Taehyung escuchaba la lluvía caer, Seúl era todo un caos cuando eso pasaba, la puerta fue abierta dejando entrar un olor conocido.
-Viniste...
Tae se volteo enfrentando a su más grande amor, las manos de Hoseok temblaban al igual que su cuerpo, las gotas de agua escurriendo por este y un suspiro se instaló en aquella penumbra de la habitación.
-Taehyung, yo vine hoy para decirte que...
Lo dicho fue interrumpido por un beso, Tae pego a Hoseok a la pared dándole un beso que tanto anhelo, Hoseok se aferró a él sintió su cuerpo contra el suyo. El calor que emanaba tantas veces lo soñó que ahora eso parecía; un simple sueño lleno de intrigas y cosas sin aclarar.
-Te extrañe -Dijo cuando unió su frente a la de él -No sabes cuánto soñé con este momento.
Su voz seguía siendo la misma, tal gruesa tan masculina, tan suya que lo hacía dudar de sus palabras.
-¿Por qué me dejaste?
Sus manos apretaban fuertemente su camisa de vestir, Tae le miro, sus ojos se mantenía cerrados y su celo fruncido al igual que sus labios sabía que si ambos conectaban y se miraban por un segundo llorarían hasta no poder más. Hoseok hizo la misma pregunta pero no hubo respuesta.
-Taehyung -Dijo en un intento arrebatado de saber la verdad.
Y cuando ambos conectaron su mundo se vino abajo, el celular de Hoseok sonó, Tae detuvo su mano.
-No contestes...
Hoseok dudo por un segundo pero tomo la llamada.
-Omma...
Era Jungkook, rápidamente Hoseok comenzó a hablar con él, sin embargo se vio interrumpido por un fuerte golpe de fondo.
-Kookie... no salgas de tu habitación... voy enseguida...
Hoseok colgó la llamada, tomo aquel abrigo que minutos antes había dejado, abrió la puerta y justo cuando hiba a dar un paso fuera de ahí, Taehyung lo detuvo.
-¿Volverás?...
Hoseok se soltó dejándolo así sólo, las frías gotas que caían por la ciudad desesperadas por cubrir toda huella se sentían al borde de la nostalgia o así fue como Hoseok pudo sentir aquello.