ᴄ ᴜ ᴀ ʀ ᴇ ɴ ᴛ ᴀ ʏ ᴅ ᴏ ꜱ

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HENRY

—¡Puedo explicarte! —Gritó mientras me seguía por el pasillo de mi casa.

—Esas pastillas, ¡Te quieres matar! —Exclamé mientras cerraba rápido la puerta casi en su cara —No era para descansar o dormir.

—Henry por favor —Decía mientras golpeaba la puerta de mi habitación.

No debí haber insistido en que me contara, no debía haber preguntado.

—Pensé que estabas mejorando, ¡Creí que te estaba ayudando a no sentirte tan mal! —Dije mientras también golpeaba la puerta.

—¡HENRY!, ¡¿QUE PASA CONTIGO?! —Grito mi mamá desde abajo.

—No es tan sencillo —Dijo esta vez en voz baja.

Muchas de las cosas en mi cabeza comenzaron a tener un poco de sentido, y mientras todo era más cuerdo menos quería pensar en eso, pero era imposible si Lance estaba en la puerta disculpándose.

—No entiendo entonces, ¿Que es tan complicado? —Pregunte también en voz baja, no quería que mi madre se entrometiera, y más teniendo en cuenta que prácticamente estaba hablando solo.

—Ya no puedo, no te es fácil que te explique todo el desastre que vive dentro de mi... N-No puedo, solo es eso —Intentó explicar.

—Pensé que estaba logrando algo —Reclamé, parecía que todo lo que había dicho no había servido de nada.

—Las palabras no sirven a veces Henry —Contestó —No lo hacen en estos casos.

Me enojé mucho esa tarde, aquello que había dicho Lance me ofendió que incluso no respondí por varios minutos, incluso había comenzado a sentir calor por todas partes. Era, era enojo sin duda.

—Henry lo siento —Decía mientras golpeaba nuevamente la puerta, ya no estaba en mi habitación, ahora estaba en el cuarto de Lance, y todo estaba más oscuro pero más frío —Perdóname.

—No.

Fue tan rotundo lo que estaba pasando, todo estaba mal en lo que estaba pasando, y la palabras no sonaron como debían.

El tema de las pastillas había salido nuevamente a flote días después mientras volvía de la escuela y mientras el volvía de la calle, insistí más de lo que solía hacerlo, pero era porque realmente quería ayudarle, era sino mi primer amigo y el primero al que veía tan mal. Se le salió después de tantas vueltas, justo frente a la puerta de mi casa.

Lo bueno fue que logré disimular mientras saludaba a mi mamá.

—¡Solo vete y si gustas mátate! —Grité.

Hubo un gran silencio del otro lado de la puerta, estaba muy enojado para razonar, mis palabras debieron dolerle mucho, le había deseado la muerte y eso es imperdonable, fui... Fui un idiota.

—No me dejes Henry por favor.

Su voz se escuchaba rota, lo había lastimado.

Eres de las pocas personas que quedan que...

—Ya no, lo siento pero... No puedo.

Ahora que lo recuerdo, el me duele tam solo en volver a pensar en eso, realmente espero que no haya echo caso a mis palabras.

***

Un suspiro antes de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora