Mini Cornamenta:La historia de Halley Potter

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Halley salió de la estación de metro junto a sus padres, de encontraba bastante feliz, había conseguido hacer una nueva amiga.

-¿Cuánto falta para llegar?-dijo la pequeña refiriéndose a cuando podrían desayunar.

-Ya falta poco cachorro-dijo Sirius.

Estuvieron caminando unos quince minutos hasta que llegaron a una cafetería de aspecto acogedora.
Las paredes estaban hechas de madera, las mesas eran rectangulares...¡Incluso había una pequeña estantería con libros!

-¿Qué te parece pequeña?-le preguntó Remus a su adorable hija, que no paraba de observar todo con los ojos abiertos.

-Es... Es... Wow-dijo Halley incapaz de decir otra palabra.

-Es bonita ¿verdad?-dijo Sirius, a lo que Halley respondió asintiendo-No ha cambiado nada desde la primera es que vinimos...-dijo soñador mientras recordaba aquella vez que entró a la cafetería con cierto ojimiel para refugiarse de la lluvia.

-¿Ya habíais estado aquí antes?-preguntó Halley con curiosidad.

-Vinimos Remus y yo en nuestra primera cita ¿Te acuerdas cariño?

-¿Cómo iba a olvidarlo? Fue uno de los mejores días de m vida...

-¿Me podéis contar la historia? Porfi-dijo Halley con ojitos de cachorro, estaba claro que estaba aprendiendo a ser una merodeadora.

-Claro, pero primero nos sentaremos en una de las mesas y pediremos el desayuno, me muero de hambre-dijo Sirius al momento en que le rugían las tripas, lo que causó la risa de su hija y su pareja.

Se sentaron en una mesa al lado de la ventana, había unas vistas perfectas del centro de Londres.
Poco tiempo después se les acercó una camarera con un aspecto bastante chulo desde el punto de vista de Halley, llevaba el pelo corto teñido de azul neón, en el brazo tenía varios tatuajes y llevaba una pulsera con un arco iris donde ponían unas letras, aunque Halley no alcanzó a verlas.

-¿Qué van a tomar?-aunque el aspecto de la camarera era algo rudo su voz tenía un timbre suave.

Sirius pidió un café desnatado y una tostada, Remus pidió un chocolate y un donut, cuando le llegó el turno de pedir a Halley no pidió nada de comer, más bien preguntó algo que no tenía a nada que ver con la comida.

-¿Por qué tu pelo es azul?

La camarera se rio en voz alta mientras que Sirius y Remus se miraron conteniendo la risa, Halley era demasiado curiosa a veces.

-Antes era rubia pero me gustaba tanto el color azul que decidí cambiarlo-respondió la camarera sonriente.

-¿Y por qué llevas una pulsera con un arco iris?-Halley no podía parar de hacer preguntas, aunque la verdad era que le gustaba esa mujer.

-Es una bandera, representa a la comunidad LGBT-al ver la mirada interrogante de la niña la mujer se apresuró a explicárselo antes de que hiciera otra pregunta-Básicamente es un grupo de personas que se apoyan unas a otras y defienden sus "gustos" frente a otras personas.-Halley parecía haberlo comprendido, aunque en el momento en que iba a decir algo le rugieron las tripas. Halley se puso colorada, Sirius y Remus rieron y la peli-azul sonrió-¿Qué te parece si te tomo nota? Pareces tener hambre.

-¿Puedo tener tortitas por favor?

-Por supuesto-dijo la camarera-vendrán en seguida.-Y dicho esto se alejó con los pedidos.

Halley miró a sus padres, estaba esperando a que le contaran la historia que le habían prometido hace un momento. Aunque ya que sus padres se miraban a los ojos con una conversación silenciosa decidió hacer una pregunta para que dejaran de estar en silencio.