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Capítulo 27

- Ahhhh....

Últimamente, a menudo me siento en mi oficina hasta altas horas de la noche, participando en el aburrido plan anual. Dejé a un lado el plan casi terminado y me estiré en la silla para estirar mis rígidos hombros. Mirando el reloj de mi escritorio, vi que ya era un poco más de medianoche.

Ahora que lo pienso, hoy es mi cumpleaños.
Desde ayer, Edmund ha hecho tanto ruido que, naturalmente, no pude olvidarme de él.
Y, sin embargo, no entiendo por qué hay tanto alboroto por algún cumpleaños.
El cumpleaños fue solo uno de los innumerables días que pasaron y no significó nada más. Bien, entonces usaré mi cumpleaños como excusa para alimentar a Edmund y Tita con algo delicioso y satisfactorio.

Justo cuando lo pensaba, alguien llamó a mi puerta.
TOC Toc.

- ¿Qué quieres a esta hora?

Naturalmente, pensé que era Edmund quien necesitaba algo de mí a esta hora tan tardía, así que mi voz sonó un poco molesta cuando respondí. Sin embargo, quien vino a mí no fue Edmund, sino Tita. Cuando se abrió la puerta, vi a Tita entrar a mi oficina desde un pasillo oscuro, con una lámpara en la mano. Inmediatamente pensé que algo andaba mal porque su rostro estaba sonrojado y su respiración entrecortada.

¿Estaba corriendo ...?

- ¡Su Alteza! - gritó Tita en cuanto me vio.

La fuerte voz de Tita sonó ensordecedora en el silencio. Al escucharlo, Tita se sorprendió aún más que yo, e incluso se estremeció.

- ¿Tita? ¿Que pasó? ¿Por qué estás aquí a una hora tan tardía?

- Su excelencia, venga rápido. Quiero mostrarte algo.

No sabía qué podía pasar con tanta urgencia, pero Tita, sin más explicaciones, me tomó de la mano y me arrastró.

- ¿Qué pasa?

- Te lo cuento un poquito más tarde. Tenemos que darnos prisa.

¿Qué te pasa?
Estaba un poco avergonzado, pero pensé que algo urgente debía haber sucedido ya que Tita insistió, así que simplemente lo seguí.

- Tita ve más lento, de lo contrario te caerás.

Sin embargo, no disminuyó la velocidad en absoluto, aunque le advertí que podría caerse.

¿Qué diablos está pasando?

Cuando empecé a preocuparme seriamente, pensando que había pasado algo malo, Tita finalmente se detuvo. El lugar donde me llevó fue la sala de estar. Como era tarde, la sala de estar estaba naturalmente vacía. Pero al entrar en la habitación, inmediatamente sentí un aroma fresco y extrañamente dulce en el aire. Fue el aroma que olí por primera vez en el Palacio de Hielo.

- ¿Qué es este aroma?

- ¡Ta-dam, su excelencia! ¡Échale un vistazo!

Tita señaló con el dedo en algún momento. Con una leve curiosidad, volví la cabeza en la dirección que estaba señalando.

- ¿Camelia? Oh....!

Estaba tan asombrado por lo que vi que no pude resistir la exclamación de sorpresa. En la parte superior de la camelia, florecen flores de color rojo brillante entre las suaves hojas verdes. Como pensé, ella no era diferente de la camelia que creció en Corea. Sin embargo, no importaba mucho ahora, ya que lo más sorprendente fue que floreció.

Fascinado por la belleza de las flores, caminé lentamente hacia Camellia.
El aroma que llenó la sala de estar provenía directamente de las flores de camelia. Inicialmente, hasta donde yo sabía, las flores de camelia apenas olían, pero había un sutil aroma dulzón en la habitación. Quizás fue porque ella era un árbol mágico.