ɴ ᴜ ᴇ ᴠ ᴇ

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─Una disculpa, por todo lo que han causado mis repentinas visitas ─Dijo Henry mientras bostezaba.

Lance se quitó completamente los audífonos y prestó atención a Henry.

─De momento olvidé que no eres real ─Dijo Lance.

─Claro que soy real ─Reclamó eo menor.

─¿En serio? ─Preguntó mientras lentamente acercaba su mano a su hombro para tocarlo, y ahí estaba ─Oh, ¡Si eres real!.

Henry también sonrió y se alejaba cada vez que Lance quería tocarle la cara.

─¿Por qué pensabas que no era real? ─Le preguntó.

Lance se encogió de hombros, no tenía motivos para creer que Henry no era real, y menos ahora.

─Si apareces y desapareces sin motivo, ¿No crees que es raro? ─Trató de explicar.

─Tal vez, no eres la primera persona que visito así de pronto pero si la primera en mucho tiempo ─Respondió Henry.

Lance frunció el ceño y cambio de posición, aún sobre el marco de la ventana pero con su espalda en uno de los bordes con los pies hacia Henry.

─¿Ya habías tenido una experiencia como esta?.

─Si claro, por eso no me sorprendió que volviera ha hacerlo, inexplicablemente ─Le dijo a Lance.

─Entonces, ¿Me visitas a propósito y sabes quien soy? ─Cuestionó el chico de cabello blanco después de varios segundos en silencio.

─No lo hago a propósito ─Negó con las manos, ahora Lance veía a Henry de perfil, encorvado hacia adelante ─No es algo que pueda controlar y antes de verte en esa azotea no sabía quien eras.

─Puesa mi nunca me ha pasado algo como esto y por eso mi reacción de desagrado al inicio.

─Lo siento ─Se disculpó nuevamente Henry recordando las veces que se veían en los momentos menos oportunos.

Guardaron silencio por otros segundos, no tenían nada que decir y para Lance fue agradable que estuviera Henry ahí, después de mucho tiempo tenía compañía, aunque fuera inesperada.

Henry se paró y se acostó en la cama, había despertado por la brisa y el sonido de la ciudad que apenas avistaba la noche, recordaba que había dormido un poco tarde, por lo que tenía sueño.

Se acostó en la cama por qué sabía que despertaría en la suya por la mañana.

─Lance ─El chico puso atención en él al escuchar su nombre.

─¿Qué sucede?.

Henry guardó silencio mientras intentaba recordar que le iba a preguntar y no caer rendido al sueño.

─¿Cuantos años tienes? ─Preguntó luego de recordarlo.

─18 años cumplidos, ¿Y tú?.

─14 años cumplidos ─Respondió ─La primera vez que te visite fue el día de mi cumpleaños.

Coincidencia, no lo sabía pero ambos creían que tenía algo que ver.

***

Un suspiro antes de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora