❝ｉｎ ｙｏｕｒ ｂｏｄｙ❞ | мιηggυк [ƒαηƒιᴄ]

ㅡCAPÍTULO IXㅡ

POV JUNGKOOK

¿Ya mencioné que JiMin me parecía un imbécil?

¡Pues lo es!

Es tan irritante y desagradable que yo no puedo soportarlo. Ayer fue uno de los peores días de mi vida, cuando JiMin me dijo que me buscaría por todas partes si llegara a escapar, no supe que responderle ¿Por qué? Pues porque en mis cortos años de vida sólo he escuchado frases de esas en películas de amor y pues... no supe que decirle, fui un estúpido lo sé, debí golpearle pero ninguno de mis músculos reaccionaban y solo atiné a sonrojarme como un joven hormonal.

Salí casi corriendo a buscar aire para enfriar mis ideas y porsupuesto mis mejillas, como iba tan concentrado (mejor dicho cabreado conmigo mismo) choqué con una de las criadas que llevaba ungüentos medicinales, y me lo hechó todo encima, tuve inhalar y exhalar varias veces para no descargar mi ira contra ella, ella se disculpó repetidas veces y yo le dije que no pasaba nada con el mejor semblante que pude. Hasta ahí mi presión arterial estaba estable, pero cuando JiMin me vió, o mejor dicho me olió, comenzó a gritarme un sin fin de cosas como ya era habitual, me ORDENÓ a que me fuera a bañar hasta quitar ese "asqueroso" olor medicinal de su cuerpo. Yo le hize caso porque sí, había sido mi culpa por caminar distraído; me duché cuidadosamente para eliminar todas las particulas de esas flores y el olor, que según yo desde el primer baño ya no estaban. Salí del baño y me encontré a JiMin esperándome detrás de la puerta, ni bien di un paso fuera del baño me volvió a meter diciendo que seguía oliendo mal. Eso... no me molestó, quizá tenía la nariz congestionada y por eso no sentí nada, por lo que lo volví a hacer sin reproche alguno.

¡Pero lo que me cabreó fue que me obligó a bañarme otras VEINTE VECES MAS!

Ya a la quinta ducha yo ya no sentía nada, pero JiMin seguía diciendo que olía mal y por más que le reclamaba ya no hacerlo, se negó, a causa de eso terminé con la piel arrugada, con dolor de trasero porque en uno de los forcejeos que hicimos JiMin y yo me caí al piso de trasero y con un condenado resfrío.

No fui al doctor porque no me parecía nada grave, preferí abrigarme mucho para que no empeore, no fui a la Universidad y JiMin tampoco quería que fuera, cuando abrí los ojos ya eran las once de la mañana, me senté en la cama estirando mis entumecidos brazos y vi a JiMin durmiendo plácidamente todavía en la suya.

Digo suya, porque JiMin me dijo que no quería dormir con un enfermo maloliente y mandó a armar una cama para mí casi al lado de la puerta, muy lejos de la suya, hubiera preferido que me cambiara de habitación pero él no quizo alegando de que me podía escapar de nuevo, cosa que era cierto, lo que más quería era irme de ahí, pero eso sería tonto de mi parte, como dijo él me buscaría y talvez podría meterme a prisión. Eso no podía permitirlo, debía cuidar a mi madre y a Taeyeon.

Mientras dormitaba, se me ocurrió la idea de buscar un trabajo, no podía no hacer nada por mi familia, incluso si estaba en el cuerpo de JiMin debía velar por ellas, así que me escabullí de la habitación y bajé a la sala envuelto con una cobija y un gorrito de lana blanco que me dio él, no hace falta mencionar que seguía en pijama, unos pantalones que a mi cuerpo le llegaban a los tobillos de seguro pero a JiMin le quedaban algo grandes y tuve doblarlos, eran de un color verde oscuro y una polera celeste, sabía que no combinaba bien los colores para nada, pero nunca había sido un chico que se preocupe por que su vestimenta combine, con que esté limpio y sin ningún agujero, me servía.

Al llegar a la cocina, las criadas como siempre enmudecieron al verme, como mi garganta estaba algo inflamada y mi voz ronca sólo les hice una pequeña reverencia, tomé el diario que estaba sobre la mesa y salí de ahí lo más rápido que pude hasta el living, sus miradas aún me ponían los pelos de punta, me hacían sentir incómodo y eso no era de mi agradado.