123. Hyggë

191 9 6
                                    

"Sensación intensa"

Luis Miguel
Vi las llamadas de Ara pero no alcancé a tiempo para contestarlas, y ahora estaba atareado, sujeto el auto y termino de realizar unas compras sobre algunos equipos con Alejandro, el termina los pendientes y me dirijo a casa, no veo a Ara por ninguna parte y sale Migue con su nana.
-Hola pequeño, ven con papá.
-Pa..pa.-menciona en su caminador.
-¿Donde está mamá? -preguntó cargándolo.
- La señora salió a almorzar hace un buen rato, pero no ha regresado, si quiere puedo llamarla.- Menciona la señora Isabel.
-No tranquila, quédate un rato más con Miguel por favor, necesito terminar unos asuntos.-Menciono dejando a Migue en su caminador y él corre por toda la sala, me dirijo al estudio y prendo mi ordenador, llame un par de veces a Ara pero no contestaba así que me concentre en inventarios y demás, al abrir una pestaña del Navegador salia en primera plana una imagen de palomo con una mujer de espaldas sujetando su cintura y el titular " UN BUEN ENCUENTRO ENTRE PALOMO Y  ARACELY ARÁMBULA" "¿TODO TERMINO CON LUIS MUGUEL?" ¿LOS RUMORES ERAN CIERTOS"
Leía una y otra vez ese título
Amarillista, abrí la noticia y solo decía que se le veía muy cariñoso con la actriz en River Side Restaurant de Los Ángeles, no sabía cómo reaccionar, mi mente jugaba conmigo, era creativa, mi rabia comenzaba a consumirme, no era cierto, ¿Por qué no avisarme? No dejo mensajes de texto, no confiaba en palomo para nada, en realidad en ningún hombre que tuviese que ver con ella, en sus miradas notaba ciertas intenciones, allí se me va la tarde hasta que siento un golpe sacarme de mis pensamientos, parpadeo un par de veces y observo a Aracely frente a mi y no menciono palabra
Alguna, solo tenia mi mano en mi mentón y mi mirada en ella.
- Hola cariño, ¿Cómo estás?.- Menciona caminando hacia mi.
-No te acerques.-Menciono seriamente.
- Oye, ¿Estás bien?.- Menciona preocupada.
Muevo la pantalla del ordenador para que quede a su vista y no la observo.
-No se, estoy saltando de emoción, te pierdes toda la tarde y yo aquí leyendo tu noticia del día..
- ¿De qué tanto hablas por Dios? Por qué no te calmas y hablamos, así con tus sarcasmos no puedo.
-¡Carajo! ¿Pero yo si puedo con esto? ¿Es muy normal? Ah no espera es que estas aclarando el rumor de que ya no somos nada, una disculpa por ponerte mi cara de estupido Aracely.-Menciono y mi tono de voz es alto.
- !¿DE QUÉ HABLAS?! ¿Cuántas malditas veces ha dicho que nos hemos separado? ¿Y ahora qué? ¿Te da por creerles?.- Menciona muy enojada, pero de la nada se apoya en la silla mientras su cara se torna pálida.
-¿Me da? ¿Has visto la maldita foto? Ahora resulta que te dejas sujetar la cintura así de cualquiera, Bravo Arámbula, eso no era un simple apoyo de su mano, soy hombre Aracely perfectamente sabes que Palomo no es de mi agrado, pero no lo sé al parecer creo historias en mi mente como el loco que soy ¿Cierto? Y ahora resulta que no me ves a la maldita cara.
Alza la mirada y responde.- ¿Qué quieres que te diga sino me dejas ni hablar?.
-Ni siquiera dices nada concreto Aracely, pero ya dicen que una imagen vale más que mil palabras así que supongo no hay nada que hablar por qué ni me interrumpes.
No podía creerlo en verdad siento que el calor recorre todo mi cuerpo, mis puños se cierran y la observo, tiro el ordenador y todo lo que hay en la mesa .-Maldita sea siento que he llegado aquí para nada.-menciono saliendo de la habitación, sujeto mi gabán y salgo de casa, sujeto el auto y manejo lo más rápido posible por Los Ángeles, daba vueltas sin parar, solo recordar esa maldita  imagen me consumía más en mi rabia, llegue a un bar, y pedí una botella de tequila sin copa, habían muchas
Mujeres y en mi punto máximo de alcohol en mi cuerpo solo recuerdo sujetar la mano de una de ellas y besarla sin parar.

