-La depresión postparto puede ser fatal en omegas dominantes -Dijo el doctor- como pareja de dicho omega usted debe de tomar una iniciativa que haga que esté comienzo a vivir más.
Yoongi había salido del consultorio, sus pensamientos se hiban hacía Hoseok, Jimin había perdido en el quinto mes a su hijo, Jimin supo dónde era su lugar, a pesar de todo, cierto amor había en Yoongi hacía Hoseok. Una vez dentro del auto miro una última vez el folleto, tal vez no era tarde.
Por otro lado Hoseok se levantó de su cama obligándose a sonreír, Jungkook brincó de felicidad; junto a Hoseok escogieron la ropa adecuada para ir por el pastel del menor.
Una vez listos y a punto de marcharse, Jimin llegó mirando avergonzado a Hoseok y con cierto temor que esté le rechazara. Sin embargo, grande fue su sorpresa cuándo Hoseok solo siguió su camino sin dirigirle palabra alguna. Tomando la pequeña mano de su hijo se dirigieron al auto que fue conducido por el chófer de confianza de Yoongi.
-¿A dónde gusta que lo lleve señor?
-Vamos a hacer las compras para celebrar el cumpleaños del pequeño Jungkook.
El beta encendió el auto siguiendo las direcciones de Hoseok, una vez ahí ambos bajaron del auto seguidos del chófer quien se mantenía a una distancia adecuada para darle libertad. Cómo era de costumbre Jungkook y Hoseok recorrieron todo el centro comercial hasta llegar a una tienda de pasteles, los cuales se veían relucientes y grandes.
Mientras tanto en la mansión, Yoongi había llegado pensando en cómo ser sutil para ayudar a Hoseok, al entrar a su despacho grande fue la sorpresa de ver a Jimin ahí sentado esperándole.
- llego tarde mi señor
-Lo siento -Dijo algo triste- se que nuestro hijo murió, se que no fue tú culpa.
-Pero si la de Hoseok -Dijo de repente- si el no hubiera echo...
-Si nosotros no nos hubiéramos involucrado juntos nada de esto estaría pasando Jimin.
El pequeño omega le miro a los ojos.
-Se que no lo amas -Dijo sin más - se que tú sientes lástima por él.
-No es así -Yoongi alzó la voz. -No sabes nada de mí Jimin.
-Lo sé -Reafirmo el omega- soy tú destinado.
El alfa se quedó incrédulo, Jimin prometió retirarse, Jimin lo juro.
Hoseok sentía algo en su pecho, era algo pesado, algo que no podía descifrar con claridad. Unos pasos se escucharon detrás de él, al momento de girar lo vió.
Su cabello rubio, ese pequeño lunar en su naríz, aquellos ojos que parecían saber cada escondite de tu ser.
-¿Hoseok?
-Omma...
Hoseok no escucho nada más que su propia voz repitiendo "no me dejes".