Capítulo: Cuatro

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JiMin le contó su vida y lo miserable que la veía, sobre todo, declarando que había huído por el hecho de qué sus padres lo habían comprometido solo teniendo veinte años y detestaba el simple hecho de saber que solo sería usado, y no quería correr con la suerte de uno de sus mejores amigos. Le platicó con total confianza sobre todo lo que le obligaban a hacer y algunos maltratos que llegó a recibir de sus instructores.

- Cuando cumplí los dieciocho, dejaron de aparecer los instructores de educación y comencé a aprender las labores domesticas y también todas las instrucciones que debía seguir...- con algo de vergüenza jugó son sus manos sobre la mesa- Incluso a la hora de tener... sexo...- murmuró con timidez.

JiMin miró a YoonGi quien tenía una expresión que realmente le intrigó.

- Que mierda- murmuró con molestia- Perdona mi vocabulario, realmente es un asco lo que sucede en ese lugar... los donceles no deben ser tratados de esa forma, son humanos, tienen sentimientos...- dijo un poco avergonzado, y le sonrió a JiMin.

La mañana transcurrió en hablar de cosas que les gustaban.
JiMin descubrió que YoonGi era el chico rescatador de donceles y el mismo le pidió disculpas porque no logró ayudar a su amigo de la manera que había querido.
JiMin le sonrió y le agradeció por lo que había intentado para rescatar a su amigo. Aunque las cosas no salieron como esperaban.

- ¿Tienes algun plan?- YoonGi se animó a preguntar. JiMin negó.

- Cuando salí de casa lo único en que pensé fue en libertad- admitió con una sonrisa tímida y desconcertada.

- Puedes quedarte aquí, mi casa es amplia y si quieres trabajarás... la aldea es humilde pero te recibirán bien- YoonGi dijo simplemente.

- Muchas gracias- JiMin susurró con lágrimas en sus ojos, y cubriendo su rostro, YoonGi con un poco de temor le abrazó.

- Todo estará bien...- susurró y acarició la espalda del castaño claro.

YoonGi consoló a JiMin por unos minutos mas y luego de eso, le dijo que le presentaría a sus amigos y a todos en el lugar o al menos que lo conocieran y que no se trataba de un intruso. Sino de alguien que también necesita ayuda.

- Conocerás a mis amigos mas cercanos, ellos me ayudan con todos aquí...- dijo YoonGi colocandose su sombrero negro, y su cinto, donde llevaba sus armas.- No te asustes, me verás seguido con esto...- mencionó ajustandolo a su cintura. JiMin asintió, aunque estaba seguro que YoonGi no le asustaría de ninguna manera. Lo había rescatado, practicamente le debía la vida.

- Es un lugar lindo... se siente paz...- mencionó JiMin en cuanto salieron.

Caminaron un poco y todos saludan con respeto a YoonGi, preguntandole si necesitaba algo, a lo que el mencionado negaba levemente. Llegaron a una casa que tenía flores en el portico y un chico que portaba ropas claras mostrando su pancita abrió la puerta.

- Oh, Yoon- le saludó- Nam esta revisando a TaeHyung...- informó y luego miró a JiMin- Un gusto, soy SeokJin...

- JiMin...- hizo una pequeña reverencia, el hombre de cabellos rubios los dejó pasar con una sonrisa. YoonGi se quitó su sombrero y lo dejó en una mesa en la entrada. Guió a JiMin por el pasillo y SeokJin le platicaba de lo emocionado que estaba al saber que su bebé tendría con quien jugar.

- Chicos...- YoonGi dijo al saber que la revisión había terminado. YoonGi llevó a JiMin a la casa de su amigo, quien era el médico del lugar, quería cerciorarse que JiMin estuviera bien y no tuviera nada lastimado.

- YoonGi- TaeHyung le sonrió- No estaba gordo, solo tendré un bebé...

JiMin miró a YoonGi al escucharlo reír.

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