QUEEN

VIII

Theodore

No se cuánto tiempo estuve en la inconciencia, pero cuando volví a tener uso de razón ya no tenía los sudores fríos, solo el cuerpo adolorido.
Y alguien refrescaba delicadamente mi cuello.
Poco a poco abrí los ojos, todo estaba muy confuso y todavía me pesaban así que volví a cerrarlos.
Quería asegurarme de que Pansy era quien cuidaba de mí pero era imposible estando tan cansado, así que me permití disfrutar de sus atenciones y puse mi cuerpo a descansar.

...

Escuchaba el trinar de los pájaros, pero...
Eso no era posible en las mazmorras.
¡¿Donde mierdas estoy?!
Me levanté de golpe buscando mi varita en el proceso.
Pero tampoco encontraba mi puñetera varita.
No podía ser.
Creo que había soñado con Granger curándome.
Eso tenía que ser un jodido sueño.
Por Merlín, que sea un sueño...
Miré alrededor y no reconocí el lugar.
Se asemejaba una especie de enfermería, pero no se parecía en nada al lugar donde Madame Pomfrey reinaba.
Todo empezaba a darme vueltas y no pude más que tomarme la cabeza con fuerza.
Esto no me gustaba nada.
Dolía como el infierno.
Y ni qué decir de mi pecho y espalda.
Podía sentir mis músculos tensos.
Tenía que llegar a las mazmorras pronto.
Solo ahí podía estar seguro.
A duras penas me levanté de la cama y busqué a tientas en la mesita de noche que estaba junto a la cama mi varita.
Luego de unos cuantos manotazos la encontré al igual que mi capa.
Sin importar nada me la puse encima, tomé la varita y fui hasta las mazmorras lo más rápido que pude.
En el castillo todavía reinaba el silencio.
Así que intuía que todavía la gente dormía plácidamente.
Entré rápidamente a la sala común y sin reparar en nada subí hasta mi habitación.
_dime que al menos desmemoriaste a la sangre sucia
¿Qué?
Volteé a ver hacia la otra cama de la habitación
_¿De qué hablas, Draco?
Mi mejor amigo estaba muy serio y se notaba a leguas que no había dormido mucho.
_Hablo de que fuiste malditamente descuidado y apareciste herido según la sabelotodo de Granger.
Oh mierda...
Así que no lo había soñado

Hermione

Más me valía darme prisa o tendría a los chicos pegados como lapa a mí.
Nott había tenido fiebre después de los hechizos que usé.
Intenté bajarlo con paños fríos.
Me pasé parte de la madrugada cuidándolo.
Solo volví a la sala común por un cambio de ropa nuevo y un baño.
Tenía que volver para asegurarme de que estuviera bien.
Aunque no me parecía nada bonito lo que Malfoy había dicho.
Harry tenía toda la razón
Un maldito mortífago.
Y encima no podía decir nada o atacarían a Harry.
Debíamos tener cuidado con Malfoy de ahora en más.
Empecé a bajar haciendo el menor ruido posible.
Debía llevar algo para limpiar las heridas que dejé vendadas con unas hojas curativas que la sala me proporcionó.
Por suerte no me había topado con nadie, salvo que cuando estaba por llegar ahí Luna Lovegood apareció en mi camino.
_Hola Hermione Granger, ¿Cómo estás?
_Luna...
_hay muchos torposolos en tu cabeza.
Empezó a mover las manos por encima de mi cabeza.
_Luna, basta. No...
_ya está, no volverán a molestarte.
_lo siento pero tengo prisa...
_los nargles dicen que él está bien
¡¿Qué?!
Ella no está hablando de Nott ¿o si?
_no sé...
_Theodore Nott está bien
¿Cómo es que ella sabía?
La tomé de la mano y empecé a caminar tres veces.
La puerta de la sala de los menesteres se materializó y arrastré a Luna conmigo.
Y como ella decía, estaba vacía.
No había rastro de Nott.
Solo su camisa con rastros de sangre seca.
_Luna...
_va a estar bien, si pudo salir de aquí sin que lo descubra el señor Filch entonces está recuperado
_¡Estaba herido! Lo cuidé toda la noche y...
Luna me miró curiosa.
Y entonces caí en cuenta de lo que dije.
_N-no es lo que crees
_yo no dije nada.
Sentí mis mejillas arder.
_eres una persona muy noble, y creo que ayudarías al mismísimo Tú sabes quién si lo necesitara.
_no exageres Luna
_tienes un gran corazón, Hermione Granger. Estoy segura de que Theodore Nott está bien gracias a tus cuidados.
La vi salir dando ligeros saltitos hacia el pasillo.
Tomé la camisa de Nott y la apunté con mi varita.
_fregotego
En menos de un minuto quedó limpia.
El aroma a sangre había desaparecido de ella, en cambio el encino dulce se hizo presente.
¿Encino dulce?
Acerqué su camisa a mi rostro.
Ahí estaba.
Encino dulce y pinos.
_así que tú...
El también conocía el lugar.
Había pensado que era una casualidad haberlo encontrado herido ahí.
Ahora mi duda era... ¿Quién lo hirió?
¿Por qué lo dejaron ahí?
¿Por qué no se defendió?
Busca a Malfoy...
Me había pedido que buscara a Malfoy.
Entonces... Él sabía dónde estaba, ¿Y si él lo hirió?
¿Cómo sabía que hechizo usar?
¿Por qué no vino él a curarlo?
Empezaba a sospechar de él.
Nott no se defendería si su amigo lo atacaba.
_lo está usando de conejillo de indias...
Horrorizada metí la camisa de Nott en mi bolso junto a los pergaminos y libros.
Tenía que encontrar respuestas.
Ni Malfoy ni Nott me las darían.
Tenía que encontrar la forma de advertirle a Harry o al mismo Dumbledore.
Había un mortífago infiltrado aquí y por lo que él me dijo, Nott iba por el mismo camino.
Hogwarts y todos aquí corríamos riesgo.
Estábamos durmiendo con el enemigo bajo el mismo techo...