35. Kairos

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"Los momentos cruciales, delicadamente Perfectos, la fugaz oportunidad del tiempo y lugar que crea atmósfera oportuna para la acción, las palabras o el movimiento"

Luis Miguel
Había llegado el día en el que sería solamente mía, en el que sentía satisfacción al saber que ya tenía una familia y un hogar al cual acudir todos los días, me disponía junto a Alejandro a organizarme mientras llegaba la hora de ir al altar, el acomoda mi corbatín mientras sonríe.
-Ya deja esa sonrisa tan estúpida ¿si?
-No lo haré hasta el final del día y menos cuando digas si.- Menciona mejorando postura al terminar de organizarme .
Sonrió .-No es tan imposible de creer, o bueno si tal vez un poco.
-¿Ves? Ahora me entiendes, es de no creer pero me alegra y no sabes cuánto, es lindo verte en familia y más con un hijo a bordo.
-Ni me lo digas, a veces me siento poco preparado para ser padre pero ella siempre me recalca el que seremos buenos padres y con paciencia y amor todo se logra, cada vez me sorprende más su forma de amar y de amarme claro está.
-Ya deja tanta cursilería por favor siento ganas de vomitar y ahora no es buen momento.- Menciona riendo.
-Eres un idiota, ya verás que te llegará el día y estarás peor o igual que yo, así que no hables.
Salimos de la pequeña habitación y llegamos al pequeño altar que estaba perfectamente organizado, los invitados ya estaban allí, camino hasta mi lugar enfrente de todos, moría de nervios, pues, mi vida entera me he dedicado a ser observado por miles de personas pero hoy había sentido esta sensación indescriptible por primera vez, no quería observar el final de la alfombra, porque en cualquier momento aparecería ella, tan perfecta y hermosa con su vestido blanco que iluminaba su piel a la perfección, luego de un momento siento como la pequeña música de su entrada comienza a sonar y Alejandro me observa con su sonrisa nuevamente el cual hace que me ponga aún más nervioso, al girar la veo con su padre de la mano y un hermoso pero delicado velo cayendo por su rostro, sonrió, mi felicidad es tan grande, la mujer con la cual pasaría el resto de mis días era ella, con su caminar, su manera de amar y el hijo que pronto tendríamos en brazos.

Aracely Arámbula
Desde que me levante sentía algo inexplicable, no podía dejar de sonreír desde que puse un pie fuera de cama, me encontraba en la habitación en donde estaba siendo organizada para mi boda, ¡MI BODA!, tenía un equipo de highstyle para quedar completamente perfecta, mi maquillaje estaba listo y sólo faltaban un par de detalles en el peinado, tenía en frente a mi mamá y a Charly bajando el precioso vestido del maniquí para colocármelo, minutos después ya tenía mi cabello listo y mi vestido puesto, era tan precioso, color blanco con destellos de diamante murano, me veía en el espejo y estaba completamente encantada, sentía que era la mujer más feliz de este mundo.
- Dejen de mirarme así y díganme algo por favor.
- Te ves más preciosa que una princesa, estoy tan orgullosa de ti.- Menciona mi mamá sin dejar de mirarme.
- Eres la novia más bonita que he visto, me siento tan emocionada, por fin llego el momento que siempre soñamos.- Dice Charly con ilusión.
- Las amo, se me va a salir el corazón de la emoción.- Menciono y un toc toc suena, Charly abre la puerta y es mi papa con Leo.
- Llegó la hora mi amor, te ves tan bonita, se me fue mi niña, ¿en qué momento creciste? Mira nada más ya hasta vas a ser mamá.- menciona mi papa muy emotivo mientras se me llenan los ojos de lagrimas.
- Papá, no es por matarte la ilusión pero me la vas a hacer llorar antes de tiempo y se va a dañar el maquillaje, no podemos arriesgarnos a que el novio nos la devuelva.- Menciona Leo y me es inevitable reírme.
- Tú si sales con bobadas, muchas gracias por estar aquí.
- Esperen que falta lo más importante, ven ayúdame.- Menciona mi madre mientras mi padre acerca a ella, el me coloca una tiara mientras mi ella el velo.- Ahora si, estás completamente lista.
- Lo mejor es bajar ya, sino el novio se nos va a desmayar de la espera.
- Tienes razón Leo, llévela tú hasta la capilla y allí la tomo yo.
Así fue, nos dirigimos a la capilla, al llegar mi papá se posiciona a mi lado mientras mis sobrinos junto con Isabella la sobrina de Micky iban delante de nosotros, apenas lo vi, con su sonrisa encantadora y esos ojos verdes que tenían un destello especial, hicieron que mi corazón se acelerara aún más y mis nervios se apoderaran completamente de mi.

Luis Miguel
La vi caminar, la vi lentamente, sentí cada paso que daba, cada sonrisa que salía de ella, podía escuchar mi corazón latir rápidamente, una lagrima amenaza con salir pero la detengo, veía como se acercaba y era punto de referencia, ya en frente de mi su padre sujeta su mano y la coloca con la mía dándome unas pequeñas palabras, asiento y sigo sin quitar mi mirada de la suya, sube el último escalón y nos disponemos frente al sacerdote, doy una última mirada a su rostro y solo hago un breve susurro.
- No eres de este mundo en definitiva.
- Te amo tanto.- Menciona con la voz cortada.

Doy una leve sonrisa y sujeto su mano en toda la ceremonia, Leo y Hugo trae los
Anillos mientras Alejandro y Charly traen unas pequeñas monedas, primero colocamos nuestros anillos y para terminar pasamos de mano en mano aquellas monedas, todos vuelven a sus lugares, no debo de observarla, era costumbre hacerlo, pero, hoy mi atención estaba puesta en ella más de lo normal, el padre aclara su garganta unas cuantas veces para llamar mi atención y solo sonreía en muestra de que no lo haría, se rinde y sigue con el protocolo hasta que solo escucho de su boca.- Puede besar a la novia.
La giro hacia mi, subo su velo y nos acercamos hasta juntar nuestros labios, no tenían idea de lo majestuoso que era rozar sus labios con los míos, me separo y la observo.
-Vaya, al fin mi esposa ¿te he dicho lo que me encanta sentir tus labios?
- Si pero me encanta que me lo digas, al fin la Señora Basteri, no sabes lo feliz que soy a tu lado.- Menciona con los ojos llenos de lagrimas.

Aracely Arámbula
El me toma en sus manos y vuelve besar, veo cómo una lagrima se asoma en su rostro, la limpio, sonrió y tomó su mano para dirigirnos a la fiesta, mientras pasamos por la alfombra que estaba en medio de la capilla nuestros invitados nos lanzan pétalos de rosas rojas y blancas además de arroz, al llegar a la recepción el me hala de la mano llevándome hacia el centro de una pequeña tarima llena de destellos que estaba en la mitad del jardín, mientras nosotros subíamos a esta y nos posicionábamos en la mitad nuestros invitados quienes se acomodan en sus mesas, de repente empieza a sonar una melodía, él se coloca en frente mío y pega su frente con la mía mientras coloca sus manos en mi espalda baja y yo hago lo mismo pero en su cuello, empezamos a balancearnos al ritmo de la música de repente empieza a sonar una letra encantadora, lo veo a los ojos y el me lanza una sonrisa.

- No se ni desde cuando llegaste de repente mi corazón se puso a cantar... no sabes lo feliz que me haces.- Menciono devolviéndole la sonrisa.
-Te quiero niña hermosa y te entrego en esta rosa la vida que me pueda quedar.-susurra continuando la canción .- es una felicidad que no sentía hace mucho pero créeme que no cambiaría nada del mundo por este instante, esta canción es para ti.
- ¿En que momento preparaste todo esto que no me di cuenta? y la canción, no tengo palabras, es hermosa.
-Pequeños detalles que el padrino ayudó, podría estar lejos pero quería que todo fuera tan perfecto, así como tú, a ti podía dedicarte un álbum completo y nunca acabaría de describir mis sentimientos hacia ti.

Empiezan a salir lagrimas y el se dedica a limpiarlas, se cambia la canción y empieza a sonar llamarada.- Tú haces que todo sea perfecto mira nada más esta canción, sabes cuanto me encanta, me casé con el amor de mi vida, es que aun no me lo creo, no sé cómo más decirte todo lo que siento por ti sin repetirte lo que ya te he dicho, eres mi gran ilusión, tu eres mi hogar, bueno y ahora con bebé.
- O sino mírame a mi, hablo cosas que ni sabia que podía decir, te demoraste señora Basteri pero llegaste, de nuevo te doy gracias y las veces que sea necesario.
-  Ahora si soy una señora.- Menciono riendo y el hace lo mismo.



"¿Sabes una cosa? No sé ni desde cuánto llegaste de repente mi corazón se puso a cantar ¿Sabes una cosa? Te quiero niña hermosa y te entrego en esta rosa la vida que me pueda quedar, doy gracias al cielo por haberte conocido, por haberte conocido, doy gracias al cielo y le cuento a las estrellas lo bonito que sentí cuando te conocí." Luis Miguel- Sabes una cosa

¿Sabes una cosa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora