XLIX

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Draco

No puede ser...
No podía ser cierto.
Theodore Nott no la merecía.
¿Y tú si?
Mi voz interior tampoco ayudaba a sentirme mejor.
Goldstein miraba preocupado a Parkinson.
Ella no solo nos habían contado lo que ella sabía de los obscurus. Sino, todo el proceso de reclamación que ellos debían pasar.
Y era eso lo que hacía mi sangre hervir.
Nott la haría suya y yo no podría impedirlo.
_¿Draco?
_¿Qué quieres, Parkinson?
Le respondí realmente cansado.
Tenía que haber algo realmente bueno que lo separe.
¿Pero que?
Ella puso mi varita en mis manos.
Pero veía en sus ojos que tenía algo qué decirme.
_¿Me ayudarás?
La miré confundido.
_mi padre está en tu casa, pero... Necesito a Potter. Tú... ¿Me ayudarías a convencerlo?
Lo sabía.
Nunca hace nada sin buscar su beneficio.
Lo que menos quiero ahora es ver a San Potter.
_que te ayude Goldstein. Conmigo no cuentes
La dejé con la palabra en la boca y me desaparecí de la mansión Parkinson.
En cuanto pude un pie en mi casa, los aurores me desarmaron y apresaron.
Debía imaginarlo.
Supongo que también estaban buscando a mis padres.
_Draco Lucius Malfoy, tiene que acompañarnos al ministerio de magia bajo arresto.
_supongo que no tengo elección.
Una vez más, tuve que desaparecer pero está vez custodiado por aurores.
Me metieron a un calabozo y me dejaron encerrado no sé cuánto tiempo, hasta que Potter y su tan sagrada frente rajada apareció.
_¿Qué quieres Potter? ¿Vienes a burlarte de mí? ¿Vas a cobrarte por todos los años que te he jodido la existencia?
_¿Donde está ella? Dime dónde la tienen
Granger...
Él está buscando a Granger.
Tal vez no todo está perdido.
_¿Qué me das a cambio de esa información?
_maldito hurón botador, ¡Dime dónde está!
_esa, amigo mío, es información que no puedo darte así nomás. Debo tener al menos una recompensa
Ví a Potter bufar frustrado.
_¡Me lo debes, te salvamos de morir quemado en la sala de menesteres!
_oh no, Potter. Debo tener algún beneficio.
_ y pensar que tú madre le mintió a Voldemort sobre mi muerte solo para verte...
¿Qué?
_¡¿Donde está mi madre, Potter?!
_en una celda, igual que tú. Pero al menos ella si tiene posibilidades de salir.
_¡POTTER!
No respondió, simplemente se fue dejándome con la palabra en la boca.

...

_Malfoy, por favor. Dime dónde está
_no lo haré mientras no me digas que obtengo yo a cambio
_dejame hacer esto a mi manera Harry. Yo...
_¡No, Ron! ¡¿No ves que eso es lo que busca?! Es una trampa
Bravo... Veo que tu rajada cabeza si te funciona. No como a la comadreja.
Iban a decir algo más cuando un gran gato de luz se apareció frente a ellos y habló.
_Harry, ven a mi despacho. Es urgente
Potter se llevó consigo a la comadreja, dejándome solo.
¿Qué era eso tan urgente?

Pansy

Habían pasado ya tres días desde que había finalizado la guerra.
El señor Shacklebolt vino hasta mi casa a llevarse a los niños que tenía bajo mi cuidado y me llevó al ministerio para arreglar mi situación frente al Wizengamot.
Él se encargó de demostrar hacia donde estaba mi lealtad durante la guerra y fui absuelta de cualquier cargo al igual que Blaise.
Pero lo que me tenía inquieta era Theo.
No tenía señales de él ni de Granger.
Yo sabía que la estaban buscando y según los rumores que circulaban en él ministerio, era probable que Draco la mantuviera cautiva.
Yo sabía y que eso no era cierto.
O al menos eso creía.
Tampoco tenía señales de él y estaba preocupada.
Mi padre...
El seguía vivo.
Débil pero vivo.
El detalle era que no había forma de sacarlo de la mansión Malfoy sin que su vida se pusiera en riesgo.
_ya, cariño. Tienes que calmarte, todavía no todo está perdido.
_Anthony, tengo miedo. Mi padre y mi primo son la única familia que me queda
_¿Por qué no intentas hablar con Harry? Estoy seguro que él puede ayudarte.
_¿Y si no quiere hacerlo?
_no lo sabrás si no lo intentas.
Anthony me sonrió dulcemente antes de dejar un casto beso en mis labios antes de irse.
_piensalo.

...

_señor
_señorita Parkinson, que sorpresa
_lamento interrumpirle, sé que tiene mucho trabajo pero necesito hablar con Potter. ¿Usted...?
_Harry está en el escuadrón de aurores junto a Ron
Lo miré atónita.
¿Tan fácil se había ganado el puesto solo por ser el héroe?
_no es nada de lo que se imagina, señorita Parkinson.
_¿Entonces?
_estan buscando a Hermione Granger
Dulce Morgana...
_durante la batalla, todos teníamos los ojos sobre Lord Voldemort y Harry. Nadie reparó en ella, simplemente se hizo humo y nadie sabe que fue de ella. Los aurores temen que esté...
_¿Muerta?
_si
No, no, no.
Si ella estaba muerta, entonces Theo...
_señor, tengo algo que decirle pero necesito que Potter venga. Por favor, es importante...
El actual ministro pudo ver la desesperación en mis ojos y actuó rápido.
Con un rápido ondeo de varita hizo aparecer un lince hecho de una luz plateada, justo como la lechuza que Granger envío aquella vez a la sala de Slytherin.
_Harry, ven a mi despacho. Es urgente.

...

_¿Estás segura de eso, Parkinson?
_¡¿cómo sabemos que no mientes?! Eres una maldita serpiente
_¡No estoy mintiendo!
_chicos, calma
El ministro estaba mucho más sereno con toda la información que le había dado, a diferencia de Potter y la comadreja rabiosa.
_yo soy la guardiana del secreto. Puedo llevarlos y comprobar lo que estoy diciendo.
_¿Qué esperamos?
Era ahora o nunca.
_Potter, antes quiero pedir tu ayuda
_¡Lo sabía! Es una mentirosa
_Ron, déjala hablar.
Pelos de zanahoria empezó a refunfuñar por lo bajo ante el regaño del ministro
_¿Qué es lo que necesitas, Parkinson?
Potter me miraba desconfiado.
_mi padre... El mestizo le lanzó una maldición en pársel y...
_ya no puedo hablar pársel
¿Qué?
_eso...
_Voldemort destruyó esa parte de sí que me daba la capacidad de hablar y entender el idioma de las serpientes al lanzarme la maldición asesina por segunda vez.
_no...
_lo siento Parkinson. No puedo ayudarte, aunque lo quisiera.
El rostro de Potter me mostró una genuina tristeza.
En su mirada pude ver empatía.
Sabía que no estaba mintiendo.
Maldito mestizo sin nariz...
Mi corazón se partía al saber que no podría salvar a mi padre.
Era cuestión de tiempo para perderlo.
_¿Señorita Parkinson?
_estoy bien
Tenía que pensar en Theo ahora.
Merlín, que estén vivos por favor.
_vamos.
Volví a mostrarme imperturbable y puse mi mano al frente.
Era hora de ir por mi primo.
No podía permitirme llorar ahora.

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