XXXVII

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Hermione

...

En cuanto estuve lista, él volvió a entrar a la habitación.
Tenía una necesidad grande de quedarme acurrucada en sus brazos por siempre.
Cerré los ojos con fuerza intentando reprimir ese deseo de lanzarme a él y abrazarlo fuerte.
Recordé la herida en su costado.
Se veía mejor que hace rato pero no por eso debía abusar.
En mi afán de curarlo observé otras cicatrices más en su pálida piel.
Tan solo recordarlo me llenaba de ira contra quién sea que le haya hecho eso.
_tranquila, estoy bien...
Como adivinando mis pensamientos y deseos me envolvió en sus brazos.
Su calor una vez más me llenó.
Si fuese un gato, seguramente hubiera ronroneado.
De alguna manera sentía una angustia lacerante en el pecho.
No quería irme.
Aún estaba oscuro.
Despegué mi rostro de su pecho y busqué su mirada.
En cuanto nuestros ojos se encontraron sentí una especie de electricidad.
Algo en mí se removió y sus ojos brillaron en reconocimiento.
_prometeme que vas a tener cuidado
_Theo...
_promételo. No te pondrás en peligro, ni siquiera por Potter
_es mi mejor amigo
_haz que valga la pena, Granger. Porque si algo llega a pasarte juro que lo mataré
Negué rápidamente.
A pesar de todo yo daría mi vida por Harry así como él lo haría por Ron y por mí.
Dolía en el pecho.
Era desesperante estar así.
No me dí cuenta de que la oscuridad estaba tomando fuerza otra vez hasta que de un solo golpe todo eso se evaporó y una inmensa ola de placer y calidez se apoderó de mí.
Nott me había besado de improviso y se sentía tan malditamente bien.
Era un beso arrasador.
Sentía mis piernas como si fueran hechas de gelatina.
Sus brazos me sostenían firmes contra él, mis manos se aferraban a su blanca camisa.
Me sentí en el séptimo cielo.
_¡¿Daros prisa o...!
Nos soltamos de golpe.
Parkinson rompió la burbuja y ahora nos miraba con esa sonrisita suya que me disgustaba en extremo.
_si querían darse el lote debieron empezar más temprano. Vamos tarde al colegio, Theo
Volteé a verlo y entonces todo tuvo sentido.
Theo estaba vestido con su camisa de Slytherin.
Harry...
¡¿Qué hora era?!
Dios mío
_calmate... Todo va a estar bien
_¿Donde estamos?
_este, querida sabelotodo, es el castillo Nott
Parkinson me veía con sus aires de grandeza.
_¿Tú vives aquí?
Dirigí mi vista hasta Nott.
Qué pregunta más tonta.
Era obvio que el vivía aquí.
¡¿Y si estaba rodeada de mortífagos?!
Me abalancé sobre su brazo izquierdo y le descubrí la manga.
Tenía miedo de encontrar su brazo marcado como el de Malfoy.
_no, no estamos marcados Granger. Ninguno de los dos.
Parkinson se descubrió ambos brazos también y me los mostró.
_aunque no te lo creas, no estamos del lado oscuro
_¿Qué...?
_te lo contaremos luego, ahora tenemos que irnos.
_no, espera. ¡¿Qué es todo esto?! No me pienso quedar sin explicaciones, no otra vez.
Los miré a ambos como si estuviera retando a Harry o a Ron.
Ya estaba harta de no ser parte de los planes.
Me sentía mejor y tenía la necesidad de sentirme útil.
¡Vamos! Soy una bruja igual que Parkinson.
_Bien, hazte cargo Theo pero que sea rápido. Tenemos que irnos pero ya.
Parkinson avanzó hacia la puerta acomodando su cabello y su capa.
Volví a ver  Nott y el simplemente suspiró derrotado.
_está bien, te contaré pero Pansy tiene razón. Debemos darnos prisa.
Tomó su capa y con su varita hizo aparecer su corbata perfectamente anudada en su cuello.
Tomé mi varita y eso fue suficiente para tomar mi mano y llevarme a rastras por el pasillo.

...

_o sea que sois espías
_más o menos...
_suficiente, nos vamos. Dénse prisa
_¡Esperen! Ustedes no pueden aparecer en el refugio. Los matarían
_no seas idiota ¿Quieres? Te creía más lista Granger
_¡Pansy! Ya déjala en paz
_Bien. Los dejaré despedirse en paz
Ella se fue hacia la entrada de la enorme casa.
Aún estaba oscuro pero pronto empezaría a amanecer.
_escuchame, Hermione. Lo que sea que ustedes planeen deben tener en cuenta de que es arriesgado, por nada del mundo deben ir a Hogwarts. No es seguro
_Theo, eso no te lo puedo prometer. Si es de suma importancia ir a Hogwarts lo haremos y ni siquiera tú puedes impedirlo
_bien, me rindo. Hagan lo que quieran pero por Merlín, tengan cuidado.
No me dejó responder nada más porque una vez más me calló con un beso.
Era un beso lleno de dulzura y urgencia.
Como si quisiera asegurarse de que era real.
_es hora. Oh por Morgana, ya sepárense.
Otra vez Parkinson rompiendo la burbuja.
Tuve que separarme a regañadientes de los cálidos brazos de Nott.
Junto a ella estaba un pequeño elfo.
Volví la vista hasta Theodore.
Tenía los ojos brillantes y los labios ligeramente hinchados y enrojecidos.
Él pudo ver las dudas en mí.
Así que rápidamente respondió a mí muda pregunta.
_Timmy te llevará. Así no nos rastrearán y tampoco tendrás problemas.
_Timmy es mi elfo doméstico. Es confiable y sabe a dónde debe llevarte, pero vámonos ya que Lunática debe haber pasado la noche en vela esperándote
_no la llames así, Parkinson
_esconde las garras, leona que yo no soy tu enemiga. Por ahora...
_ya, Pansy. Déjalo, por la paz.
_Timmy, ya sabes lo que harás ¿cierto?
_Timmy sabe lo que hará, amo Nott. Timmy debe llevar a la señorita Granger con la señorita Lovegood y no debe contarle a nadie sobre esto.
_bien. Ve con él.
Theo dejó un último beso en mis labios antes de dejarme en las manos del pequeño elfo.
_estoy lista, Timmy
El pequeño elfo asintió solemnemente.
Y justo antes de desaparecer escuché una última cosa.
No te quites el anillo.
Quise preguntar por qué pero cuando me dí cuenta, ya estaba frente al pequeño puente que había cruzado antes de traspasar la barrera del encantamiento fidelio del refugio.
Luna estaba ahí cubierta por una pequeña manta.
_¡Luna!
De un salto me solté de la mano del elfo y fui a despertar a mí amiga.
_¿Luna?
_veo que estás de regreso. Tienes mejor semblante, Hermione.
Vió tras de mí y sonrió con dulzura.
_hola Timmy, ¿Como estás?
_Timmy está muy bien, señorita Lovegood. Timmy ha traído a salvo a la señorita Granger como las amas le han dicho.
_buen chico, Timmy. Vuelve con Parkinson y gracias por traer de vuelta a Hermione.
El pequeño elfo se sonrojó y asintió para luego desaparecer.
_vamos a la casa, Luna. Estás helada, cuanto lo siento. Has tenido que pasar la noche aquí
_es un buen lugar para buscar nuevas criaturas. Ahora vamos, antes de que los demás despierten...

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