Brooke regresó a la casa de su madre y ésta ya estaba al tanto de lo ocurrido en lo que a la golpiza que le dio a Leah respectaba, lo que no sabía eran los motivos por los cuales lo hizo y la chica se negaba completamente a contarle. Adelaida contrató a los mejores abogados para su defensa pero ni a ellos les soltaba una sola palabra de lo que había pasado para comportarse de tal manera. ~
Faltaba una hora para entrar al juzgado y a Brooke parecía no importarle que en unos momentos tal vez sería condenada a pasar algún tiempo en una celda por agresión. Lo único que le preocupaba era el bienestar de la banda… O de lo que quedaba de ella. Michael no se despegaba de la chica en ningún momento y siempre estaba firme a lo que ella necesitara, pero eso no era suficiente. Michael, no era Darren, y nunca lo sería. Aun cuando de vez en cuando su buen amigo la hacía sonreír, había un hueco en su ser que no la dejaba tranquila. Las pesadillas continuamente la atormentaban dejando como huellas una que otra lágrima al despertar de ellas.
Al entrar a lugar, todos murmuraban a las espaldas de Brooke, era un lugar pequeño pero estaba completamente lleno de reporteros y periodista que se encontraban ansiosos por enterarse del veredicto. La jueza era una mujer mayor de unos sesenta-y-tantos años que lucía amargada y sedienta de dolor hacia la humanidad. Cabello corto un tanto masculino y poca empatía a la hora de emitir alguna emoción. Solo de verla causaba calosfríos eternos alrededor del cuerpo más muerto y nauseabundo.
Cuando ya estaban todos sentados, la jueza dio algunos golpes con el mazo para captar la atención de aquellos que se encontraban cuchicheando y haciendo especulaciones de lo sucedido. Antes de entrar Brooke había mirado hacia cada rincón buscando a Darren, cuando al fin pudo ubicarlo, sintió un poco de alivio pero no pudo evitar que su corazón se estremeciera y después percibió un nudo en la garganta que sería incapaz de controlar si dijera alguna palabra. Irguió la espalda en su asiento para que no se notara lo decaída y angustiada que estaba. Aunque lo negara sentía tanto miedo que podía desmayar en ese preciso instante.
Los abogados decidieron que la mejor opción era que Brooke no pasara al estrado, dado que no tenía coartada, excusa o declaración alguna. Y si la tenía, no la diría para proteger a quién sabe quién demonios. Era demasiado obvio que sería condenada.
Uno de ellos llamó al frente a Leah para que rindiera su declaración frente al juzgado y estos tomaran su decisión. El abogado acusador preguntó: -¿Es esta la chica que la golpeó el día que usted tranquilamente estaba de fiesta? ¿Es Brooke Clarette su atacante?-
-No, no es ella.- Contestó milagrosamente a lo que todos tuvieron una reacción de sorpresa y escándalo.
-¡Silencio!-Ordenó la jueza, pegándole nuevamente con el mazo a la mesa y se hizo la quietud.
-¿Cómo? Pero ¿está usted segura?- Preguntó confundido el abogado.
-Completamente segura. – Afirmó con frivolidad. -Esta chica se parece mucho a la del video, pero no es ella.- Continuó.
-Gracias, señorita. Puede volver a su asiento-
Al igual que la multitud Brooke no podía creer lo que estaba oyendo, y mucho menos lo que la jueza esta por decir:
- Por el poder que me otorga la ley… Declaro a Brooke Clarette INOCENTE de todos los cargos que se le acusan. Así como una retribución de los daños causados a su persona.-
Todos quienes acompañaban a la chica se acercaron para felicitarla, en primer lugar Michael, su madre y su prima Isabela. Después se unieron Miriam, Loto, Rigo, Lluvia, Luca y a la vez una persona que no esperaba. Entre la multitud alguien le puso en la mano un cd que decía su nombre pero sin poder divisar exactamente quién lo había hecho. Como era de esperarse llovían fotos, felicitaciones y preguntas acerca de cómo se sentía después de tantos problemas que “la confusión le había provocado”. Con tanto relajo ya no pudo ver a dónde se había marchado Leah para agradecerle el que no hubiera declarado en su contra y mucho menos poner en riesgo a sus amistades. Al igual que Leah, Darren se le perdió de la mirada y pensó que tal vez sería la última vez que lo vería tan cerca. Todos estaban tan gozosos que fueron a celebrar a un buen restaurante la gloriosa victoria.
