165.Struggimento

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"Añorar"


- Tengo miedo de que no estés cuando nazca bebé.

-Pero si estaré, no me lo perdería por nada del mundo, en el momento que sientas que el bebé nacerá me lo harás saber y vendré corriendo lo más pronto posible, por algo estaré pendiente todos los días, lamento que la gira se nos juntara con el nacimiento pero vas a ver que todo saldrá bien.-Menciono acariciando su mejilla.
- ¿Qué pasaría si Solecito naciera por ejemplo, en un mes? ¿Qué pasaría con la gira?
-Vengo, me quedo un tiempo contigo como siempre lo hago y volvemos a la gira.
- ¿Lo prometes? Solecito se va a portar bien, nacerá en diciembre como lo hemos planeado.
-¡Deja ese miedo! Ya veras que todo saldrá bien, pero quita ya esa gesto de aburrida, no vine para dejarte así.
- Así me quedaré cada vez que te vayas, son muy difíciles las despedidas, mejor vamos a comer.
Nos dirigimos hacia el comedor y me siento con Migue en las piernas y a su lado.
-Te llamaré todos los días, I'm promise.
- Eso espero, dile a Alejandro que te deje Skype instalado en tu habitación todos los días que te querremos ver.
-Bien, pero no se si después del Concierto sea correcto llamarte, recuerda que no siempre se terminan temprano.
- A la hora que puedas estaré disponible mi corazón.
-¿Segura? Me gusta que descanses, por eso me gusta llevarte conmigo. Pero en fin aquí estamos, deberíamos empezar mejor con el cuarto de bebe.
- Toca abrir las cosas que le compraste y las que le regalaron en su fiestecilla. No te había dicho pero quiero remodelar un poco nuestra habitación incluyendo el baño.
-Sabes que tienes libre albedrío para hacerlo, y si quieres esperas mi próxima escapada y comenzamos o le decimos a Rosa que te ayude, aunque pensándolo mejor podrías decirle a tu madre si gustas y así no está tan sola y aparte están tus amigas.-
Traen la comida y comenzamos a comer mientras conversábamos respecto a todo.
- Realmente si había pensado el tema de mis papás, los quiero aquí por cualquier cosa, en cuanto a los cambios no serán muchos, el primero organizar la habitación de mi sol, el segundo quiero un doble lavamanos, uno para mi y otro para ti.- Se ríe.- Mi amor, dejas toda la crema en él, ya no más y necesitamos una cama más grande para dormir los cuatro Basteri Arámbula.
-No es cierto lo de la crema, pero si sería Justo ese cambio en especial lo de la cama, sabes bien que puedes hacer lo que quieras al fin y al cabo es tu casa.
- Nuestra mi amor, nuestra, cuando vaya a elegir las cosas te muestro a ver qué opinas, igual si quiero que estés presente en la decoración del cuarto de solecito.
-Bueno nuestra, en fin por favor me llamas cuando lo vayas hacer y vemos si puedo venir.
- Bien, así quedamos entonces, llamaré hoy a mis papás, a ver cuándo pueden venir, no creo que puedan usar el avión, igual le preguntaré a Alejandro.
-Úsalo, no hay problema, le avisas a Alejandro con tiempo para poder reorganizar el plan de vuelo.
- Esta bien, ¿A qué horas debes irte? Alejandro no demora en llamar.
Observo el reloj y me mira.-Dentro de una hora y media ojos bonitos.
- ¿Qué te gustaría hacer mi sonrisa encantadora?.- Menciona sonriéndome.
Sonrió y dejo caer mi mano en su pierna dejando círculos con las puntas de mis dedos
-Estar contigo, bebe y Migue nada más.
- Pues es plan me suena de maravilla, ¿Vamos al parque?
-Donde quieras.
Terminamos de comer y nos alistamos
Para salir un rato, nos montamos al auto y el parque estaba solo como si estuviese a nuestro favor.
-Al parecer fue excelente idea, así puedo pasar tiempo de calidad.
- El destino quiere que disfrutemos el tiempo en familia.
Nos bajamos del auto y compro dos pequeños conos de helado y la observo.
-¿Te trae recuerdos?
- ¿Heladito con cucharita?
Me carcajeo.- Ay no cuál cucharita, ya sabes lo que pienso respecto a ello.
- Te vuelves una ternura conmigo, soy tu debilidad.- Me mira alzando su inigualable ceja.- Quién vería a Luis Miguel comiendo helado con cucharita.
-Es que mi debilidad hace  que haga muchas cosas no muy de Luis Miguel. -La observo y su sonrisa se extiende.-Pero mira que bonita sonrisa tienes.-Acaricia su mentón con un leve toque.
Se apena un poco y se gira.- Es que me la contagias tú, sonrisa bonita.
-Pero no me quites el placer de disfrutarla, ¿Sabes que es lo que más me gusta al final del día?

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