Capítulo: Diez

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- Otra vez, JiMin...- YoonGi le dijo, JiMin asintió. Volvió al punto de partida y corrió de nuevo.

Se encontraban en un pequeño circuito que YoonGi, había diseñado para él, llevaba una semana haciendo los mismos ejercicios, YoonGi era bastante exigente al momento de entrenarlo, no se imaginó el dolor que su cuerpo sentiría al momento de levantarse después del primer día de entrenamiento.

- Vamos JiMin, tú vida depende de que tan rápido corres- YoonGi le dijo, ni siquiera se dio cuenta de que el mayor lo había alcanzado, siguió corriendo, pensando que alguien lo perseguía, no siempre iba a estar YoonGi para defenderlo, no siempre iba a contar con alguien para cuidarlo, debía saber protegerse, debía saber enfrentarse a sus miedos, debía aprender  a defenderse. Él no era un objeto.

YoonGi miró la mirada determinada de JiMin y sonrió. El menor seguía corriendo, sin detenerse.

- ¡Frena poco a poco!- gritó YoonGi y volvió a ponerse al lado de JiMin- Despacio JiMin, reduce la velocidad poco a poco...- el menor acató la indicación, despacio, marcando el mismo ritmo de trote que YoonGi- Eso es JiMin...- YoonGi le sonrió

JiMin respiraba pesado, esa tarde había sido cansado, mas que las anteriores. Quería aprender y esforzarse para saber defenderse.
Pero también... quería que YoonGi lo notara, que viera su esfuerzo, que lo considera un buen prospecto. Le gustaba la forma en la que le daba tranquilidad, las veces en que tuvo pesadillas y durmieron juntos, las noches donde lo consoló porque la tristeza y el dolor que sentía eran muy fuertes. Esas acciones, habían hecho que JiMin no evitara enamorarse poco a poco de YoonGi.
Fue inevitable... después de todo, YoonGi era el primer hombre que le trataba bien.

- Has mejorado JiMin, aprendes rápido y eres muy ágil- YoonGi le elogió y se sonrojó- El entrenamiento se irá haciendo cada vez mas pesado, ya que después te enseñaré defensa personal...

- De acuerdo...- dijo a medias y con voz bajita. Sintió la mano de YoonGi acariciar su brazo y le miró un poco sorprendido pero con una sonrisa.

- Gracias por esto... de verdad- JiMin se refería a todo lo que estaba haciendo por él desde que lo ayudó en aquella noche en el bosque.

- No hay de que JiMin- YoonGi le sonrió y besó su frente de manera delicada, haciendo al menor sonrojarse. Sin embargo le sonrió de nuevo y se dejó mimar por el mayor, ese contacto le estaba gustando mas de lo que debería gustarle, sabía que no debía hacerse ilusiones, que estaba mal, pero no podía evitarlo, no cuando YoonGi lo miraba de esa manera tan tranquila y bonita.

Se dirigieron hasta la casa donde vivían, y en el camino notó a TaeMin hablando con MinHo, el último mencionado le entregaba un paquete que al parecer comida. Se veía feliz y tranquilo, y los golpes estaban comenzando a sanar en su rostro y en su cuerpo también. JiMin había notado el cambio en TaeMin y le daba una sensación acogedora y de calidez.

Pero... también lo sentía por JoHyung, si su amigo hubiera podido lograr escapar, las cosas serían diferentes, no tendría que sentirse triste y nostalgico.

- ¿JiMin?- la voz de YoonGi le trae de regreso. Están enfrente del lugar al que llama hogar, donde no hay reglas que lo lastimen o que lo obliguen a hacer algo que le haga daño, donde lo han visto como un ser humano y lo tratan como uno, donde es libre de expresarse y hacer lo que le gusta.- ¿Todo bien?- le pregunta y coloca una de sus manos en su hombro.- ¿Por qué lloras?- rápidamente lleva su mano a su rostro y comprueba que efectivamente esta llorando.

- Solo recordaba...- dijo en un entrecortado respiro. Entraron a la casa, y YoonGi lo observó ir hasta la cocina, JiMin estaba actuando de manera mecánica, el mayor se acercó y le tomó por la cintura, haciendolo sobresaltar un poco- Esta vez, cocinaré yo, te agradezco que hagas esto por mí y te preocupes... pero por hoy, me encargo yo...- JiMin le miró un poco sorprendido. Pero asintió, se sentó a la mesa y apoyó su cabeza en ambas manos.

Cuando todo comenzó solo tenía doce años, al parecer había comenzado a mostrar las características que definían a un doncel. Cabellos claros, ojos claros, estatura baja, rasgos mas delicados y finos, y una cadera un poco pronunciada. Recuerda el horrible proceso médico al que lo sometieron.
Sus padres, sobre todo su padre se negaba a creer que tenía un hijo doncel, tantos médicos que lo tocaron a su antojo y muchos otros lo lastimaron, le da un sudor frío al recordarlo. Esos hombres lo miraban con lujuría y otros con asco. Recuerda que llorando le pidió a sus padres que ya no quería que lo tocaran, le estaban haciendo daño... cuando sus amigos le dijeron no pensó que el proceso le haría tanto estrago en su estado emocional, sus amigos solo pasaron por ello una vez, y él fue revisado durante dos semanas continuas.

Después de eso, las clases que recibía, los instructores eran duros, que en varias ocasiones cuando se equivocaba lo golpeaban, si su escritura fallaba, el golpe lo recibía en las manos, si no podía hacer correctamente un paso del baile que bailaría en su boda, el golpe era en sus piernas, y cuando no podía recitar correctamente las normas, era golpeado en su espalda.

Se abrazó así mismo...
Y esa vez cuando la institruz le dijo lo que tenía que hacer para complacer a su futuro marido, simplemente odió todo eso, esa mujer lo tocó por todo su cuerpo, si el hecho de casi ser violado en una de esas horrorosas clases fuera un delito, él no lo hubiera pensado para denunciarlo, aún recuerda los gritos de su madre cuando leía y se trababa en algunas palabras que no conocía, los golpes de su padre cuando era mas pequeño y se enteró que era un doncel...

- Respira JiMin...- siente a YoonGi tomarlo entre sus brazos. Le mira con los ojos perdidos- Vamos... tú puedes... respira conmigo...- le dijo YoonGi y poco a poco comenzó a respirar junto a la respiración del mayor. Lento y pausado... de vez en vez un poco tembloroso, pero pudo relajarse.

Exhaló un par de veces y dejó que sus lágrimas fluyeran en ese momento.

- Ya está...- YoonGi le abrazó y acarició su cabello, masajeando levemente- Calma...- se abrazó al cuerpo de YoonGi.

- ¿Puedes dormir conmigo esta noche?- preguntó con voz suave, y con ilusión. Por esa noche deseaba sentirse seguro.

- Sí es lo que quieres esta bien...- YoonGi le respondió con voz calmada- Ahora debemos comer...

JiMin asintió y dispusieron a cenar juntos...

No debía temer... estaba seguro ahora...

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