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-Halley- susurró Remus, sacudiendo suavemente a la niña, tratando de despertarla- Halley, despierta pequeña.

Después de algunos segundos, Halley abrió sus verdes ojos y los frotó para alejar el sueño.

-¿Lunático?-preguntó ella cansada.

-Buenos días-dijo Remus sonriendo-Pensé que querrías levantarte antes hoy.

-¿Por qué?-preguntó Halley confusa.

-¿No lo sabes?-preguntó Remus sorprendido. Halley negó con la cabeza cuando se sentó, su sueño había sido reemplazado por la curiosidad.

-Es tu cumpleaños, Halley-dijo Remus sonriendo. Los ojos esmeralda de Halley se agrandaron.

-¿Mi cumpleaños?-preguntó la pequeña asombrada.

-Sí, hace cuatro años que naciste.

Los ojos de Halley se iluminaron ante esto, sonriéndole a Remus.

¡Mi cumpleaños!-pensó emocionada. Pero eso fue antes de que otro pensamiento cruzara por su mente y su expresión de felicidad cambió.

-Nunca he tenido uno-dijo tristemente.

Remus no pudo evitar fruncir el ceño levemente ante esta declaración. Tenía que haber alguna forma de hacer que Halley comprendiera totalmente que no eran como los Dursley. Tomó las mejillas de Halley entre sus manos y le sonrió tranquilamente.

-Halley sabes que nosotros somos diferentes a los Dursley. Y puedo asegurarte que no pasará un año sin que celebremos tu cumpleaños lo mejor que podamos. Te queremos y nos preocupamos por tí-dijo Remus cariñosamente lo que causó que Halley sonriera.-Sirius todavía está dormido¿Vamos a despertarlo?-Ofreció Remus, sus ojos tenían un brillo travieso que solo unos pocos habían visto alguna vez.

Halley asintió antes de salir rápidamente de la cama aún con el pijama, corriendo hacia la habitación compartida de la pareja.

Sin embargo, cuando llegó se acercó de puntillas a la cama se subió tan silenciosamente como pudo, se arrastró hasta Sirius y lo sacudió un poco.

- Canuto-dijo en voz alta-Despierta-pero su padrino siguió durmiendo.

Halley miró a Remus, quien estaba apoyado en el marco de la puerta.

-Puedes hacer lo que quieras para despertarlo, no se va a enfadar-dijo Remus, dándole a Halley permiso para usar cualquier medio. Ella parecía vacilante.

La joven Potter no se decidía por cómo despertar a su padrino, aunque la mirada en la cara de Remus era alentadora y Halley decidió cual era la mejor opción.

Halley se puso de pie y después de unos segundos, comenzó a saltar. Halley se lo estaba pasando muy bien despertando a su padrino, aunque éste se despertó gritando y se levantó de la cama de un salto.

-¡Terremoto!-comenzó Sirius pero fue interrumpido por fuertes risas-¡¿Halley?!-exclamó sorprendido. Ella soltó una risita-¿Has sido tú? Tú... Lo encuentras gracioso ¿Verdad?-cuestionó el padrino con fingida molestia. Halley asintió sonriendo.-¡Te voy a enseñar yo lo que es gracioso!-dijo juguetonamente saltando sobre la cama y haciendo cosquillas a su ahijada sin piedad.

-¡Canuto!-jadeó Halley.

-Nadie bromea con Sirius Black sin recibir su merecido pequeña-Sirius se rio entre dientes mientras continuaba.

-Lu... Lunático me lo dijo- Halley se quedó sin aliento por la risa haciendo que Sirius se detuviera y la dejara recuperar el aliento.

-¿Qué has dicho?

Mini Cornamenta:La historia de Halley PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora