XXXVI

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Theodore

...

Anillos gemelos...
¡¿Como es que yo nunca lo supe?!
Me había leído toda la maldita biblioteca de mi casa y la de Hogwarts buscando una solución a lo que yo tenía.
Y jamás había encontrado nada de lo que Pansy decía.
Por años pensé que era una maldición y había estando tentado de pedirle acceso a la biblioteca de la mansión Malfoy a Lucius.
La hermana de mi madre debía habermelo contado al menos.
Por los calzones cochinos de Gryffindor, ¡¿Por qué me lo ocultaron?!
Yo había sufrido todos estos años por culpa de esa oscuridad que no hacía más que crecer y dañarme día a día.
Me aseguré de que no hubieran moros en la costa y una vez más me escabullí a mí lugar secreto asegurándome de que tenía conmigo el anillo de Pansy y las indicaciones del cómo llegar hasta el lugar.
No fue hasta que saqué mi varita que me dí cuenta de que ni estaba solo.
_¿A donde crees que vas... Hijo?
Esa maldita voz...
¡¿Qué mierda hacía mi padre aquí?!
_eso no te importa
_respuesta equivocada, Theodore
_¿Qué es lo que quieres?
_yo nada. Solo pasaba a ver que todo estuviera en orden con mi muchacho...
_Basta, Marcus. Solo estás haciéndome perder el tiempo
No pude reaccionar cuando sentí un crucio golpearme de frente en el pecho.
Magia no verbal.
Qué cabrón.
Apretaba los labios para no gritar ni alertar a los Carrow.
Hacía mucho que no era sometido a esto.
Nada me preparó para volver a sentir tanta desesperación por qué terminase.
El ardor y las miles de cuchilladas que sentía en mi cuerpo eran más intensas que hace algunos meses.
Sentía que mi cabeza explotaría y mis huesos se rompían.
Mi boca poco a poco se llenaba de sangre.
Pero me resistía a darle el gusto de escucharme gritar.
_veo que te están disciplinando bien...
Iba a mandar a la mierda todo y dejar que la oscuridad tomara el control cuando dejé de sentir el dolor del hechizo de mi padre.
_¡Silencius!
Ví a Pansy detrás de mí padre.
Por primera vez agradecí que fuese una metiche y me haya seguido.
Mi padre estaba atado de pies mi manos.
Dos incarcerus lo contenían.
Lo ví volverse rojo de la ira.
No duraría mucho y lo sabía.
_¡Desmaius!
Pansy corrió hacia mí totalmente desesperada.
Lo sabía.
Sus manos temblaban.
_Ve por ella...
Le tendí el anillo y el pergamino.
_no... Theo, debes ir tú. Voy a curarte...
_debo c-contener a m-mi padre
_no... Voy a curarte y vas a ir por ella.
Pansy lloraba en desesperación.
Y lo entendía.
No podía curarme solo.
Pero Hermione...
_B-busca a B-Blaise
Pansy salió corriendo no sin antes petrificar a mí padre.
Más valía que lo encontrase rápido. O realmente estaría jodido.

...

