- Mamá, ya tengo todo listo, solo falta que termine de colocar mi última maleta al carro para irnos - Le dije a mi madre, mientras ella solo le sonreía a Fugaku - Mamá? Aló? Dios pareces una adolescente - Comente ya irritada.
- Hija perdón, es que no estaba prestando atención - Comento con una enorme sonrisa, en mi dirección. - Entonces creo que estamos listas mi amor - Dirigiéndose a Fugaku.
Fugaku fue en dirección a mi madre, para darle un cálido abrazo - Amor tranquila no seas ansiosa, tu hija te acaba de decir que le falta solo una maleta para irnos, además tienen que revisar que se lleven todo, ya que es la ultima vez que van a estar en este lugar - Apenas dijo esas ultimas palabras y mi estomago se apretó y un nudo en la garganta amenazaba con salir, el solo hecho de pensar en que dentro de tres horas estaré viviendo en un lugar totalmente desconocido y donde además no conozco a nadie.
Agregue mi última maleta al carro, nos subimos los tres, Fugaku y mi madre con una tremenda sonrisa y yo, bueno bastante seria la verdad.
El viaje fue largo, no nos detuvimos en ninguna parada a almorzar, y la verdad lo lamentaba ya que estaba muerta de hambre.
-Mamá tengo hambre, por que no mejor pasamos a un restaurante o compramos algo para comer?
- Sakura, no es necesario, mis hijos nos esperan con un gran almuerzo - Si claro, estoy tan segura que esos niños me van a tratar bien, nótese mi sarcasmo... Es que como van a ser educados esos niños, si ni siquiera vinieron a ayudarnos, dios en que estaba pensando mi mamá, al aceptar irse a vivir con ese hombre y su familia.- Además Itachi es un muy buen cocinero, cree en mi, por algo te lo digo - Me dijo mientras me guiñaba el ojo.
Dios me da absolutamente, lo mismo si ese tal itachi es el mejor cocinero del mundo, yo tengo hambre ahora, y necesito comer ahora, no en una hora ni en dos, sino que ahora, dios esto esta empezando mal. El viaje continuo, al igual que mi hambre, así que decidí que lo mejor que podía hacer, era dormir.
- Sakura ! hija despierta, ya llegamos, Sakura! Dios el hambre a ti te hace muy mal. SAKURA!
Me desperté de golpe. -Dios mamá ya desperté, como se te ocurre gritar así- Que esta loca o que le pasa?
- Es que hija no te movías con nada- Obvio si estaba durmiendo- Bueno hija levántate y anda a saludar a tus hermanos - Hermanastros mama, dios ni siquiera lleva un día acá y ya me une a ellos como si fuéramos hermanos de sangre, y eso que recién los voy a conocer.
Me acomode la ropa y el cabello, peinándome un poco ya que estaba bastante chascona, y independiente de que este arisca a compartir con los hijos de Fugaku, tampoco no quería dar una tan mala impresión.
Suspire profundo y tome el valor de bajar del carro, lo primero que veo es la casa, la verdad es bastante grande y se nota que es una de las mejores casas del lugar o al menos eso aparenta. De primera vista no logre a visualizar a ningún adolescente o adulto mayor, así que me tome la libertad de entrar a la casa sin preámbulos.
Apenas entre a la casa, pude notar lo bien cuidada que estaba, toda limpia, con olor a casa fresca, la verdad esta muy bonita y acogedora, su decoración es bastante minimalista, supongo que es acorde a la personalidad de Fugaku. Seguí avanzando por el pasillo para luego encontrarme con una sala de estar, esta decorada con dos sillones blancos rodeando una mesa pequeña, que contenía revistas y un florero, además de un televisor al frente de los sillones blancos, avance un poco más y para mi sorpresa, la cocina estaba al lado, sin puertas ni nada, se podía ver la cocina, el refrigerador, y un mesón en donde se encontraban distintos tipos de ensaladas, vaya a lo mejor ese tal Itachi de verdad cocinaba bien, pensé mientras seguía recorriendo el lugar, mientras avanzaba pude notar un comedor con cinco sillas. La mesa ya estaba lista para almorzar solo faltaban los platos. -Parece que Fugaku decía la verdad, después de todo.
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Trastorno obsesivo de amor [Itasaku][Sasusaku]
FanfictionUna chica con una belleza inigualable, provocará despertar el amor y la pasión en dos hermanos con una hermandad inquebrantable. Un hermano mayor que jugará todas sus cartas por obtener el amor de la chica, sin importar el daño que hará en sus cerca...