ஐTHE BEST NIGHTS OF MY LIFE.

Capítulo IV- Conociendo a la banda.

En lugar de irse al motel como habían planeado antes, se dirigieron a una cabaña que parecía un poco abandonada por fuera, pero al entrar notabas que era más transitada que cualquier casa multimillonaria. Si te adentrabas un poco más al bosque había un almacén enorme lleno de automóviles de lujo y todo tipo de cosas para remodelación y carrocería.

Al momento de llegar se le acercaron varios individuos que parecían felices al verlo.

-¡Ah Darren! Tanto tiempo sin verte.- Le brindó un abrazo el tipo que al principio le saludo dándole una palmada en la mano-

- ¡Luca! No has cambiado nada.- Le contestó.

-¿Pero por qué dejas a tu novia en el carro? – Le peguntó un moreno alto que usaba una gorra con una M pintada. –

-¿Qué? ¿Esa piltrafa mi novia? No tengo tan malos gustos- Bromeaba con los chicos sabiendo que Brooke escuchaba  y la chica hizo un gesto de asco volteando los ojos. –

-iiii, esto se va poner bueno.- Dijo Luca mientras se dirigía hacia ellos una chica con muy buena pinta caminando sensualmente  y con una sonrisa coqueta en los labios.-

Después de saludarle y colgársele en los brazos, la chica volteo hacia el coche mirando fulminantemente a Brooke quién le respondió con una sonrisa nerviosa.

-¿Quién es esa?- Preguntó.

-No te pongas celosa Leah, tú sabes que eres la única- Le contestó Darren mientras le daba un diminuto beso en el cuello-

-Sabes muy bien cual es mi punto débil Darren, por eso te perdono.-

-Lo sé- Dijo cínicamente.

-Entonces… ¿Se quedan?- Pregunto Michael. (El chico con la gorra de la M)

-¡Claro! Hey tú… ¡Piojo! Baja del auto- Le gritó a Brooke refiriéndose a ella.

Ya era un poco tarde así que se instalaron en un cuarto pequeño y Brooke estaba muerta de angustia por no saber como comunicarse con Isabela y su tía Clara, -¿Y si las cosas se salían de control?- pensaba constantemente. Pero ya estaba demasiado exhausta como para  intentar huir, además que ni siquiera sabía en dónde diablos se encontraba. Solo traía tarjetas de crédito, así que pagar por que la llevaran a alguna parte lo veía imposible. Todo estaba demasiado complicado.

Brooke estaba recostada sobre la cama cuando llamaron a la puerta y se paró para abrir, era Darren diciendo que saliera para presentarle a todos.

Habían preparado una fogata y estaban quemando Salchichas y uno que otro malvavisco. Le ofrecieron un poco y aceptó encantada ya que se moría de hambre. Eran varios chicos que la miraban amigablemente. Entonces Darren se puso a presentarlos.

-Chicos ella es… ¿Cómo te llamas?- La volteó a ver recordando que nunca le preguntó su nombre.

-Soy Brooke-

-¡a, ok!, Bueno ellos son Michael, Luca, Loto, Rigo,  y Salem…Y esta bella dama, es Leah- Agregó mientras la tomaba de la mano para besársela, Brooke volteó la mirada hacia el fuego después de percibir una sensación muy extraña en el cuerpo y tomó una salchicha del tazón para ponerla a cocer.

Después de pasar un rato con toda la banda Brooke decidió meterse a la cabaña y se dirigió al cuarto para tomar una pequeña ducha.

Se había desnudado por completo después de meter todo lo que necesitaba al cuarto de baño, extrañamente para ser una habitación diminuta el baño era un poco amplio y tenía una tina en la cual se imaginó descansando un poco.

Preparó con gel de ducha unas burbujas y se hundió por completo durante unos segundos en la bañera, sacó la cabeza y se quedó mirando el tejado en el cual perdió la noción del tiempo tras pensar en lo mucho que deseaba no estar ahí en ese momento. Le preocupaba como haría para robar un auto, y además… ¿Cumpliría ese pelafustán su promesa? la confución la carcomía, pero de tanto agotar el pensamiento el momento menos esperado empezó a dormitarse…  

-¡Hey Piojo! Vete a dormir a la cama. – Le gritó Darren para despertarla desde la entrada del baño haciéndola pegar un sobresalto, se cubrió con las manos para que no lograra ver nada debajo de las burbujas que estaban escaseando en ese momento y le gritó que saliera de ahí.

 Cuando el chico  salió, Brooke se levantó rápidamente, se enrollo en una toalla y se seco el cabello, después se vistió con un camisón que traía en la maleta, el cual le cubría solamente cuatro dedos de bajo de las pompis. Abrió la puerta para acostarse y fue una enorme sorpresa ver a Darren tirado en la única cama que había.  

-¡Hey! ¿Qué haces aquí?-

-¡Aquí dormiré! – Le contestó sin abrir los ojos.

-Pero… Pero… ¡Ah! No, no, no. Eso no.-Dijo terminantemente.

-¿Qué vas a hacer al respecto?... Piojo- Le contestó provocándola.

Hecha una fiera Brooke se lanzó sobre él, tomando una almohada y empezó a golpearlo sin descanso. Realmente el hacía que sacara lo peor de ella, y de ves en cuando eso le gustaba. Darren intento detenerla de modo que la posición en que quedaron fue un poco comprometedora, ella acostada en la cama bocarriba y el sobre ella deteniéndole las manos. Brooke sintió que los nervios comenzaban a traicionarla, y Darren al notar esto quiso aprovechar la situación. Acercándose sigilosamente a su rostro, paseo solamente su aliento en los labios de Brooke haciendo que ésta cerrara los ojos deseando que terminara su pelea tratando de besarla, Darren rompió el momento al acercarse a su oído y decirle: 

-Ni se te ocurra enamorarte de mí. No me involucro con los negocios. Hazte a un lado, quieras o no, esta noche dormiremos juntos. Pero no te emociones… No pasará nada.- Darren se hizo a un lado dejando libre a la chica para que se acomodara. 

Brooke maldijo a  Darren con el pensamiento un millón de veces, pero no le quedó más remedio que aceptar que había perdido esta batalla. Tomó una de las almohadas que estaban a su lado y la puso en el medio para que Darren no intentara siquiera tocarla un poco.