Me senté en la sala de embarque, esperando que llegara el avión. Estaba deseando sentarme en el avión para dormir un poco. Sentía cómo en cuestión de minutos iba a vencerme el sueño. Busqué mi ipod entre mis cosas. Me coloqué los auriculares mientras le daba a reproducción aleatoria. Me acomodé sobre el rígido y frío asiento, deseando que dieran la orden de embarque lo más pronto posible. No pude evitar pensar en Dulce, al escuchar la canción que me mencionó aquella vez que dudé sobre sus sentimientos. Crucé mis brazos, agachando levemente la cabeza ocultando la sonrisa que se me había formado en la cara. Esos momentos, en los que sonreía sólo al acordarme de ella, eran los que me confirmaban que cualquier sacrificio, por ella, merecía la pena. Suspiré mirando al techo varios segundos, pensando en que podía haber hecho bien, para que alguien tan especial como ella, se hubiese fijado en mí.
Volví a mirar hacia delante cuándo varias azafatas, abrieron las puertas permitiendo el embarque. Agarré la maleta y tras enseñarle mi boleto, crucé aquella pasarela rumbo al avión que me llevaría de nuevo a ella. La sensación de nervios que tenía ahora mismo por verla, compensaban los días que nos habíamos tirado separados. Tenía la sensación de que el viaje que íbamos a hacer juntos, iba a cambiar para mejor lo que ella y yo teníamos. Estaba seguro de ello. Cuándo por fin me senté en el asiento, me metí en la carpeta de imágenes de mi celular. Aproveché que no tenía nadie sentado al lado, para abrir una foto que había descargado hace tiempo, de nosotros dos. La foto tenía varios años, quiero recordar que fue durante algún viaje, aún grabando rebelde. En el primer plano, salía dándole un beso a Dulce en el cachete. Ella tenía un gorro rosa y yo una gorra blanca y azul. Sonreí, sin darme cuenta de que mi dedo acariciaba su rostro a través de la pantalla. Cuándo sentí al avión despegar, miré por la ventana, guardando el teléfono dentro de uno de los bolsillos. Crucé los brazos sobre mi pecho y cerré los ojos, intentando dormir algo, para descansar un poco antes de llegar.
Me desperté a tiempo para guardarlo todo antes de que el avión parara completamente. Al bajar las escalerillas, pude ver como recién amanecía. Me dirigí con paso firme a la salida para coger un taxi. Tenía los lentes de sol puestos para evitar que me reconocieran. Logré llegar al taxi, pasando desapercibido. Una vez montado el taxi, le mandé un mensaje a mi mamá avisándole de que había llegado sano y salvo. El taxi me dejó justo en la puerta de mi casa. Aproveché que aún era demasiado temprano para entrar y darme un regaderazo rápido antes de ir a ver a Dulce. Una vez duchado, arreglado y perfumado, salí de nuevo a cumplir mi promesa. Cuándo por fin llegue a casa de Dulce. Me asomé por la ventana, aún dentro del coche. Suspiré dejando salir una leve sonrisa. Me sentía ton.to al estar así de nervioso. Me dirigí rápidamente, observando a ver si había movimiento para no despertar a nadie. Me paré en frente de la puerta y toqué el timbre. Resoplé tratando de tranquilizarme un poco, a la vez que miraba a los lados. Froté mis manos entre sí volviendo a clavar mi mirada en la puerta. Cuándo al fin se abrió, apareció el papá de Dulce, Fernando.
- Buenos días -Saludé mientras extendía mi mano. Él la apretó con una sonrisa-
- Buenos días, ¿Christopher, verdad? -Asentí volviendo a frotar de nuevo mis manos entre sí. Abrió la puerta de par en par, haciéndose a un lado para que pasara- Pasa, pasa
- Sí, gracias -Pasé, quedándome en la entrada mirando a los lados buscándola, mientras Fernando cerraba la puerta-
- Supongo que vienes buscando a Dulce
- Sí, ¿está despierta? -Él miró hacia arriba unos segundos-
- ¿Dulce, despierta a estas horas? -Se echó a reír mientras colocaba una de sus manos sobre mi hombro, dirigiéndome hacía la cocina- Podría caerse esta casa justo encima de ella, que seguiría dormida sin tan siquiera inmutarse -No pude evitar reírme ante aquel ingenioso comentario-
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Y En El Medio Tu (Vondy)
Novela Juvenil¿Y si...? La pregunta del millón. Quizás por cobardes o por miedo a los desconocido. Miedo de perder la relación que ya existía. Miedo a perder a una persona que aun te parece mentira de la forma en la que entró en tu vida. Que se debe hacer cuando...