QUEEN

XLII

Hermione

...

Esto se había puesto patas arriba.
Y estallaría en cualquier momento.
Dios mío, Harry un horrocrux...
¡¿Todo este tiempo había tenido un parásito viviendo en él?!
No era muy diferente a lo que me estaba pasando.
Salvo que lo mío era algo más silencioso y siempre ocurría cuando estaba sola en la sala común o en mi casa.
En el peor de los casos, luego del quinto curso, me escondía en la sala de menesteres.
Pero Harry...
El nunca tuvo opción de esconderse.
Él siempre lo encontraba.
Dios mío.
Y sí ha ido al bosque prohibido es por todo lo que el recuerdo de Snape le ha revelado.
Tengo que encontrar a Ron de inmediato.
Algo debemos hacer para salvarlo.
Busqué la salida rápidamente y justo antes de salir, el cuadro de Dumbledore habló.
_procure ir con cuidado, señorita Granger. Su cuerpo está llegando al límite y su núcleo mágico podría verse afectado
_señor...
_Harry ya tiene un destino que cumplir, no se preocupe por él.
¡¿Que no me preocupe?!
¡¿Cómo no voy a preocuparme por mí mejor amigo?!
¡¿Qué le pasa?!
Todo a mi alrededor empezó a tambalearse.
_no gaste sus energías en mi, señorita Granger. Debe usarla en la batalla, maten a la serpiente y lo vencerán
_eso no está en discusión, profesor.
Había apretado los dientes para evitar que mi magia se descontrole o en el peor de los casos, la oscuridad se qpodere de mi
_busque al joven Nott en cuanto sienta que no puede más. Lo demás ya el tiempo lo dirá.
Preferí no responderle o sería muy grosera con el profesor Dumbledore, o bueno, con su cuadro.
Bajé lo más rápido que pude, con mi varita en mano. Lista para cualquier eventualidad.
A penas llegué al Gran Comedor donde estaban todos los cuerpos de los caídos ví a los Weasley.
Fred...
Ya no lo vería jamás hacer bromas pesadas junto a George.
Dolía ver como todos los Weasley sufrían por él.
Llegué hasta Ron y a penas pude abrazarlo cuando un gran estruendo se escuchó fuera del castillo.
Todos salimos a ver qué pasaba.
No me separé por nada de mi amigo y su familia.
Teníamos que estar unidos ahora más que nunca.
Necesitabamos a Harry.
¿Estará bien al menos?
Dios mío...
Todos los mortífagos venían en una proseción.
Hagrid venía con ellos, atado y cargaba algo.
El bulto en sus brazos me hizo temer lo peor.
Un par de piernas colgaban de sus brazos.
Harry...
_¡Harry Potter está muerto!
No...
No, no, no.
¡No!
Él no podía estar muerto.
¡¿Todo por lo que habíamos luchado había sido en vano?!
Ya no había prestado atención a nada más.
Todos mis recuerdos con Harry y Ron me invadieron.
El incidente con el troll, Fluffy, la piedra filosofal, el basilisco. ¡Todo!
Todas las cosas que pasamos intentando acabar con Voldemort.
La muerte de Sirius, el mismo Dumbledore y hasta Snape...
La rabia empezó a llenar mi corazón.
Las manos me temblaban.
No ahora...
Las voces empezaron a gritar en mi cabeza
¡Vamos! ¡Acabemos con él! ¡Te quitó a tu mejor amigo!
No...
¡No, no, no!
¡Basta!
Algo ne sacó del ensimismamiento.
No se bien que lo hizo, solo sé que otra vez los hechizos llovían por doquier.
Me había alejado de Ron.
Lo que necesitaba hacer era encontrar a Nott o todo se iría a la mierda.
_¡Crucio!
_¡Protego!
Volteé a ver.
Bellatrix Lestrange me miraba con una sonrisa sádica.
La locura pintaba sus ojos.
_¿Estás bien, Hermione?
Ginny me miraba preocupada y Luna intentaba protegerme.
¡¿Vas a esconderte?!
¡Esa perra te lastimó!
¡¿Vas a dejar que se salga con la suya?!
¡Tiene que pagar!
¡Mátala!
_si, estoy bien.
Le devolví la mirada con la misma intensidad.
Todo se volvió lejano.
Dejé a la oscuridad hacer lo que debía.
Me enfrenté a Bellatrix junto a Ginny y Luna.
Las protegía y atacaba.
Pero lastimosamente no podía hacer dos cosas a la vez.
Teníamos que ser solo las dos.
Llegó un momento en el que lancé un hechizo con todas mis fuerzas que la hizo retroceder y lanzar un avada que logré desviar y por poco le cae a Luna.
La conciencia volvió a mí cuando la creí muerta.
_¿Luna?
_¡Avada kedavra!
_¡No!
Volteé a ver impotente como el rayo verde era lanzado hacia Ginny.
Pero un fuerte destello logró protegerla.
_a mi hija no, perra.
La señora Weasley se había interpuesto entre nosotras tres y Bellatrix.
_nadie intente nada. Es mía
Ella la miraba con sarcasmo y burla.
_¿Qué será de tus hijos cuando mamá vaya a reunirse con Freddie?
_no volverás a tocar a ninguno de nuestros hijos.
Con un ágil movimiento de varita nos lanzó detrás de ella y empezó a batirse a duelo con Bellatrix.
De la mueca burlona que tenía en la cara empezaba a dejar de haber rastro.
La ira pintaba las facciones de Bellatrix y el un mal movimiento un hechizo logró darle en el pecho.
Sus oscuros ojos parecían salirse de sus cuencas.
Y con un último y brillante hechizo, la señora Weasley acabó con ella.
Ya no estaba más.
Bellatrix Lestrange era historia.
Volví la mirada a Luna y ví que estaba bien.
Un poco mareada pero viva al fin y al cabo.
No soportaría ver a nadie más morir o simplemente explotaría.
Las manos me temblaban.
Quería llorar y queria gritar al mismo tiempo.
Quería hacerle daño a quien sea.
_¿Mione? ¿Estás bien?
Luna intentaba calmarme y encontrar la fuente del problema.
_tu magia es inestable. Tranquila, él vendrá por tí.
Tomó mi rostro y lo ocultó escondiéndome en su pecho.
_respira, intenta calmarte o lo notarán
¿Qué?
Miré mis manos y lo entendí.
Venas marcadas y oscuras.
Piel mortalmente pálida.
Mis ojos debían estar oscuros como pozos para entonces.
No lo soportaría
Hacia calor...
_¡Hermione!
Esa voz...
Está aquí...
Él está aquí
En cuanto él me estrechó en sus brazos supe que estaba a salvo.
_llevatela de aquí.
No escuché su respuesta.
Mi cuerpo se desconectó de todo en sus brazos.