_vamos amigo, aguanta un poco más.
_¡Ahh! Eso duele...
_hago lo que puedo
_lo sé y te lo agradezco, pero no quita que está jodidamente siendo un infierno para mí.
_solo falta la herida de tu costado, ya lo demás lo ha hecho el crece huesos.
Asentí en respuesta.
Volteé a ver el cuerpo de mi padre.
No me arrepentía en lo más mínimo de haberlo matado.
Ese cabrón había hecho de mi vida un infierno.
Y ahora la visión de su cuerpo desmembrado solo me recordaría que Marcus Nott dejaría de joderme la existencia.
Realmente deseaba que se pudra en el infierno.
El muy cabrón había sido muy astuto al traer consigo una daga.
Fue una gran suerte que se haya enterrado a penas en mi costado. O para estas alturas quien estaría muerto sería yo.
Una vez más sentí el ardor en la herida que Blaise había cerrado con un hechizo suyo.
_vete a la mierda, voy a curarme yo solo.
_al menos dame un gracias ¿No?
Totalmente irritado y adolorido volteé a verlo.
_gracias Blaise, ahora tengo que ir por Pansy
_deberías esperar a que ella vuelva, los Carrow se darán cuenta de que ustedes no están, sobre todo en la clase de Artes Oscuras.
_no está en discusión. Tengo que ir...
_tiene que ver con Granger, ¿Verdad?
Resoplé frustrado.
¿Era tan notorio acaso?
_muy bien, Romeo. Ve a por tu Julieta, pero ambos debéis regresar antes del alba ¿Entendido?
_oh, cállate...
_yo también te quiero
No le respondí. Simplemente desaparecí tocando las piedras cerca del lago.
Lo siguiente que ví fue el castillo Nott totalmente iluminado.
Entré y rápidamente fui hacia el ala oculta.
Las columnas de habían abierto de par en par, mostrando el pasillo que solía recorrer con mi madre.
Yo sabía dónde la había llevado mi prima.
Ahora yo debía hacerme cargo.

Hermione

...

Tenía una sensación refrescante en todo mi cuerpo, sobre todo en mi rostro.
Sentía mi cabello sujetado en un moño alto y flojo.
Se sentía cómodo.
Pero ese constante hormigueo lacerante no se iba de mi pecho.
Podía ver mis brazos y piernas marcados por mis venas oscuras.
Esto estaba descontrolándose demasido.
Me sentía afiebrada.
No tardaría en explotar
_¡Cálmate,.Granger! Él no tardará en llegar
¿Él?
Abrí un poco más los ojos y me encontré con Parkinson que refrescaba mi rostro y murmuraba maldiciones contra alguien.
No le pude responder porque otra vez me sumí en la oscuridad.

...

Todo lo que sentía era un cuerpo tibio junto al mío que me envolvía en sus brazos.
Mi respiración era tranquila y una paz reconfortante llenaba mi cuerpo.
Abrí poco a poco los ojos y me encontré sobre un torso pálido y desnudo.
Fui conciente de que mis manos estaban también sobre él y tenían el mismo aspecto pálido.
Como si se tratase de un vampiro.
Llevaba un anillo extraño con una gema blanca.
Moví ligeramente los dedos sobre la suave piel bajo ellos y una calida mano se posó sobre la mía. En ella también había un anillo pero era como si la gema que yo tenía hubiera recubierto este segundo anillo con bordes plateados.
Poco a poco fui conciente de que estaba completamente desnuda, aferrada a éste cuerpo.
Levanté mi cabeza y me encontré con un ángel oscuro que dormía tranquilamente.
Theodore...
¿Lo habíamos hecho?
Empecé a pensar que sí.
Me levanté de golpe y me tapé con lo único que encontré cerca de mí.
Una capa oscura.
Mi cuerpo empezó a temblar.
¡¿Como rayos pasó todo esto?!
_no huyas
Volteé sobresaltada.
Theodore estaba sentado en la cálida cama.
_nada pasó... ¿Estás bien?
Ví dolor en su expresión y noté que se tomaba ligeramente el costado.
Toda la vergüenza y confusión se fue de mi sistema.
Me abalancé sobre él y le quité la mano de su costado.
Una fea herida estaba presente.
_¿Te duele?
_no mucho.
Hice aparte todo lo que me estorbaba.
Busqué mi varita y él me la tendió.
Rapidame utilicé hechizos de curación.
Rapidame fue cerrando como se debía.
Ya no había ese tono rojizo en su piel.
_tienes que descansar, Theo
_no hay tiempo. Debemos volver
Asentí de vuelta y al buscar mi ropa, él me tendió un vestido simple pero cómodo.
_era de mi madre, tú lo necesitas ahora.
Me dejó sola en la habitación y yo aproveché para cambiarme.
Todo rastro de oscuridad se había ido de mi.
La pregunta era... ¿Por cuanto tiempo?

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