Cada uno se marchó a casa prometiendo estar en contacto para reunirse pronto, cuando Brooke llegó a la suya, se despidió de su madre con un beso en la mejilla y cada una se fue a su habitación. Se tiró en la cama y miró hacia el techo un buen rato recordando el trago amargo que era solo eso, ya no tendría que preocuparse por ir a parar a la cárcel. Era un paso más que había dado.
Sonó su celular. Era un mensaje de Michael. –En hora buena por nuestro triunfo. Nuestro, porque ya soy parte de ti.- Brooke sonrió ligeramente y sintió un alivio en el corazón. Michael siempre tenía detalles como ese para ella y comenzaba a gradarle de una manera peculiarmente extraña. Al volver a meter el móvil en la bolsa tomó el cd que le habían dado en el juzgado y que hasta ahora había olvidado. Lo sacó de la caja y lo colocó en la pantalla plasma que yacía en el mueble frente a su cama. Se sentó y se puso a mirar.
-Brooke; Nunca ha sido mi intención hacerte daño, al contrario. Siempre he querido lo mejor para ti, y sé que lo mejor no he de ser yo. Ojalá pudiera contar solo con los dedos las oportunidades que he tenido para decirte que te quiero, pero han sido tantas… y todas ellas la he desechado tan absurdamente que me da pena ahora darte la cara. Brooke… Perdóname. Perdóname por ser un cobarde, un idiota que no hace nada más que pensar en ti día y noche a pesar de cualquier cosa. Sé que soy un estúpido, incoherente e infantil por no atreverme a buscarte… y llevarte a mi lado hasta el fin nuestros días. Tengo miedo… Miedo a tu rechazo, miedo a no ser lo que esperas, lo que anhelas y quieres para toda tu vida. Miedo a que me olvides aun estando conmigo. Miedo a que hagas lo que yo he hecho tantas veces… Romper el corazón de quién ama. Miedo al dolor de tu indiferencia y miedo a que un día despiertes con deseos de ser libre. Brooke, y a pesar de tener tanto miedo, puedo decir que sin ti no soy nada. Desde el primer instante en que nuestras miradas se cruzaron en el coche de Isabela, tú detrás buscando quién sabe qué cosa, mientras yo emprendía la huida de los policías… ¿Pero a quién se le ocurre dejar la llaves pegadas en un coche? ¿Eh?, Ella ha sido la culpable de que nos conociéramos y se lo agradezco.
Después no podía dejar de hacerte enojar con tal de ver tus rabietas de niña consentida para tomarte de las manos a la fuerza, incluso ese primer día a solas en la habitación de la cabaña, ya me moría de ganas por besarte… Resistí porque sabía que mi alma corría un gran peligro… Enamorarme… ¿Pero qué más da? Si ya todo lo mío te pertenece. Aunque no lo quisiera… Mi corazón seguiría buscándote a donde fueses. Debo parecerte un tonto, hablando de esta manera pero es lo que has hecho de mí. Solo una frase bastara para detener el tiempo y sabes bien que podrías decirla, y a cambio yo puedo ser feliz solo sonríes, no puedo olvidarte y no puedo tenerte… He pasado malos ratos por no verte, no sentirte… Por a marte tanto.
Se acabó el video y Brooke no podía dejar de derramar lágrimas que esta vez ya no eran de tristeza. Darren al fin le había confesado su amor y sentía lo mismo que ella… Había esperado tanto tiempo y al fin estaba sucediendo. Solo que aún no era su momento, había algunas cosas que Brooke debía de arreglar de una vez por todas.
~~*
¡Dedicadisimo a @Artilugia para que ya no me regañe por hacer sufrir a Brooke! Espero que les guste... ¡Ya casi se termina, pero aún faltan algunas cosas buenas por pasar eh! no dejen de leer :D!
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ஐTHE BEST NIGHTS OF MY LIFE.
RandomBrooke, es una chica sumisa que casi no tiene amigos apesar de ser modelo en una agencia importante. Todo es a causa de las estrictas normas de su madre y sus maneras arcaícas de pensar. Darren, timador, ladrón, Don Juan y experto en huídas roba el...