Capítulo 16. Sospechas

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Los días comenzaron a transcurrir muy rápidos, me sucedieron tantas cosas bonitas junto a Jacob después de casarnos, que por un momento pensé que se trataba de un bonito sueño, de una fantasía en un mundo distópico. Sentí que volaba, que caminaba sobre nubes de algodón. Nos quedamos viviendo por el momento en el apartamento, que se había convertido en nuestro refugio, aún mis padres no sabían de lo mío con Jacob, ni los padres de él lo sabían, estoy seguro que mi mamá sospecha algo, pero como siempre, calla. Hilary desde que vio que Jacob tomó mi mano el día de su matrimonio, supo lo que pasaba, y no sé opuso, no he hablado con ella después de eso, creo que es por su Luna de Miel, llegará en dos días.

Hoy, es treinta y uno de diciembre, fin de año, mi primera celebración rompiendo las reglas impuestas por el hombre. Harry y su esposo, Thomas, nos invitaron a dar un recorrido por algunos lugares de la ciudad, luego recibiríamos el año nuevo en Time Square junto a cientos de personas, me encontraba emocionado. Cambié de número de telefónico y de teléfono, el que tenía lo guardé, hay bonitos recuerdos en él.
Cambié mi cita típica con Adrián, nos veríamos hoy martes después del desayuno, no le había dicho que Jacob y yo nos habíamos casado, y todavía no le contaba a Jacob de la existencia de Adrián.

Eran las diez de la mañana cuando nos vimos en el cafetín de siempre; ahora el cafetín frente a donde yo vivía.

—Siempre me a gustado ese perfume —Dijo sorbiendo un trago de café.

—En cambio a mí me ha gustado verte, tu presencia me relaja.

—¿Por qué lo haces?

—¿El qué? —Pregunté extrañado, no esperaba esa pregunta.

—Lastimarme.

—¿De qué hablas, Adrián? Mis acciones jamás han sido para herirte.

—¿Y esto? —Arrojó sobre la mesa un periódico, donde en la portada estaba la foto de Jacob y la mía, en aquel restaurante, con un titular que decía: “Jóvenes gay, testigos de Jehová, desafían las reglas al casarse”.
Llevé mi mano a la cara avergonzado y, preocupado.

—Estoy aquí es por eso. Te lo iba a contar. Aunque admito que no sabía nada de este periódico.

—Nathan... Te casaste. ¿Qué pasó con lo nuestro?

—Te conté de Jacob, no deberías reaccionar así, hasta me dijiste que podrías ser mi amante.

—Era broma. Llega él y ya lo amas profundamente, haces el amor con él y te casas, como si el matrimonio fuera un juego, no sólo eso, me echas a mí, a un lado, como un trapo viejo. ¿A caso lo conoces?

—Claro que sí.

—No lo conoces. No lo veías desde hace nueve años y haz convivido con él unas semanas. ¿Y te casas? —Alzaba la voz a medida que avanzaba la conversación.

—Lo conozco lo suficiente como para casarme —Mi voz comenzaba a temblar.

—No te quería decir esto porque no pensaba que fueras tan tonto. Quise saber un poco más de la muerte de Arnold y, me dirigí a la estación de policía, no me dijeron mucho, pero gracias a un amigo que tengo ahí, me enteré de algo.

—¿Qué tiene que ver lo que estamos hablando con, Arnold? —Dije a la expectativa.

—La última persona que estuvo con Arnold, el hombre con quién discutía y que fue grabado por una cámara callejera, fue tu esposo. Jacob, tiene citación policial para el 3 de enero.

—¿Cómo creerte? —Dije casi poniéndose mi mundo en blanco.

—Ve a la policía, posiblemente al ser Arnold tu amigo, te digan algo... Voy a investigar a Jacob, tengo que hacerlo. Voy a traerte pruebas de que él no es una buena persona. He recibido llamadas de un hombre amenazándome para que me aleje de ti, quién más si no Jacob, ya me conoce, es una lástima que yo a él no, porque te juro que lo molería a golpes. Cuídate de él, no es lo que tú crees —Eso último lo dijo en mi oído, he hizo para irse, yo lo detuve diciendo:

—Adrián, por favor, no te vayas —Mi voz estaba por quebrarse.

—No me hagas esto. Soy un simple humano. Tengo sentimientos —Salió.