Aracely Arámbula
Me levanto con esfuerzo de la silla, realmente la cabeza me daba vueltas y no solamente hoy, hace algunos días habían empezado estos y habían llegado para quedarse. Sumándole a eso unas náuseas impresionantes. Más o menos sabía por donde iba la cosas por eso era tanta mi urgencia de salir hoy, tenia ya las pruebas en mi bolsa, sin embargo, no era capaz de hacérmelas, no sin Micky y menos estando así. Un sentimiento de culpa invadía mi corazón y aunque no haya hecho nada malo, Luismi se sentía fatal por mi culpa. De tanto llorar quedó exhaustamente dormida y al levantarme  y mirar el reloj es casi media noche, tomo mi teléfono y no hay mensajes, ni llamadas de él, tampoco había venido a casa y estaba muy preocupada. Me dispongo a esperarlo un par de horas más, hasta que aparece.
- ¿Qué has hecho? Mírate, estás irreconocible. Si me hubieras explicado y yo hubiese visto la ridiculez que intentaron te hubiese podido dar razón de la cosas y no estarías con este numerito.- Menciono furiosa.
-¿Numerito? -Sonríe sarcásticamente .-Soy yo para tu lastima pero ahí tienes a tu gran amigo así como yo conseguí mi maravillosa amiga.-Menciona dirigiéndose al baño, lo tomo de la mano y lo halo, aparte de oler a licor, podía percibir una colonia de mujer, siento como la sangre me hierve y mis ojos se cargan de lagrimas.- ¡¿Qué carajos estás diciendo?! A ver, repítemelo porque no entiendo.
-¿De pronto una nota te lo aclarará mejor? Aunque me gusta ser más sincero, estuve con otra mujer así como tú con otro hombre ¿plastilina? ¿puedo bañarme?
Mi mano toma fuerza por si sola y dejo una fuerte cachetada en su mejilla.
- ¡VETE AL CARAJO! ¿Cómo puedes hacerme esto?, en ningún momento te he irrespetado de esa manera, definitivamente tu a mi no me tienes en tan alta consideración y de respeto, ¡ni hablar! Menciono con mucho coraje y sin parar de llorar, de repente siento una fuerte punzada en el estómago, me recuesto en la cama para no darle importancia y le grito.- ¡Lárgate imbecil! Fuera de mi vista.- Gritó.
-¿Ahora si lloras? Por Dios Aracely...-viene a mi y antes de mencionar palabra alguna observa pálido.-Aracely estas sangrando ¿Que sucede? .-menciona acercándose.
- ¿Ahora si te preocupas? ¿No tenías afán de bañarte y quitarte el olor a zorra que tienes? ¡No te quiero ver! Yo puedo sola.- Menciono tomando el teléfono de la mesa de noche, llamo al chofer y le digo que prepare el carro, cuando esté listo suba a ayudarme, el solo me mira con cara de preocupación, lo conozco perfectamente.
-Me importa un carajo lo que opines, me cambiare rápidamente y nos vamos ya a un hospital por mas resistencia que pongas.
- Te irás en otro auto, porque conmigo no y menos oliendo a perfume barato.- Menciono con ira y la pulsada vuelve, Justo ahí llega el señor para ayudarme, el sujeta mi mano pero sentía tanta repulsión que la quito rápidamente y me sostengo a la del chofer, cómo puede me toma en brazos y me sube al auto, el insiste en esperar a Luis Miguel, pero el dolor es tanto que no puedo. Llegamos a la clínica lo más rápido posible, me entran en urgencias, la doctora pide que me tranquilice pero mi preocupación llega a los límites.
- Doctora, tengo la sospecha de estar embarazada, no permita que le hagan daño a mi bebé y nadie, absolutamente nadie lo sabe.- Dicho esto con mis ultimas fuerzas, no sé más de mi.

¿Sabes una cosa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora