-¡Hola! -Miré alrededor para ver a quien le pertenecía esa voz y encontré a una señora de edad promedio apuntando más a joven, vestía ropas de diferentes colores largas y muchas tallas más grandes que las que ella necesitaba, varias pulseras adornabas sus brazos, su cabello marrón largo y suelto le daba un aura muy jovial, su delicado y bonito rostro no daba señales de que sea una asesima psicótica que acababa de encontar una nueva víctima.- ¿Me puedo sentar contigo? -Dijo amablemente con una sonrisa y yo asentí varias veces recorriendo un poco al otro extremo para que también estuviera cómoda.-Parece que no estas teniendo un buen día.-Yo la miré confundido ¿Cómo sabía eso? Pero no fue necesario indagar más en eso al recordar lo mal actor que era.-No debes desanimarte dulzura, al final todo resultará bien para ti.
-¿Eh? ¿Cómo sabe eso?-Le pregunté incrédulo y ella tomó mi mano por sorpresa entre las suyas, miró detenidamente mi palma con tanta concentración, como si hubiera algo en ellas escrito en ellas.- ¿Qué hace?
-Lo sabía, todo terminará bien para ti. - ¿Acaso era una bruja, gitana, medium o cómo sea que se les dijera? Por su extravagante forma de vestir debí deducirlo antes. Yo siempre me había mostrado escéptico a esas cosas por lo que aparté mi mano de las suyas con cuidado.
-Disculpe, pero yo no creo en esas cosas.
-Hay cosas que son inexplicables para el ser humano y por eso dudan en creer o no creer, esa es decición de cada quien y yo respeto eso.-Sonrió cálidamente una vez más.-Aún si no crees en lo que yo hago, debes ser positivo para así atraer cosas positivas a tu vida, que un pequeño bache no te deje para siempre plantado en medio del camino, eres una buena persona, lo puedo ver y por eso quiero darte algo.-Yo asentí lentamente con la cabeza, todavía muy dudoso mientras veía como sacaba un pequeño frasquito de un bolso que traía con ella.- Toma.-Colocó el frasco en mis dos manos y me hizo cerrarlas sobre él, no quería ser descortez con ella pero mamá siempre me había enseñado a no aceptar cosas de un desconocido en la calle.
-Muchas gracias por esto, pero no es necesario señora.-Traté de devolverle el frasquito pero ella negó poniéndose de pie.
-No es veneno si es lo que piensas.-¿Qué tal una droga para dormir y secuestrarme? Uno no podía dejarse deslumbrar por una bonita sonrisa hoy en día.-Tu vida cambiará a partir de ahora JungKookie.-Pero aún así...
Un momento.
-¿Cómo sabe mi nombre? -Abrí los ojos con sorpresa, nunca antes había visto a esa señora no había razón lógica para que ella supiera mi nombre.
-Eso no es lo importante ahora.-Su encantadora sonrisa parecía nunca desaparecer de su rostro, ella señaló al frasquito que aún sostenía entre mis manos.-Cuida muy bien eso, estoy completamente segura de que todo irá bien para ti a partir de ahora, sólo confía y ten un poquito más de fé.
-Pero esto es...-Miré por todos los ángulos ese dichoso frasco, en su interior contenía una especie de líquido rojo ¿Había alguna posibilidad de que sea sangre? Lo miré más desconfiado que antes.- Pero a todo esto, todavía no me ha dicho como sabe mi...-Levanté la cabeza para verla, pero oh sorpresa, ya no estaba ¿Cuándo se fue? Nisiquiera oí sus pasos al alejarse, porque como toda persona tuvo que alejarse caminando.
Eso fue raro, bastante raro. Sacudí mi cabeza pensando que estaba loco, ya era momento de seguir con mi camino. Me acomodé los zapatos y fui hacia un basurero, quise tirar ese frasco y acuando estuve a punto de soltarlo, una sensación abrumadora que me erizó el cuerpo me lo impidió, otra razón válida para tirarlo, una vocecita muy dentro de mi se sintió curiosa por lo que contenía adentro. Haciendo caso a ella puse en frasquito en el bolsillo de mi campera y caminé sin rumbo por unos minutos, hasta que pronto se me ocurrió ir a la cafetería a visitar a mis amigos, era miércoles y el Señor Song solía estar en casa ese día.
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❝in your body❞ | мιηggυк [ƒαηƒιᴄ]
FanfictionJiMin es un chico con una vida complicada, pese a tener mucho dinero y pertenecer a una de las familias más acaudaladas de toda Corea del Sur, no es feliz. JungKook sobrevive como puede, no tiene dinero pero es feliz con su madre y su hermana menor...