ǫ ᴜ ɪ ɴ ᴄ ᴇ

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─¿Que hacías aquí arriba cuando me viste por primera vez?.

Henry seguía ahí contemplando un amanecer temprano, en su ciudad apenas era de noche. Por lo que deducía que entre Lance y el había una gran distancia.

Lance suspiró ante la pregunta y recordando el motivo tan apresurado de por qué estaba aquí.

─Buscaba una manera de terminar algo lo más rápido posible.

El mayor seguía sosteniendo al menor, que ya había dejado de tomarle demasiada importancia a la altura y ahora pensaba en que podía terminar de manera rápida algo aquí arriba, luego de unos segundos en su cabeza hubo un click, una respuesta que le dejó una sensación  amarga en su garganta.

─¿Por qué querías morir? ─Preguntó confundido Henry.

No lograba entender los motivos que lo conllevaban a querer quitarse la vida, Henry no tenía una vida tan mala como para querer terminarla pero Lance, no sabía realmente porqué quería hacerlo.

─Luego hablamos de eso ─Le respondió después de suspirar y dando palmadas en su hombro.

En definitiva iba a evitar una conversación como esa.

─Bueno.

Se quedaron en silencio por unos minutos, solo viendo como la ciudad comenzaba a envolverse en la luz del sol.

─¿Por qué en donde yo estoy es de noche y aquí en esta ciudad casi siempre es de día?.

Lance pensó en que no podrían estar ni siquiera en la misma ciudad, o en el mismo país.

─¿En donde vives?, osea ¿En qué ciudad? ─Preguntó soltando su hombro.

─Nueva Jersey.

Hizo unos cálculos y se sorprendió de momento.

─¿Que haces despierto a las dos de la mañana?.

─Mi horario de sueño es un asco, perdona ─Se disculpó.

Era anormal para un pre adolescente como él, pensó Lance.

─¿Dónde estás Lance? Eso quiero saber ─Demandó Henry.

─Londres, Reino Unido.

Y Henry se emocionó inmediatamente al saber donde estaba ahora.

─¿¡Londres!? ─Preguntó sorprendido para confirmar.

Lance asintió confundido por su asombro repentino.

─Oh por Dios, yo siempre quise visitar Londres... es como un sueño para mí.

Lance suspiró mientras se acostaba en el techo con las manos debajo de su cabeza, su sudadera era un poco corta por lo que dejó al descubierto parte del abdomen del mayor. Y Henry desvió la mirada.

─Londres no tiene nada especial, más que una reputación refutable.

─No entendí pero parece malo y eso no importa, es Londres.

Se levantó para poder observar más el lugar, estaba en Londres. No totalmente pero lo estaba y eso era emocionante.

─¿Naciste aquí? ─Preguntó Henry a Lance que estaba a dos metros de él.

El mayor asintió por lo que Henry se emocionó más.

─Genial, tengo un amigo en Londres.

Ver a Henry feliz era como una dosis de azúcar, le contagiaba la emoción a Lance a pesar de su lío mental. Y conseguía que riera.

Lance tenía miedo de dejar entrar a Henry en su vida, más de lo que ya había entrado pero tenía que confiar, aunque una parte de el le decía que no era buena idea.

***

Un suspiro antes de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora