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Habían pasado algunos días desde que fueron a la Madriguera, Jean Granger todavía no había conseguido encontrar trabajo pero eso no la desanimaba, salía todos los días por la mañana y volvía pasada la hora de merendar. Sirius y Remus se quedaban con las niñas y disfrutaban del tiempo en familia, realmente empezaban a cogerle cariño a Hermione, ya sentían que formaba parte de la familia.

Actualmente se encontraban en el jardín, habían decidido que iban a hacer un pequeño picnic.

- ¿Puedes traer las servilletas Halley?-le preguntó Remus.-Están en el segundo cajón de la cocina-Halley sonrió y fue a la cocina junto con Hermione, estaba emocionada por hacer el picnic.

- Cariño-le dijo Sirius mientras extendía el mantel sobre el césped-He invitado a mi prima al picnic.-Remus le miró sorprendido, hacía tiempo que no veían a la prima de Sirius.

- ¿Vendrán también Ted y Nymphadora?-preguntó, pensando en cuanta comida de más tenía que preparar.

- Ted tenía que trabajar, pero Dora va a venir-le dijo mientras se sentaba a su lado y apoyaba la cabeza en su hombro.-Mi prima me ha dicho que estaba muy emocionada, decía que no paraba de cambiarle el pelo de color.

Remus (quien no había recordado que Dora era metamorfomaga) iba a preguntarle sobre el pelo, pero se detuvo cuando escuchó mucho ruido dentro de la casa. 

Sirius y Remus se miraron entre ellos y fueron rápidamente dentro, preocupados de que les pasase algo a las niñas. Entraron por la puerta de la cocina, se suponía que las pequeñas debían de estar ahí, pero no las veían. Fueron al salón y sintieron alivio al ver que las niñas estaban bien, aunque se quedaron en estado de shock al ver el salón... Se habían caído las fotos de encima de la chimenea, el sofá se había volcado... ¡Y todo estaba lleno de cenizas!

- ¿Qué...-empezó a decir Sirius pero una voz alegre le interrumpió.

- ¡Tío Sirius!-los adultos miraron a la niña de pelo rosa chillón, tenía alrededor de once años y parecía muy feliz de estar ahí.-Siento el desorden, estaba muy emocionada y no miraba por donde iba al salir de la chimenea...-Sirius y Remus se miraron con incredulidad, sabían que su sobrina podía ser torpe, pero no al nivel de destrozar el salón solo por salir de la chimenea.

- ¿Cómo has...-Remus iba a hablar, pero fue interrumpido por otro estallido de la chimenea, de ella salió una mujer de pelo negro y rizado, tenía unos ojos grises característicos de su familia.

-¡Andy!-gritó Sirius y fue a abrazarla.

- Hola primo-le dijo Andrómeda antes de echar un vistazo al salón-¡Nymphadora! Mira como has dejado el salón...-Andrómeda suspiró, pero arregló el estropicio con un par de movimientos de varita-Lo siento.

- No me llames Nymphadora mamá-le dijo Tonks mientras su pelo se volvía ligeramente rojo.

-¡¿Cómo has hecho eso?!-preguntaron las niñas sorprendidas.

- Soy metamorfomaga-les explicó la niña mayor a las pequeñas de cuatro años-Es una habilidad que tienen algunos magos, aunque me hace muy torpe...

- Halley, Hermione-empezó Remus-Estas son Andrómeda y Nympha... Quiero decir, Dora-dijo al ver la mirada que le dirigía la niña.

- Hola-dijeron a la vez, un poco tímidas.

- ¿Por qué no vais a jugar al jardín mientras terminamos de preparar la comida?-sugirió Sirius mientras deseaba mentalmente que su hija y su sobrina se llevasen bien, ambas eran muy importantes para él.

- Vale papá-dijo la pequeña Halley-¡Vamos Hermione!¡Vamos Dora!

- Ten cuidado con ellas Nymphadora-le dijo su madre causando que su hija pusiera los ojos en blanco y su pelo se volviera rojizo.

Mini Cornamenta:La historia de Halley PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora