Mini Cornamenta:La historia de Halley Potter

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- ¿Puedo pulsar el botón?-preguntó Hermione.

Después de que Remus consiguiera que los niños dejaran de preguntarse de dónde venían los bebés (cosa que había conseguido tras decirles que si le seguían preguntando cosas no iban a llegar a tiempo a la piscina) Sirius había salido de la habitación con su bañador puesto.

Ahora se encontraban de camino al ascensor y la pelinegra de ojos verdes no podía evitar sentirse nerviosa, no le gustaba absolutamente nada esa caja de metal.

- Pero yo quería pulsar el botón-dijo el pelirrojo un poco decepcionado.-¿No puedo pulsarlo yo?

- Yo lo he pedido primero-respondió la castaña.

- Tranquilos-dijo Sirius calmando la situación-Hermione puede pulsarlo ahora y Ron cuando volvamos a subir... ¿Estás bien Halley?-preguntó al ver que su hija temblaba.

-¡Sí!-dijo la niña tal vez un poco demasiado efusiva, no quería parecer cobarde, al fin y al cabo solo era un tonto ascensor.

Sirius y Remus se miraron entre sí y luego miraron a Halley, sabían que les estaba ocultando algo pero creyeron que era mejor discutirlo en otro momento.

La nacida muggle eligió ese momento para presionar el botón. A Ron no le importó demasiado que Hermione pulsase el botón antes que él, se puso frente a las puertas del ascensor y esperó impacientemente a que se abrieran, estaba muy emocionado por ir a la piscina.

Las puertas del ascensor se abrieron de golpe y un segundo después Ron estaba en el suelo, había sido derribado por una señora de unos cincuenta años demasiado concentrada en su conversación telefónica como para prestar atención.

-¡Ay!-dijo el pelirrojo, se había golpeado la rodilla con el marco metálico de la puerta del ascensor.

Sirius y Remus se apresuraron a comprobar que el pequeño pelirrojo no se hubiese hecho nada grave mientras Halley como Hermione miraban a la señora con la boca abierta ¿No pensaba disculparse? 

-¡Señora!-gritó Halley indignada, pateando el suelo y apretando los puños-¡Ha tirado a Ron al suelo!

La mujer colgó el teléfono y miró a la niña con las cejas alzadas, sin creerse que la pequeña pudiese dirigirse a ella de esa forma. Optó por ignorarla y dirigirse a los adultos.

- Deberían enseñarle modales a esta pequeña demonio.-¿Cómo había llamado a Halley? Sirius y Remus estaban incrédulos y furiosos, pero antes de que ninguno pudiera decir nada Halley volvió a hablar.

-¡Eso será usted!-no estaba muy segura de lo que era un demonio, pero luego lo preguntaría-¡Ha lastimado a Ron!-su amigo había empezado a sollozar y tenía una herida en la rodilla que sangraba-¡Pídale perdón!

-¡No te atrevas a hablarme así niña idiota! ¿Así es como crían a esta mocosa? Los padres de hoy en día son de lo peor... 

-¡ELLOS NO SON LO PEOR!-Halley no iba a permitir que nadie se metiera con sus padres-¡ES USTED UNA VIEJA FEA Y ARRUGADA! Y TIENE QUE DISCULPARSE.

- ¡Halley!-Remus le llamó la atención, era la primera vez que la niña sacaba a relucir su carácter Evans, y mezclado con los genes Potter... No quería imaginar lo que podía pasar.

- Eres una mocosa malcriada-le dijo la mujer mirándola con prepotencia-Te hace falta una buena paliza jovencita.-tras decir eso último le dio una colleja con la que Halley se quedó paralizada.

Nadie le había puesto la mano encima desde hacía meses, desde que Sirius y Remus la sacaron de esa horrible casa... Sus ojos empezaban a aguarse, pero no quería llorar.