Varias personas en el local me vieron raro. Salí de ahí, posiblemente esas personas hayan leído el periódico y sepan mi historia. Así que salí de ese lugar, crucé la calle, entré al edificio, luego al apartamento. Me arrojé a la cama, lloré porque Adrián no se encontraba conmigo, y lloré porque no quería creer que Jacob fue ese hombre que discutió con Arnold, unos minutos antes de morir. Tampoco pensaba que Jacob, llamaba a Adrián, amenazándolo y mucho menos que lo conocía. Sí, es cierto, Jacob y yo solo llevamos unas semanas juntos, pero en esos días he conocido sus secretos, por ejemplo, de su trabajo fotográfico, de su hermano expulsado, de muchas cosas, claro que lo conozco. Tiene que haber alguien más que quiere arruinar lo que apenas comienza entre Jacob y yo. Porque, ¿Quién tomó la foto que apareció en el periódico? ¿Quién dio información sobre nosotros para que se escribiera esa columna en el periódico? Me doy cuenta que debo averiguar esto, algo me dice que la muerte de Arnold y esto, tienen algo en común, y en vez de estar llorando, debo reaccionar. Salí de nuevo, esta a vez con rumbo a la estación de policía. Sé que me ayudarán.

Al llegar, pedí información del caso, me enviaron a la oficina de la detective Ariadna Louner. Se veía una mujer entrenada y fuerte. Después que me mandó a sentar, comenzó a hablar, claro, después que le expliqué quién era yo.

—A partir del 3 de enero comenzaremos con los interrogatorios de aquellas personas cercanas a Arnold, aquí tenemos tu solicitud.

—Quiero saber si hay alguien sospechoso, ¿Quién era el de cámara?

—Esas cosas no las puedo decir hasta que inicie el interrogatorio, como te dije. Este caso está cerrado hasta el 3 de enero. Por ahora, ve a casa, sal a fiestas esta noche, es fin de año y eres joven y, estás recién casado.

Obvio, ya sabía de lo mío con Jacob. No me quedó de otra que levantarme. Antes de salir ella me dijo:

—¿Sabes cuántos casos tenemos al año de jóvenes Testigos que se suicidan?

—No, dígame —Me interesé.

—Cero. Nada. Pero desde que tú amigo saltó, cuando la noticia se expandió, en días, ya van tres caso, y yo los estoy investigando. Un detalle singular, todos eran homosexuales. ¿Qué pasa ahí adentro? ¿A caso eres un sobreviviente?

Hubo un silencio aterrador, descubrí que la mujer me leía la mirada, se levantó de donde estaba sentada y me dijo:

—Nos vemos el 3 de enero... Feliz año nuevo, Nathan Park.

No dije nada y salí. Salí más confundido que antes. Subí en el auto y salí con rumbo al apartamento. No tenía nada que hacer, no había nadie con quien hablar, Jacob trabajaba, tendré que esperarlo para prepararnos para la noche, no le diré lo que me enteré en el día, necesito guardar silencio y atar cabos. Le mostraría el periódico, eso sí.

Quería ver a mis amigos del Salón del Reino, con los que compartí tantas cosas, tantas vivencias, por cierto, se nos había citado a Jacob y a mí a una reunión con los Ancianos, para el jueves 2 de enero, ahí se nos expulsará por las decisiones que hemos tomado. Todo estaba claro entre Jacob y yo, dejaríamos; con todo el dolor del alma, a aquella religión que nos dio todo, y también nos lo quitó.

Estuve intentando llamar a Adrián, y nunca contestó. “Tuve miedo de quererte… y ya es querer, tener miedo” (1)

Llamé a Jacob y pues, ya venía entrando al apartamento...

—Hola amor —Dijo, traía sus brazos llenos de paquetes. Salí a ayudarlo.

—¿Y todo esto?

—Ropa para esta noche, ¿No pensarás ir con la que ya tienes?

—Pues, eran mis piensos.

—Mi amor, se nos prohibió durante mucho tiempo todo, hay que aprovechar y comenzar desde cero.

—Gracias —Dije. Comencé a sacar la ropa de las bolsas y lo que conseguí fue ropa muy costosa —Pero esto es ropa de marca, te costaría mucho dinero.

—Eres mi esposo, no dejaré que padezcas. Además, esa es la ventaja de vivir en New York.

Yo seguía hurgando todo aquello. Me senté en el borde del sofá apretando un abrigo, y le dije:

—¿Qué tal si nos olvidamos de Jehová?

Él soltó unas cosas, se acercó a mí y, me dijo tomando mis mejillas.

—Nada nos hará olvidarlo, él vivirá aquí, en nuestros corazones. Estoy seguro que él nunca nos olvidará.

—Siento que lo que hacemos, está ensuciando su nombre demasiado. Mira eso... —Le mostré el periódico, él lo tomó y leyó.

