no es mi culpa haberlas tenido ya. — Y sin dejar que el otro hablara se levantó de la mesa, lavando el plato y el vaso que antes utilizó.

JiHoon se quedó estático en su sitio, supo que aquellas palabras no fueron las correctas, no de su parte, él debía entender que si el celo del alfa llegaba mañana o en unas horas él se tenía que hacer cargo sí o sí, porque para eso estaba allí, pero incluso si aun no se sentía preparado, era su deber. Se levantó y llevó todas sus cosas al lavadero, repitiendo lo que hizo el alfa antes de irse, guardó además la pizza y la gaseosa, no se daría el lujo de perderla.

— Cheol... — Susurró dando leves toques a la puerta.

— Pasa. — Y esa respuesta no pudo ser más fría... Entró viendo como el contrario se cambiaba de ropa a su pijama, traía el cabello mojado todavía, recordó que lo traía así también en la cena, se veía extremadamente sexy.

A paso lento se acercó a él, no obstante, la atención del alfa no estaba en él, sino en ordenar su cama y meterse en ella. Esperó a que se acomodara tanto como quisiera y se escabulló con él, las sábanas de esa cama parecían ser más suaves.

— ¿Qué se supone que haces? — Le dijo con ese tono que ya estaba comenzando a molestar al de baja estatura.

— Primero, me dejas de tratar así, señor melodrama, y segundo, si queremos mantener relaciones sexuales tenemos que comenzar por al menos dormir juntos, y no digas nada, reuní todo de mí para poder venir, valóralo. — Dicho esto se acomodó en el fornido pecho de su acompañante, descubriendo que era un lugar muy cómodo y calentito para dormir. Más eso no fue lo que hizo, tomó los labios del alfa con los suyos, besándolo tan inexpertamente que al otro le fue difícil seguir con el beso.

Segundos más tarde ambos se dejaron llevar, el beso se sentía como gloria, un logro que hizo que el corazón del alfa se emocionara, y el del omega experimentara extrañas arritmias.

    

  

[Voy a estar avisando de las actualizaciones por mi tabla de contenidos, así que vayan a seguirme. Estaré subiendo One-Shot dentro de la semana, para que comenten allí qué pareja les gustaría que haga :3]

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필요성- Necessity- JicheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora