Capítulo IX- La carrera.

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Después de lo sucedido la noche anterior Brooke decidió ya no ser tan pesada con Darren, así que esta vez se levantó un poco antes que él y le preparó el desayuno, se lo llevó a la habitación pero solo le dejó en el buro con una nota como él lo había hecho la primera vez dándole las gracias. Salió de la cabaña para distraerse un rato, estaba sentada sobre un troco en las faldas del bosque y de un dos por tres se apareció Salem.

-¡Vaya! Menudo susto que nos pegaste anoche.- le dijo el chico y Brooke lo miró con ojos de asiático.

-Lo sé… y vaya que si me he asustado pero ha sido más la peste que me dejó el mendigo animal. –

-Y dime, ¿Qué es lo que hacías en el bosque?- Preguntó.

-Yo… Nada.-

-¡Ah! ¿Estabas con Darren cierto?-

-No, claro que no. ¿Qué te hace pensar eso?, Además él iba llegando cuando yo salí. –

-¿Entonces lo espiabas?-

-¿Qué? ¡No!- Le contestó asustada.

-No sería la primera vez que lo haces. Recuerda que te pillé haciéndolo ya una vez mientras él platicaba con Leah. ¡No te preocupes!, no serías la primera que pierde los sesos por ese chico, debo decirlo, mi compañero de fiestas es un Don Juan.-

Brooke se levantó molesta sin decir nada y Salem gritó:

-¿Pero porque te enojas? ¿He dicho algo malo?-

La chica entró como alma que la llevaba el diablo a la cabaña, y Darren la recibió con una serie de preguntas:

-¿Qué hablas con Salem? ¿Qué te ha dicho? ¿Te gusta? ¿Por qué vienes tan molesta?-

Brooke se enfureció aún más y lo empujó haciéndolo a un lado.

-Déjame sola, no quiero verte. Además ¿Cómo sabes que estaba con Salem? ¿Estabas vigilándome?-

 -No, yo solo iba a decirte que gracias por lo de esta mañana pero los vi juntos y pensé...-

-¿Qué? ¿Qué pensante? ¿Solo porque te preparé un desayuno te sientes con derecho a controlarme?-

-No… yo… solo… Tienes razón.- Titubeó.

-¿Qué?- Contestó confundida Brooke, Darren nunca le había dado la razón en todos esos días que habían pasado juntos, a decir verdad nunca había imaginado si quiera que eso fuera ocurrir con sus constantes discusiones.-

-Si, tienes razón. No tenía por qué reclamarte nada, tú no eres ni mi hija, ni mi amiga, ni mí… Tú ya lo has dicho.- Darren salió de la habitación dejando a Brooke más confundida que antes.

¿Por qué lo había dicho? Eran exactamente las mimas palabras que ella había pronunciado el día que aceptó salir a la cita con Luca, ¿Tal vez Darren sentía algo por ella? Pero… ¿De verdad ella sentía algo por él? No sabía que era lo que le estaba sucediendo, cuando él se alejaba de su presencia, Brooke sentía la necesidad de buscarlo por donde fuera que estuviese, y si se encontraba cerca su sentido de seguridad estaba complacido, no le hacía falta nada, si lo tenía a su costado ya no recordaba ni el motivo de por que se encontraba tan lejos de casa.

Simplemente las cosas le parecían más fáciles, no tenía ni idea de todas las cosas que estaba a punto de vivir a su lado.  

Cuando dio el mediodía Brooke después de haber pasado nuevamente toda la mañana encerrada en la habitación se despabiló cuando llegó Luca, tiró unas llaves al aire en su dirección las cuales la chica cachó por reflejo.

-¡Toma!, iremos a correr- Le dijo sonriendo.

Se subieron a un Ferrari dos mil doce amarrillo, el cual  Brooke manejó hasta una pista aérea abandonada por instrucciones del mejor amigo de Darren; ahí ya estaban todos los demás, Michael, Loto, Rigo, Salem, Leah, Lluvia, Miriam y también Darren.

