Hermione
Eso no había salido nada bien ...
Con esa respuesta yo ya sabía que no le agradaba para nada a Nott.
Me importaba tener una buena calificación y eso solo se podía lograr si trabajábamos juntos, como lo ordenó la profesora Vector. Ya lo de Malfoy lo averiguaría después.
Pero así como iba la cosa... Ya sabía que no obtendría información, de él al menos no.
Había que buscar otras formas de obtenerla.
Ya que...
Era hora de concentrarme en lo demás.
Ayudar a Harry era indiscutible para mí.
Teníamos que encontrar la manera de acabar con El que no debe ser nombrado de una vez por todas.
¡¿Pero cómo?!
Las fuerzas oscuras no se detendrían mientras nosotros siguiéramos sin hacer nada.
Dumbledore había empezado a darle clases particulares a Harry y eso también me llenaba de curiosidad.
¿Qué era lo que él le mostraba?
Harry estaba omitiendo algunas cosas.
Eso lo sé.
Pero no podría ayudarlo sin tener la información completa.
Sentía que explotaría en cualquier momento.
Necesitaba despejar mi mente y que mejor manera que leer en mi lugar secreto junto al lago negro.
Era como un escondite, muy bien tapado convenientemente por arbustos.
No quisiera imaginarme qué pasaría si ciertas parejitas encontrasen este lugar.
Como prefecta tenía que vigilar muchas cosas, y entre ellas también estaba lograr que este lugar no fuese encontrado.
No iba a dejar que ensucien mi santuario.
Este lugar era mío.
Mi lugar de lectura, mi refugio.
Él único lugar del castillo que me daba paz.
Quería alejarme un poco del mundo mágico y dejarme envolver por los clásicos de la literatura muggle.
Jane Austen, Shakespeare, Charles Dickens ... Siempre lograban emocionar a mi enamorado corazón.
Me dispuse a leer el ejemplar que tenía de Orgullo y Prejuicio.
En algunas ocasiones creia que Darcy se parecía bastante a como Malfoy se comportaba, pero de ninguna manera podía verlo de otra forma.
Draco Malfoy era un reverendo idiota, creído y narcisista.
Un hijito de mami demasiado egocéntrico e insoportable.
Vivía para hacer de nuestra estadía en Hogwarts un infierno con sus comentarios malintencionados y esa chulería suya que deseaba quitársela con un buen golpe como en tercer año.
En fin...
Entendía la convicción de Elizabeth pero ya sabía que estaba equivocada, no por nada era la cuarta vez que leía este libro.
Siempre me invitaba a soñar con ese tipo de amor visceral que Darcy le profesaba.
Estaba tan entretenida que poco a poco el letargo se apoderó de mí.
La brisa corría tranquilamente y el ambiente invitaba a sumergirse en un sueño tranquilo.
En ese hermoso e intrigante mundo me quedé dormida, soñando con un apuesto, inalcanzable e inexistente señor Darcy.Theodore
Habían pasado horas desde que tuve que separarme de Draco por culpa de Granger.
Ahora tenía que encontrar al llorica de mi amigo, en la sala común al menos nadie lo había visto aparecer.
Sinceramente me estaba cansando estar caminando de un lado a otro en todo este enorme y puñetero castillo por cuidar su trasero.
¡Maldición!
El haber tomado la marca no era más que un escarmiento, un castigo a su familia por lo que sucedió con su padre en el departamento de Misterios.
Necesitaba aire fresco.
Y que mejor manera que encontrarlo al borde del lago negro.
La sala común de Slytherin daba al lago pero no se comparaba en nada a cierto lugar.
Justo cerca de ahí, había una parte escondida de los demás gracias a unos arbustos que dejaban una especie de isla secreta.
Libre de ojos curiosos y toda clase de chismosos y entrometidos.
Ese lugar era como mi refugio, cuando sentía que en la sala común me ahogaba el parloteo de Pansy y las demás chicas. Ni que decir de las alabanzas de Zabinni a sí mismo y su constante cacareo sobre lo maravilloso que es.
Ahora con la vuelta del Señor Oscuro no sólo había el parloteo constante sobre nuestra jerarquía por ser sangre pura y nuestro "derecho a gobernar".
Todos estaban ansiosos por tomar la marca y servir a un mestizo con complejo de rey.
Ya veremos cuánto dura esa euforia.
Yo al menos estaba decidido a morir en lugar de ser marcado.
No soportaría más crucios sin antes volverme loco y sabía de sobra que el "señor Oscuro" era fanático del cruciatus al igual que mi detestable progenitor.
Muchas veces tenía ganas de matar a mí padre por todo el sufrimiento que le había causado a mí madre y por todos y cada uno de los arranques de locura que tenía que pagar a punta de crucios y otros hechizos igual de torturantes.
Marcus Nott era fanático de utilizar magia oscura en sus castigos.
Ese era su secreto para mantenerse igual de fuerte a como cuando era más joven.
No por nada era de la misma generación de Bellatrix Lestrange.
Ese par vino al mismo tiempo a Hogwarts, no me explico quién le contagió la locura a quien, si Bellatrix a mí padre o al revés.
De alguna manera él tiene cierta fascinación por ella.
No me sorprendería que fuese la mismísima Bellatrix quien nos "prepare" para nuestra próxima iniciación como mortífagos.
Merlín me libre de eso.
Esa mujer está loca y es capaz de matarnos si no cumplimos alguno de sus caprichos, como casi lo logra con Draco.
Mierda ...
Tenía que ser fuerte.
Y de alguna manera salir de todo este infierno.
Algo me dice que esto va a acabar mal.
No quería pensar en nada, solo necesitaba tranquilidad. O al menos un solo instante para ser yo y no el hijo de puta sangre pura y prospecto de mortífago que los demás esperaban de mi.
Solté un gran suspiro y miré a todas partes antes de adentrarme en los arbustos.
Tenía que asegurarme de que nadie me viera.
Había avanzado unos cuantos pasos cuando me encontré un cuerpo tendido en el césped.
¡¿Granger?!
¿Estaba viva o muerta?
Maldición ...
Si alguien le había hecho algo y la encontraban aquí conmigo estaría jodido.
Parecía que la habían atacado.
Su varita estaba tirada a un lado y había un libro abierto de par en par justo al lado.
_tengo que salir de aquí ...
Traté de no hacer mucho ruido, simplemente di media vuelta y traspasé los arbustos de vuelta al castillo.
Tenía que alejarme de ahí lo más rápido posible ...
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QUEEN
FanfictionHabía perdido toda la esperanza de vivir. Hasta que llegó ella y se convirtió en mi reina. La reina de mi oscuridad...