—“Jóvenes gay testigos de Jehová, desafían las reglas al casarse. Durante muchos años, hemos visto como integrantes jóvenes de religiones cristianas dejan su religión por temas relacionados con la homosexualidad, sin embargo, es muy difícil ver que eso suceda en una religión como la de los testigos de Jehová. Sabemos que los Testigos, se caracterizan por ser una religión bastante alejada de los problemas sociales, pero a pesar de eso, y durante unos años, hemos percibido cierta fractura en sus cimientos. Países como Rusia están prohibiendo toda práctica de esta religión debido a que los padres consideran que afectan psicológicamente a los niños con sus enseñanzas radicalistas. Cosas tan sencillas y normales como cantar el himno nacional, o rezar, son condenadas por esta religión, y que consideran una falta de respeto a Dios, exponiendo a los niños a desobedecer sus raíces nacionales. Los Testigos, se están caracterizado últimamente por prohibir a sus miembros millones de cosas, exponiendo a sus integrantes a la muerte, como es el caso de no aceptar transfusiones sanguíneas, así el paciente Testigos, su vida dependa de ello. Temas como la homosexualidad, se está volviendo en algo relevante en estos últimos días y, un ejemplo de esto, sucedió hace unos días en la ciudad, cuando dos de sus integrantes, dejaron de un lado esa religión y, decidieron unirse en amor casándose, lo que motivó a que muchos jóvenes siguieran su ejemplo. Expertos dicen que en las filas de los testigos de Jehová, hay cientos de chicos y chicas homosexuales, pero que por seguir las normas y prohibiciones deben callar y, guardar sus sentimientos, lo que también está llevando a que algunos cometan actos como suicidarse. Así como sucedió con el caso del jovencito Arnold quién llevaba toda su vida dedicada a esta religión, sin embargo, la presión que esta religión puso sobre él lo llevó a la depresión y el suicidio. Pero el matrimonio y el paso que han dado Jacob y Nathan, está creando cierta liberación. Los dirigentes de esta religión aún callan ante las miles de preguntas que la comunidad internacional les hacen. ¿Cómo enfrentará estas decisiones, dicha organización? ¿Expulsará de su sistema a los jóvenes que tienen forma de pensar distintas ¿O seguirán en silencio como lo han hecho durante años?” —Cayó sentado en el sofá por aquella noticia — ¿Quién tomó la foto?.

—Es un anónimo.

—Tuvo que haber sido alguien que nos conocía. Ya nuestros padres deben saberlo.

—Es lo más seguro.

—En la mañana hablé con papá y no me comentó nada, ni lo sentí raro.

—Creo que esto generará un caos, algo que no buscábamos. Sólo queríamos ser esposos y al mismo tiempo servir a Dios.

Él se levantó, respiró profundo, lanzó el periódico en la papelera y dijo:

—Por hoy, hagamos como que nada de esto sucedió. El mundo se nos vendrá encima y, que mejor manera de enfrentarlo que rompiendo las reglas.

Me dio un beso y salió a bañarse, mientras yo recogía aquel desorden.

Aquello que dijo la detective de los suicidios después de el de Arnold, me dejó pensando. Dijo que iban tres jóvenes Testigos y que los tres eran homosexuales, me pareció percibir que Arnold también era homosexual, pero, si es así, yo nunca lo noté, jamás me dio esa impresión, ¿Lo notaría él en mí? Arnold, querido amigo, me has dejado con tantas interrogantes, siento que explotará mi cabeza.

Ya nos habíamos arreglado para salir. Jacob me contó que iríamos en el auto de Harry y que ellos pasarían por nosotros a las siete, y fueron puntuales, a esa hora le pasaron un mensaje a Jacob que nos esperaban afuera. Bajamos, me sentía emocionado y al mismo tiempo tenía algo de nervio. Los chicos estaban bien vestidos. Thomas, nos dijo después que estábamos montado en el auto.

—Iremos a una fiesta en un club gay... Eso será solo para empezar.

—La noche es joven, hay que aprovechar cada minuto, dentro de cinco horas será el año 2020, dejemos huellas en este que muere —Animó Harry.

—De acuerdo, quedamos en sus manos.
Jacob concluyó aquella conversación y partimos al lugar dicho.

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(1) Coplas del amor viajero; de Andrés Eloy Blanco.

Pueden buscar información sobre los casos de testigos en Rusia, en Google. Sobretodo por no respetar y obedecer las reglas del país, exponiendo a niños al maltrato y hasta la muerte.

Profundamente Prohibido (Gay. Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora