Brock despertó somnoliento y desorientado. Su boca estaba seca, pastosa, su lengua parecía papel de lija y su garganta había empezado a agonizar. Pero no era la sed lo que le despertó, ojalá hubiera sido eso. Sus dedos rotos habían empezado a doler de nuevo, por lo que supo que su calmante había dejado de hacer efecto.
Decidido, fue a soltar un poderoso aullido, pero lo único que consiguió fue un débil y humillante jadeo.Sin saber que hacer, inspeccionó su entorno en busca de alguna forma de escape: El lugar donde le tenían tan recelosamente cautivo carecía de luz, y sabía que eso había sido a petición de James. Él era un beta, por lo que el factor del olfato lo había perdido, y sus ojos todavía no se habían acostumbrado a la penumbra donde le tenían sometido.
El tiempo pasó, no supo cuanto exactamente, pero en ese momento se dio cuanta de su siguiente tortura: tenía demasiadas ganas de ir al baño, y como cualquier persona razonable y orgullosa, se negaba en rotundo a hacérselo encima.
Cada vez su lista de mal estares se hacía más larga: El frío, el dolor muscular, el dolor de sus dedos rotos, el hambre, la sed, la urgencia y el creciente dolor de estómago que aquello le provocaba... Todo aquello se acumulaba en su cuerpo, ¿cuanto había pasado desde que le capturaron? ¿26 horas aproximadamente? Había estado más tiempo sin beber y sin comer, pero necesitaba moverse.
Pronto, vio a James entrar en la habitación. Miró al omega con furia y alivio, pues el omega aún siendo tan cruel como podía, no creía que le vetaria el ir al baño.
—Winter... Baño... —Tampoco estaba por la labor de gastar mucha saliba.
—No hay tiempo. —Y mientras se acercaba a él, vio el destello de una jeringuilla de tamaño pequeño.
El omega se acercó más de la cuenta, tanto que el rango de visión del beta consistió en el estómago plano y algo hundido del omega.Antes de poder hacer un comentario punzante sobre su bajo peso, sintió como el contrario le tomaba de su cabello, ahora desordenado y grasiento, y tiró su cabeza hacia la izquierda, dejando su cuello al descubierto.
—¿Vais a volver a drogarme? —Preguntó con cansancio.
—Si. Puedo usar una calmante o un golpe, tu decides. —Murmuró el omega mientras acariciaba la piel del cuello del beta, notando como esta se herizaba a su paso. Miedo, dedujo.
—La droga está bien. Aun que ya podría ser cristal, o heroína... Eso me dejaría más calmado. —Forzó una broma con su ya de por sí rasposa voz.
James no añadió mucho más. Solo un: "Gracias por tu colaboración, no lo esperaba" Y complacido por ver los ojos confundidos y asustados del beta,( y anticipando cualquier pregunta) , descargó la jeringa en el cuello del contrario, escuchando un leve quejido de molestia, y luego, una respiración lenta y calmada.
El omega salió de la habitación y cerró la puerta tras de sí.
—Yo no voy a cargarlo, pesa más que yo. —Puntilló al resto de personas, quienes solo pusieron los ojos en blanco.
—Eso no es lo importante ahora, James, tenemos que decidir a que lugar mudarnos. —Recordó T'Challa, a quien el estrés empezaba a apabullarle.
—La casa del bosque es grande y está lo suficientemente escondida para que no la encuentren tan fácil. —Opinó Clint, quien había sido quien había encontrado dicha cabaña.
—El fuerte de la presa es más útil. —Continuó Sam.
—Pero está lejos, demasiado lejos... Y tendremos que ir en carretera, por lo que las cámaras de tráfico grabarán nuestros coches, y las matrículas. —Repitió James como si se tratase de una lección de clase. Al tratarse de un rastreador y usar precisamente ese tipo de métodos, no quería arriesgarse.
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La Promesa De Un Rey
Fanfiction☆Atención☆ -Esta es una historia de temática omegaverse. - -Contiene violencia.- -Y el romance es muy lento- ༺═──────────────═༻ T'Challa es el futuro rey de Wakanda, quien ha crecido en un lugar apartado y receloso del resto del mundo. Su padr...