-Los estábamos esperando- dijo Salem.- Se tardaron mucho ¿No creen?- Agregó en tono de cizaña y Darren solo los volteó a ver con recelo mientras se acercaban.

-¿Has corrido algún coche antes?- Le preguntó Miriam a Brooke.

-No, solo normal… De aquí para haya.-

-Entonces aquí te enseñaremos algunas cosas que debes de saber-.

-Ponte lista bebé… Porque correrás contra mí primero.- La retó Leah engreídamente.

Miriam y Lluvia le explicaron algunos tips acerca de los movimientos que debía emplear para no perder el control del automóvil y cuando Brooke creyó estar lista lo hizo saber a todos.

 

-         Ya estaba postrada Brooke en él Ferrari amarillo que Luca le había dado desde un principio y a un costado se encontraba Leah en un BMW clásico negro, la sangre se trasladaba con rapidez por sus cuerpos, se dirigieron una mirada retadora y sabían en el fondo que estaban listas para comenzar la carrera, Darren disparó el arma al aire señalando que era la hora de arrancar; de un instante a otro el velocímetro marcó noventa kilómetros por hora en el coche de Brooke y por otro lado Leah que llevaba la delantera estaba a ciento veinte; solo faltaban unos segundos para llegar a la curva de regreso a la meta,- el punto desde dónde habían salido- al dar vuelta el BMW de Leah se tambaleó un poco al perder ligeramente el control del volante por la intensidad de la circunferencia, eso le dio a Brooke un instante para tomar ventaja, ya estaban a dieciséis segundos de  culminar el reto, las dos chicas combatían por intereses personales más que por una simple competencia, aquello decidiría quién estaba fuera de juego, quién era la mejor para él, el mismo chico por el que las dos se encontraban en ese lugar, y quién tenía que hacerse a un lado; lo decían sus miradas y la obstinación con la que presionaban a fondo el acelerador. Al llegar a la meta todos recibieron a Brooke con sorpresa y alegría por haber ganado su primera carrera, por otro lado  Leah no dejaba de quejarse de lo inservible que era el coche que le habían otorgado. Darren se le acercó a Brooke y la felicito, pero Leah no tardó el esparcir su veneno.

-Haber si cuando tengas que cubrir a Darren logras obtener victoria, tendrás ese peso en tus hombros.-  Fue lo que dijo.

Hubo un silencio largo, y después Darren tomó a Brooke de la mano, abrió la puerta del convertible rojo que alguna vez fue de Isabela y  le pidió que subiera, Darren se puso al volante y encendió el coche.

Unos minutos  más tarde llegaron a un lugar en el que se lograba divisar todo el bosque y sus confines,  bajaron del auto y sin decir nada solo optaron por contemplar el panorama; el sol estaba a punto de ocultarse, el cielo arañado por pinceladas rosas, naranjas, amarillas y moradas lo hacía lucir en todo su esplendor, el viento tenue hacia danzar el cabello de Brooke algunas veces cubriéndole la cara, en una de esas ocasiones Darren le dirigió una tierna mirada, apacible y sincera, giró todo su cuerpo para tomarla del rostro con las dos manos, la miró a los ojos detenidamente y se acercó muy suavemente para sellar sus labios en los de ella… 


~~~*

Espero estén disfrutando la historia al igual que yo escribiéndola. Éste capítulo en especial me parece crucial para el desenlace, me odio por no tener suficiente tiempo para seguir publicando pero prometo mañana subir el otro, estoy sufriendo por saber que es lo siguiente que pasa con Brooke y Darren, ojala que ustedes sientan la misma agonía que yo, eso querrá decir que he logrado mi cometido :D

Les mando un besototototote; mua*

ஐTHE BEST NIGHTS OF MY LIFE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora