ᴛ ʀ ᴇ ɪ ɴ ᴛ ᴀ ʏ ᴜ ɴ ᴏ

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No había salido tan mal aquel detalle que había intentado darle Henry a Lance. Inclusive no fue tan mala la reacción al día siguiente, despertó y solo era un vago recuerdo, e incluso sentía que no había sido vivido por él.

Sin duda ya estaba más tranquilo y más distraído al respecto, estar rodeado de la otra parte de su familia opacaba aquel fiasco y que le robó la sensación de admiración y felicidad por estar en un lugar como ese. Ahora ya no importaba tanto. Aquel acontecimiento ya no rondaba en su cabeza como algo que podría influir negativamente en su día pero sin duda que pensó en Lance, creía que no lo llevaría de la misma manera que el, comenzaba a conocer su naturaleza.

Y así era, entre momentos de lucidez que Lance tenía en su trabajo pensaba en que pudo echar a perder algo pero se mantenía neutro y tratando de no darle tantas vueltas a la situación que se presentaba en su cabeza como un problema.

Al final, su día comenzaba a rondar entre el trabajo y cumplir con algunas tareas como comprar comida y algunos gustos que veía por ahí para no morir de hambre o por sus mismos pensamientos.

Henry comenzaba a tener cierta importancia en sí mismo y no quería que cosas como lo sucedido el día de ayer causara que se sintiera como una basura aunque solo hubiera dicho la verdad.

En fin, que todo eso se fue a la basura. Cuando pensó qué tenía un poco de control sobre sus visitas alguien vino a demostrarle que no podía estar más equivocado.

Y le hubiera gustado que fuera Henry, pero no. Fue esa niña.

Estaba ahí parada con una naranja en las manos mientras no paraba de mirarlo. Y Lance sentía que lo hacía de manera siniestra, pero solo era curiosidad de saber quien era aquel chico con cabello y además de cabello blanco.

Todo permaneció en silencio, ni siquiera paso de mirarse casi sin parpadear. Hasta que desapareció por la puerta de su habitación y verificó que realmente ya no estuviera así.

Un poco del susto se hubiera ido viendo un poco de televisión pero ni siquiera tenía eso. Por lo que simplemente se puso a comer y ver las redes sociales en su teléfono.

***

Un suspiro antes de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora