-Hoseok, es cierto que te gusta Taehyung.
El pelirrojo de sonrojo un poco y negó mientras bebía su jugo de mango.
-¿Te gusta Kim Taehyung? -Pregunto ahora Jin un tanto ¿Molesto? - Anda dinos.
Hoseok se sonrojo hasta más no poder y se fue de ahí dejando a un Jin molesto y a un Namjoon sonriendo.
Esos eran los viejos recuerdos, Jin miro una última ver la foto de Tae y Hoseok de aquel viaje antes de graduarse y se pregunto si en verdad alguna vez tuvo una oportunidad con Taehyung.
Por otro lado Hoseok preparaba un pastel horneado y echo por él, a Jungkook le brillaban sus ojos al ver a su progenitor cocinar para él, Hoseok mantenía su vista sobre la cuchara que estaba utilizando para batir un poco de crema cuando noto que una lágrima escapó cayendo sobre está.
Con cuidado limpio sus ojos y siguió su trabajo, hasta que el pastel estuvo echo, con una sonrisa forzosa se obligó a festejar el cumpleaños de su pequeño, pero todo cambió cuando el chófer indico una llegada que no espero.
-Señor le buscan.
Hoseok dejo todo para ponerse de pie e ir, le siguió hasta la sala dónde el olor de Jin se hizo presente al igual que si voz.
-Para ser tú primer matrimonio no está mal.
Hoseok estaba feliz, tal vez vendría a visitarle a ayudarle y a comprenderle que él no hizo nada malo.
-¿Sabes que Taehyung volvió?
Ese nombre le provocó un estremecimiento, con cuidado se sentó frente a este.
-¿A qué has venido realmente?
-Alejate de nosotros -Jin le miraba fijamente- finge que nunca nos viste y yo fingiré que nunca te dije esto.
-Seokjin somos amigos...
El nombrado arrebató la palabra -Eramos amigos Hoseok, no te equivoques tú y yo no tenemos nada.
(RECUERDO)
-Jinie -Hablo Hoseok- has cambiado mucho, ¿Te e echo algo malo?
-Lo siento Hoseok -Dijo Jin- estoy cansado y tengo clases, nos vemos.
Hoseok miro a Jin irse, Namjoon se acerco y negó con su cabeza, tal vez fue su culpa como siempre.
(Presente)
-Alejate de Taehyung -Advirtio- no dejaré que lo dañes
Hoseok, comenzó a llorar sin darse cuenta, escuchando como el último pedazo de su corazón se rompía, viendo como su esperanza desaparecía poco a poco, dejándolo en nada.