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Capítulo 5

A la mañana siguiente, Tita vino a mi taller en cuanto salió el sol.

Su inesperado entusiasmo por comenzar sus estudios tan temprano me sorprendió mucho, ya que esperaba que apareciera no antes del mediodía.

- Siéntate ahi.

Cuando apunté con la barbilla a la silla, Tita comenzó a trepar con cautela. Como la silla estaba hecha para adaptarse a mi altura, sus patas cortas ahora colgaban libremente en el aire. La mesa también era demasiado grande para él.

En una posición tan incómoda, naturalmente no podría concentrarse en sus estudios.

Levanté la mano e hice un gesto apenas perceptible en el aire, tras lo cual la silla y la mesa se encogieron para adaptarse a Tita.

- ¡Guau!

Tita estaba tan sorprendido que abrió mucho la boca y se miró los ojos. Era simplemente magia elemental, pero a los ojos de un niño pequeño que no sabía nada al respecto, parecía genial.

Hmmm ... ¿te sorprendí niño? ¿Quizás pueda sorprenderte aún más?

Sintiendo una extraña oleada de fuerza, hice algunos gestos más con las manos en el aire. Luego, un enjambre de luces doradas fluyó a través de mis dedos, creando una tabla alfabética en el aire. Aunque no era una letra perfecta, parecía bastante inteligible. Mientras tanto, Tita, mirando el alfabeto que apareció en el aire, parecía como si frente a él jugaran lingotes de oro, y no simples letras.

- ¿Es magia ...?

Su rostro estupefacto se veía tan lindo que no pude evitarlo y una risa corta se escapó de mi boca. Sin embargo, entendí que en esta situación no era muy apropiado, por lo que rápidamente volví mi expresión habitual a mi rostro y dije con voz severa:

- Si. Tita, voy a preparar la poción por ahora, y debes recordar este alfabeto, porque luego tendrás una prueba. Además, si toca las letras, puede escuchar cómo se pronuncian.

Tita me asintió con la cabeza, dejándome claro que él entendía todo.

- Si no entiende algo, no tenga miedo y dímelo.

Después de asegurarme de que Tita comenzara a memorizar las letras, puse los ingredientes en una olla grande de hierro con agua. Tuve que preparar una poción que se rompió ayer. Después de aproximadamente una hora, sentí ojos sobre mí y me di la vuelta. Resultó que Tita estaba parada justo detrás de mí y me miraba con ojos llenos de curiosidad. Estaba tan sorprendido que casi se me cae el cucharón de las manos.

- ¿Qué estás haciendo? ¡Esto es peligroso! ¡Da un paso atrás un poco más!

Tita, alarmado por mis gritos, retrocedió confundido.

- Bueno, yo ... recordé todo lo que me dijiste que recordara ...

- ¿Qué? ¿Ya?

Miré a Tita con incredulidad. Parecía asustado, pero no parecía estar mintiendo.

- ¿Entonces no te importa hacer el examen ahora mismo? Borraré todas las letras en el aire, así que si no las recuerdas, entonces tengo que castigarte.

- Si entiendo.

Borré el alfabeto en el aire y puse papel y un bolígrafo y un tintero frente a Tita. Tita tomó un bolígrafo y comenzó a escribir cartas en papel. Como no estaba acostumbrado a sostener un bolígrafo, su letra era descuidada, pero escribía sin errores. No me volví demasiado crítica con esto dada su situación.

De hecho, fue simplemente sorprendente que un niño de siete años fuera capaz de memorizar todo tan rápido y escribir todo correctamente la primera vez, a pesar de que nunca estudió.